Mi momento

 

"Es el momento de los andaluces"

(Susana Díaz. Presidenta de la Junta de Andalucía)

El cínico es el señor (o señora) que retuerce las palabras para hacer creer lo contrario de lo que hace. Aquí la señora Díaz, que milita en la Champions League de los cínicos (o cínicas), dice que es el momento de los andaluces cuando lo que ha querido decir es que es mi momento y ahora os vais a enterar de quien es la faraona de España. Hay que saber interpretar a la presidenta de la Junta de Andalucía porque con esta señora no vale la literalidad de las palabras.

Una palabra de la señora Díaz puede tener cientos de significados pero quédese con el más mortífero y acertará. Esta frase, por ejemplo, no deja ya dormir tranquilo al señor Pedro Sánchez. Ha sido escucharla y se ha puesto a hacer las maletas de Ferraz. Pobre hombre el señor Sánchez. Un tipo que ganó las primarias hace apenas seis meses con la ayuda inestimable de la presidenta andaluza y ahora siente su aliento en la nuca cada vez que se va a acomodar en su despacho de secretario general.

Ustedes no pueden verlo pero la frase también dice que es el momento del señor Valderas. El momento de irse a su casa. Sin expediente de regulación de empleo ni qué niño muerto. A sus socios de Gobierno los va a cocer a fuego lento en el caldero de las elecciones anticipadas con unas ramitas de perejil y unas expectativas de voto en caída libre. Es lo que hay. Soy la faraona de España y tengo una misión que cumplir.

Y es el momento, cómo no, de un tal Moreno Bonilla, aquel dedazo de Rajoy que aún está buscando un lugar en el escaparate. No busque más, querido amigo. Ya ha llegado su hora. Como ha llegado también la hora de saber si Podemos es vino tinto o gaseosa que se esfuma en contacto con las urnas.

Para un cínico, una cosa es lo que se dice y otra muy distinta lo que se ha querido decir. La presidenta de la Junta asegura que es el momento de los andaluces cuando lo que ha querido decir es que es el momento del cálculo electoral y el tiro en las higadillas de sus adversarios. Apártense que llega el tranvía. La faraona de España. Mi momento.