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Deporte junto a las aulas, educación en las canchas

Rafael Ávalos

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http://youtu. be/Z6NFv5M14yo

El Colegio Virgen del Carmen, a través de su Asociación Deportiva, es desde hace casi medio siglo uno de los grandes ejemplos de Córdoba del deporte de cantera como vía de formación personal

Una pelota busca el aro de una canasta en una pequeña pista. Cuando entra el tirador lo celebra con una sonrisa y un gesto cómplice a sus compañeros. Si el lanzamiento se queda corto o sale despedido por el tablero, se dibuja cierta decepción en el rostro, algo que apenas dura unos segundos. No hay tiempo para celebrar ni para lamentar. Es momento de correr, de botar la bola y de buscar el perímetro rival. No mucho más lejos, otra pelota, de diferente forma, vuela para superar la red que divide una cancha. Igualmente, la reacción es distinta si se consigue o no. Quizá a unos metros otra zona del gran pabellón también ocupa la práctica del baloncesto. No se trata de un gran complejo, como el que puede disfrutar cualquiera de los grandes clubes profesionales que a la inmensa mayoría se les puede venir a la cabeza. Son instalaciones que se encuentran junto a un edificio de aulas. Es una escuela, y lo es en todos los sentidos, pues la educación ya en horario no lectivo se traslada al deporte.

Cada tarde, de forma ininterrumpida y siempre entre la diversión y el sacrificio, el Colegio Virgen del Carmen se llena de vida, como lo está cada mañana. Porque es en sus canchas, ya sea en el pabellón o en la pista de patio, donde se produce la imagen de niños y niñas, adolescentes y jóvenes que practican baloncesto y voleibol, que para esta institución es una vía más a la formación personal de todos ellos. “Desde que entrenan los pequeños se trabaja el compañerismo, el respeto, la responsabilidad de venir a entrenar, el divertirse con los compañeros aunque estés compitiendo”, explica el coordinador de la Asociación Deportiva de esta escuela, Paco Zafra. No en vano, el fundamento de una iniciativa ya histórica como lo es ésta se halla en la educación en valores que también puede existir a través del deporte. Ésa es la idea básica de un proyecto de cantera que tuvo su germen allá por 1966.

Fue entonces cuando un grupo de amigos -Manuel Fernández, Antonio Gómez Nieto “La Mona”, los hermanos Jordán Gómez, García Izquierdo, Muñoz Estrada y Gori- pensaron que estaría bien formar su propio equipo de baloncesto para jugar contra otros colegios como Maristas, Salesianos o La Salle, otros grandes ejemplos de cómo las aulas pueden compartir espacio con las canchas y pistas. Con la llegada al colegio del padre Gonzalo y de José Trillo se dio formalidad a la idea e ilusión de aquellos chavales y comenzaron los campeonatos oficiales y los triunfos, proclamándose el Virgen del Carmen campeón de España de Colegios. Éste fue el inicio de un trayecto lleno de éxitos, de los que también se dio buena cuenta en la otra disciplina existente en su Asociación Deportiva -hoy, desde 2003, entidad con el añadido en su nombre de Club Deportivo-, el voleibol, cuyo equipo jugó la fase de ascenso a División de Honor de la mano del padre Marino.

Es por tanto casi medio siglo el que cumple esta Asociación Deportiva, que cuenta en la actualidad con unos 250 niños y niñas en sus diferentes conjuntos. En baloncesto, son 11 los equipos federados y otros seis los que participan en competición municipal; en voleibol son cuatro. Además, cuenta con escuelas para los más pequeños, como la que dirige en el Colegio Ferroviarios, una forma más de abrir su institución al barrio y a la ciudad. En esas tempranas edades, está claro que “no buscamos beneficio ninguno, nada más que el deportivo y la enseñanza de calidad a los niños”, indica Paco Zafra, quien por cierto se formó en las mismas canchas en que hoy atiende la evolución de todos cuantos buscan el aro de la canasta o superar la red de media pista. Porque ése es otro de los sellos de identidad del Colegio Virgen del Carmen: la idea de que es una gran familia por la que se puede sentir un tremendo arraigo.

Y en esa materia se trabaja también. Como ejemplo baste señalar que en la presente temporada se dio el paso de sacar en competición de Primera Nacional un equipo sénior de baloncesto. En este nuevo proyecto, “no tenemos objetivo ninguno, porque teníamos claro que el equipo tenía que ser el nuestro, de nuestra cantera”, ya que la idea es ofrecer la posibilidad a sus jugadores de continuar con su formación deportiva y personal. De hecho, sirva como ejemplo, 11 de sus 13 componentes crecieron en las canchas del Colegio Virgen del Carmen. Ninguno supera los 20 años. Así, la meta del conjunto sénior es la de “crecer diariamente instaurar esa categoría en el tiempo, que no sea flor de un día”, comenta Paco Zafra mientras señala que está en mente “un proyecto de futuro para hacer también un femenino”. Éste no es más que un eslabón más de la cadena que conforma una entidad que cree en el deporte de base para educar en valores también más allá de las paredes de una clase, aunque ésta siempre signifique sostén esencial.

Hablamos de la práctica deportiva como vía de formación personal, como manera de que “aceptemos la responsabilidad, el error, que nos vamos a equivocar mucho, la lealtad, el sacrificio, el respeto, la superación; todos esos valores son los que intentamos inculcar a los más pequeños”. Una labor que se ejerce por vocación y que resulta mucho más gratificante que cualquier éxito que pueda cosechar un club profesional. “Para nosotros la victoria es diaria, si tú te marcas un objetivo en el entrenamiento y se logra, ese día ya hemos ganado, tanto los jugadores como los entrenadores”, destaca Paco Zafra, que tras atender a una grabadora continúa con su trabajo a pie de pista, junto a las aulas de una escuela, la del Virgen del Carmen, que apuesta por el deporte desde hace 47 años gracias a muchas otras personas que se deben de dar también por nombradas. El pasado condujo a un buen presente, desde el que se mira a un futuro prometedor. Ése es el pensamiento de una institución que no quiere dejar de crecer y ver crecer a los suyos, los más pequeños.

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