Como desde siempre he sido reacio a levantar pesos o manipular herramientas, pero sé leer, escribir y hablar, he acabado trabajando (es un decir) en medios de comunicación escritos y radiofónicos. Creo que la comunicación y la cocina tienen muchas cosas en común: por ejemplo ambas necesitan emisores y receptores, y tienen una metodología parecida, una suerte de sintaxis y de morfología que deben ser aplicadas. Cocino habitualmente en casa y mi último descubrimiento ha sido comprobar que recoger y limpiar utensilios mientras preparo la comida es muy bueno: ha cambiado mi vida, de hecho. Buen provecho a todos.
Bombas españolas
La aparición de unas granadas, unas bombas dormidas desde la Guerra Civil, en una obra en un casa palacio de El Realejo en estos días, justo a las vísperas del Día de Andalucía, ha tenido su gracia.
Más allá de la sorpresa y de cierto susto entre los trabajadores de la remodelación de la casa para convertirla en uso hostelero (why not) y de los pocos vecinos y comerciantes de ese barrio tan chulo que se gentrifica, la noticia me hizo acordarme de Joe Strummer; porque las cabezas van así a veces.
Joe Strummer, británico, fue guitarrista y compositor del grupo The Clash: una “tralla” de punk tardío, actitud de garaje guitarrero, vacile en los ritmos y compromiso antisistema.
Strummer pasó una época enamorado de España y de Andalucía, vivió en San José (Cabo de Gata) y en Granada (produjo a los granaínos 091) y fue feliz en esta tierra.
Compuso Spanish bombs, una enérgica canción de amor al pasado y al presente de esta tierra, a su historia cruel, al idealismo de las brigadas internacionales… también al fracaso; aunque diga, con acento, te quiero infinito.
Creo que Joe Strummer hubiera merecido una medalla de Andalucía de las artes a título póstumo (cascó en 2002) o, en un delirio, que le hubiese jodido la actuación a Pablo Alborán rompiendo su guitarra Fender contra el suelo y sobre la cola del piano del Teatro de la Maestranza.
En pleno “majareo” geopolítico, en Córdoba, la ciudad que acogerá la llamada Base Logística del Ejército, se siguen encontrando vetustas bombas de un pasado “que siempre vuelve”. Bombas españolas. Tiene su triste guasa.
A veces pienso que en el cementerio de Colliure o en el Barranco de Víznar, por ejemplo, hay mucha más Andalucía que en Palacio de San Telmo.
(Esto rima; como un coro de Carnaval)
Sobre este blog
Como desde siempre he sido reacio a levantar pesos o manipular herramientas, pero sé leer, escribir y hablar, he acabado trabajando (es un decir) en medios de comunicación escritos y radiofónicos. Creo que la comunicación y la cocina tienen muchas cosas en común: por ejemplo ambas necesitan emisores y receptores, y tienen una metodología parecida, una suerte de sintaxis y de morfología que deben ser aplicadas. Cocino habitualmente en casa y mi último descubrimiento ha sido comprobar que recoger y limpiar utensilios mientras preparo la comida es muy bueno: ha cambiado mi vida, de hecho. Buen provecho a todos.
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