No molesten
Espero que archivar la denuncia no suponga que se pueda usar el dinero público como venga en gana
(Carlos Baquerín. Concejal díscolo de UCOR)
Pues señor Baquerín, no sabríamos qué decirle. La Fiscalía ha archivado la denuncia por supuesto uso ilícito de 140.000 euros en subvenciones municipales de UCOR como tampoco abrió diligencias cuando el señor Gómez cantó la gallina con el caso Colecor. La Fiscalía, según parece, mira pero no ve. O dicho de otra manera: oye pero no escucha. Y así, en toda lógica, es muy difícil apreciar delito.
Con respecto a su pregunta, casi es mejor que se conteste usted mismo. Es decir: si el ministerio fiscal no cree punible que don Rafael Gómez retire por ventanilla cantidades consecutivas de 6.000 euros de los fondos del grupo municipal de UCOR sin justificación ninguna, está diciendo, consecuentemente, que le parece estupendo que cada uno haga de su capa un sayo con el dinero público. O sea, que hagan ustedes lo que les venga en gana con las subvenciones, que no rindan cuentas, que se las gasten en chuches, que si te he visto no me acuerdo.
Teníamos entendido que la Fiscalía es un brazo del Estado para velar por el cumplimiento de la ley, pero según vamos viendo es un brazo adormecido, un órgano aletargado que parece estar diciéndonos, una y otra vez, por favor, no me molesten que estamos durmiendo la siesta. Nos hacemos cargo que ponerse a investigar el supuesto uso irregular de los fondos de UCOR nos llevaría a poner patas arriba todo un sistema de asignaciones municipales que huele a chamusquina.
Y, claro, para eso hay que tener redaños y ganas de poner en solfa al establishment.
Así que si la Fiscalía no olió ni uno sólo de la media docena de delitos que supuestamente concurrieron en el caso de las pijotas frescas y las autorizaciones verbales en la Carrera del Caballo y las naves de Colecor, cómo diablos va a considerar materia de investigación que el señor Gómez saque por ventanilla 6.000 euros municipales cada vez que le salga de las narices. Despierte, señor Baquerín, y no nos moleste, que estamos durmiendo la siesta.
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