Menuda tropa
"Al fútbol tiene que venir gente seria"
(Miguel Reina. Ex portero de la Selección Española)
Siendo una verdad como un templo, resulta ser una verdad de pacotilla. Al fútbol tendría que ir la gente seria, como bien afirma esta leyenda viva del ramo, pero, por razones de averigüe usted, se ha llenado de personajes de dudoso expediente. Es más: si ahora mismo tuviera que dar dos o tres nombres de tipos fiables en este negocio tremebundo tendría usted que sentarse en el banco de un parque para remover su memoria. Haga la prueba. Tres, dos, uno.
Sin ir más lejos, la semana pasada metimos en estas mismas páginas al señor Del Nido y aún andamos limpiando la viruta que dejó tirada por el suelo. No es fácil encontrar a un presidente, a un vicepresidente, a un consejero delegado, a un director general ni incluso a un jefe de comunicación que dé una imagen mínimamente decente de este circo multimillonario.
O si no comprueben lo que le pasó al mismísimo Miguel Reina cuando se pidió permiso para hacer las fotos de la entrevista en el estadio que le vio nacer (futbolísticamente hablando). Que el presidente de la cosa, un tal señor González González, que antes de ayer era un perfecto desconocido (y hoy también), mandó a tomar viento fresco a todo un mito del fútbol español.
Este es el plan con que se desayuna este deporte de masas un día sí y otro también. Y si ascendemos por las categorías superiores nos encontraremos más de lo mismo aunque con tipos más trajeados, mejor peinados, endiabladamente redichos y cuentas corrientes astronómicas.
Ya comprenderán ustedes que, en medio de toda esta tropa, haya días en que nos cueste saborear la filigrana de Messi, la velocidad estratosférica de CR7 o la visión angular de Arda Turán. Y eso, desde luego, no es serio.
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