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Rafael Luque: “La exploración del sistema solar todavía tiene muchísimo que enseñarnos”

Rafael Luque

Juan Velasco

11 de agosto de 2019 02:02 h

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Esta entrevista con el astrofísico Rafael Luque, realizada al día siguiente de que su nombre llegara a nuestra redacción como autor principal del descubrimiento de un sistema solar con un planeta potencialmente habitable, tiene un prólogo y un epílogo. Y ambos son una muestra de la relatividad aplicada al éxito académico.

Cuando Rafael Luque se pone al teléfono por primera vez, su nombre ya lleva unas horas en boca de toda la comunidad científica y astronómica. Sin embargo, él está inmerso en un problema mucho más mundano, aunque no menos tecnológico: el coche de su padre, que acaba de recogerlo en el aeropuerto, se acaba de averiar en un punto indeterminado camino de Priego de Córdoba, la localidad donde nació en 1993 este estudiante de doctorado del Instituto de Astrofísica de Canarias, graduado en Física por la Universidad de Granada y máster en Astrofísica en la Universidad de Heidelberg (Alemania). Éste es el prólogo.

La cita tiene lugar dos días después, según lo acordado en el arcén de la autopista. Se hace en Priego, en su pueblo, que parece permanecer ajeno al hallazgo de su vecino, mientras éste torea como puede las innumerables peticiones por parte de medios de toda España y parte del extranjero. Luque llega a la entrevista, de hecho, mientras entra en directo en una radio para explicar su hallazgo. Antes de arrancar le explico que el NB no va a ser como el resto de charlas y que el descubrimiento de la propia voz de Rafael Luque será igual de importante que el descubrimiento de la estrella enana roja.

El epílogo a la entrevista llega ese mismo día por la tarde y quizá sea el episodio que mejor defina a este astrofísico: “Viendo el toque personal que le has dado a la entrevista no te he mencionado nada acerca de mi pareja y mi hija y creo que se merecerían formar parte de ella también”, me explica. Así que esta entrevista empieza por ahí, por el relato que el descubridor de planetas hace de cómo estableció contacto con Punam, su esposa, una antropóloga de origen nepalí a la que conoció en Heidelberg, y con la que ha tenido a su hija Emilia, que acaba de cumplir trece meses. De ellas y de su papel en todo este embrollo de descubrir el sistema GJ 357.

“Punam ha jugado un papel muy importante en mi vida allí en Heidelberg. Esto del descubrimiento pasó en Semana Santa. Había venido de visita mi hermana a ver a la niña y vi la alerta. Y le dije: 'Esto es gordo. Me tengo que poner a trabajar a tope'. Estas semanas en las que tuve que trabajar, ella se estaba quedando con la niña. Normalmente era al revés. A Alemania nos habíamos ido para que ella terminara su master. Así que, cuando ya terminó todo este jaleo, volvieron a cambiar las tornas y yo ya me quedaba de nuevo en casa con Emilia. Fue imprescindible contar con su apoyo”.

PREGUNTA. ¿Cómo recuerda su infancia aquí, en Priego de Córdoba?

RESPUESTA. Muy bien. Siempre he estado muy contento aquí. Mis padres son de aquí, mis abuelos también. Y ha sido una infancia feliz. Mi padre era entrenador de voleibol y siempre hemos estado arriba y abajo pegando autobusazos y jugando torneos con el equipo. Eso es lo que más recuerdo de mi infancia. Los viajes a los sectores con el equipo de pequeño. Ir a los entrenamientos con mi padre y con mi madre, cuando mi hermana estaba en la barriga de mi madre. Y pegarnos viajes a Murcia y ella gorda gorda. Contentos. Luego también la música, el piano…

"Cuando era pequeño quería ser arqueólogo"

P. Le acabo de imaginar aplicando las leyes de la física al voleibol.

R. Jajaja. No, no creo. Siempre he sido muy interesado en la ciencia y estas cosas, pero la decisión de estudiar Física vino en el Bachillerato. Tampoco es que fuera mi sueño. Cuando era pequeño quería ser arqueólogo. Luego estaba en la música y parecía que iba a seguir con el piano. Aquí estudié en el conservatorio el grado elemental y luego en Lucena el profesional. Parecía que la cosa iba un poco por la música. Mi hermana, que es siete años más chica que yo, sí ha seguido y está ahora en el Conservatorio Superior de Badajoz con el violín.

P. ¿Y cómo pasa de las piedras al cosmos? ¿Dónde está la epifanía?

R. Pues yo creo que el quid aquí fue un curso que se hizo de astronomía en Priego, en el que solo podían ir adultos. Y recuerdo que mi padre tenía que venir conmigo. Era un curso intensivo, no sé si de tres días, y eran cuatro horas por la mañana y cuatro horas por la tarde. Yo estaba muy interesado. Y mi padre tenía que venir conmigo porque mi padre no podía venir solo. Y recuerdo que una de las noches fuimos a observar y pudimos ver con un telescopio Júpiter y Saturno y me quedé muy impresionado. Y esta misma persona que hizo el curso, a la que yo conocía de tocar en la banda juntos, se compró un telescopio más grande y empezamos a salir por las noches. Ahí me entró el gusanillo. Él compartió la pasión que tenía por la astronomía conmigo y a mí me atrapó. Aquello ocurrió en el tiempo en que hacía el Bachillerato, me gustaba mucho la asignatura de Física y las matemáticas siempre se me habían dado bien. Así que decidí: venga, vamos a estudiar Física, y luego, una vez que tuve la asignatura en Granada de Astronomía, me encantó. Ahí ya lo vi seguro. Me dije: me encanta la física, me gusta mucho el mundo de la investigación y astrofísica creo que es mi rama.

P. Y los astros acompañaron.

R. Pues me gustaba mucho y lo que hice fue pedir unas becas, una estancia de verano en México. Aquello fue en 2013. Era la primera vez que salía fuera y, sobre todo, la primera vez que hacía algo de investigación. Era una estancia de verano para estudiantes de grado. Proyectos que ahora me parecen ridículamente pequeños porque es algo que yo pienso “bah, esto podríamos haberlo hecho en dos días”, pero fue una experiencia genial. Viajar a México… La gente allí fue maravillosa y tuve una experiencia muy buena. Aunque estudiaba cosas de galaxias, nada de exoplanetas. Creo que ahí empezó todo. En Granada y México.

P. Y supongo que también tendría su momento filosófico, ¿no? Eso que nos planteamos lo que somos frente a la inmensidad. Y decir: eso quiero.

R. Sí. Exacto. Yo sé que de pequeño me encantaba Saturno. “Saturnino”, que le decía yo. Tenía mis puzzles de los planetas y tal. Pero tampoco es que fuera yo un apasionado de la astronomía de pequeño. Siempre me había gustado la ciencia y esas cosas. Pero fue un poco más mayor cuando yo dije: me gusta de verdad, quiero que esto sea mi carrera, quiero investigarlo. Me llena mucho este ajetreo de analizar datos, de leer artículos, me parece muy apasionante. Me enriquece mucho. Me satisface mi curiosidad académica o intelectual. Creo que esa era la clave. Al principio fue un poco más ver las estrellas, pero luego la parte de investigación me atrapó mucho.

P. Me han dicho, además, que era muy buen estudiante de pequeño y que corría mucho, académicamente hablando.

R. Sí, bueno. Esto no sé si lo vas a poner.

P. Lo vamos a poner todo.

R. Bueno sí, a mí me adelantaron de curso en el colegio de las monjas. Me adelantaron un curso, sí. Pero es algo de lo que tampoco me enorgullece hablar. Realmente, me siento un poco incómodo con eso.

"El sistema educativo no ayuda mucho a los chicos con altas capacidades"

P. ¿Por qué le incomoda?

R. A mí no me gusta.

P. No es solo a usted. Conozco a otras personas que han pasado por lo mismo y también les incomoda.

R. Sí, bueno, yo no he tenido episodios de bullying o en los que yo pueda decir que lo haya pasado mal. De hecho, yo creo que el adelanto de curso me vino muy bien porque ya en el colegio mis amigos estaban un curso por delante. Así que pasar a su clase fue casi lo mejor. Siempre me he juntado con gente más grande. Pero es algo que, es verdad, no me siento cómodo hablando de ello porque no creo que sea importante.

P. Bueno, a lo mejor hay un padre o un niño que pueda leer esto y le ayude.

R. Ya te digo, no es algo de lo que me sienta orgulloso.

P. Claro. Era un niño. Sería algo completamente normal.

R. Para mí, me vino bien. Pero hay otros chicos a los que el adelanto de curso no les sienta bien. Por ejemplo, hace unos meses en Tenerife hay un programa de niños con altas capacidades en los que pedían a los estudiantes de doctorado de La Laguna que si podían hacer unos talleres para ellos. Ellos tienen un programa de actividades extraescolares. Y yo preparé un taller de cómo descubrir exoplanetas, con datos reales, para que ellos hicieran sus cuentas. Y les encantó. Ahora nos han pedido una visita al observatorio del Teide. Son niños de 8, 9 o 10 años, no sé seguro, y se quedaron encantados. Les llevamos una maqueta impresa en 3D del satélite TESS, y se lo pasaron pipa. Y yo me alegro. Me gusta dar de vuelta lo que yo no tuve. Yo no tuve un programa de actividades extraescolares. Fueron mis padres los que me han apuntado a las cosas y los que se han preocupado de incentivar esta curiosidad. Con la música, con el deporte, con este tipo de cosas. Siempre ellos me han apoyado, pero apoyar cualquier cosa que yo quisiera. Nunca obligando o llevándote a un sitio para “cerebritos”.

P. ¿Qué opinión tiene del sistema educativo?

R. Bueno, creo que en este caso el sistema no ayuda mucho a los chicos con altas capacidades. Tienen que pasar una serie de test que dependen de las comunidades autónomas, algunos son extremadamente complicados y con unos requisitos increíbles y si no los pasas, no puedes acceder a los programas especiales que hay para ellos. Y te encuentras con chicos de altas capacidades en otras ramas que no necesariamente se ajustan al programa académico. Y bueno, también por la otra parte, la de los chicos que necesitan más. No se puede con aulas superpobladas y no reciben la atención que necesitan. Tanto por arriba como por abajo, es difícil. Pero es que es muy complicado hacer un sistema para tantísimas personas. Los extremos son muy difíciles de abarcar, porque siguen siendo una minoría. Aunque es importante, y los chicos a esas edades necesitan sentirse apoyados.

P. ¿Qué mejoras introduciría si le preguntaran?

R. Puff… No soy un experto. No creo que yo sea…

P. Vale. ¿Qué ha echado en falta?

R. Bueno, ya te digo, lo que yo podía echar en falta en las clases lo tuve fuera. Creo que así es como se está apañando todo el mundo. Lo que no tiene en casa, lo tiene que buscar fuera. Pero creo que algunas familias pasan por dificultades para poder apuntar a un niño a algo que sea muy caro. ¿Quién sabe? A lo mejor a un niño le interesa la hípica, es de una familia humilde, y las clases de equitación son carísimas. Es un ejemplo disparatado. No sé, cualquier cosa así. Es difícil hacer un sistema para todos pero hay que tenerlos en cuenta.

"Europa no tiene absolutamente nada que envidarle a los programas espaciales norteamericanos"

Es muy difícil ajustar los programas para todos y que metan mano personas que no tienen ni idea, que nunca han trabajado… Que los que realmente tengan mano en los programas educativos no sean profesores o gente relacionada con la educación… Ya ni siquiera hablo de profesores, sino de gente relacionada con la educación, porque hay profesores de universidad que saben muchísimo de matemáticas pero no saben hacer un currículum para tercero de primaria. Entonces, los que tienen que diseñar los programas son gente que sepa de pedagogía y educación, que ha trabajado y está estudiando en eso. Y esto de que cada cuatro años o con cada cambio de gobierno se reestructure todo es un completo desastre. Hacer estas grandes reformas, como el Plan Bolonia, para intentar equipararse a Europa y luego quedarse a mitad de camino y en vez de pasar las carreras de cinco años a tres, como son en el resto de Europa, las dejamos en cuatro, y al final ni una cosa ni la otra… Por disminuir el impacto de los cambios se hace un estropicio.

P. Es un disparate también en el sentido de que, con el Plan Bolonia y la equiparación a Europa, ha llegado también este éxodo masivo de cerebros a Europa.

R. Sí, eso es. Hay mucha gente que se va. Muchísima. No solo para hacer las carreras, los masters, los doctorados o para buscar trabajo. Para todo. En todos los sitios.

P. ¿Cómo le ha ido a sus compañeros?

R. Bueno, mis compañeros… Mis amigos del pueblo están todos colocados. Tengo un periodista al que le cuesta más…

P. Qué canalla…

R. Jajaja. He de decir que la gente con la que me he juntado en la carrera han sido una gente muy buena, una generación brillante.

"Las universidades están envejeciendo y no hay savia nueva y gente que tire en ellas"

P. Sí, el talento creo que en España no se pone en duda. Lo que se pone en duda es la salida que se le está dando a ese talento.

R. Exacto. La gente se ha tenido que ir fuera y lo difícil ahora está siendo volver. Yo tuve la oportunidad de volver gracias a una beca de La Caixa, porque las condiciones son mucho mejores que cualquier otra beca de doctorado en España, incluidas las del ministerio. Entonces, con unas buenas condiciones, nadie se lo pensaría dos veces. Está muy guay ir a Alemania y viajar, pero es también difícil. Aunque conozcas a gente de fuera y haya españoles, que los hay en todos lados. Pero la calidad de vida en España y a la gente a la que le gusta vivir aquí es una pena que se tenga que ir fuera. Sobre todo con la falta que hay de estudiantes en las universidades españolas y en los centros de investigación españoles, que no pueden avanzar porque el personal está aturrullado con cosas, con pedir proyectos, con conseguir financiación, con todo…

Se tienen que pelear con un montón de cosas. Si quieres llevar la investigación para adelante, realmente necesitas estudiantes de doctorado, de master, de post doc… Toda esta gente son realmente los que trabajan las ocho horas del día en los datos, en analizar, en hacer experimentos, en analizar en el laboratorio, en hacer observaciones. Esto es lo que falta. Se ha llegado a un momento en el que la gente se ha ido, las universidades están envejeciendo y no hay savia nueva y gente que tire en ellas. Un caso contrario es el Instituto de Astrofísica de Canarias, que tiene casi 70 estudiantes de doctorado, muchísimos postdoc, gente que entra y sale, muchas colaboraciones, gente que viene de todos los sitios del mundo a trabajar en los observatorios, a hacer estancias, con becas de verano… Por eso es un instituto que está a la vanguardia y es líder en Europa.

P. Y es público.

R. Sí. Creo que depende de varias administraciones, de la Administración General del Estado Español, la Administración Pública de la Comunidad Autónoma de Canarias, la Universidad de La Laguna y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), entre otros. Vamos, yo sé que mi sueldo lo paga el gobierno.

P. Cuando un investigador lee que el Gobierno solo gasta la mitad de lo que tiene presupuestado en ciencia, ¿cómo se siente?

R. Bueno, eso es una pena, pero es que no es solo eso, sino también que los investigadores que han recibido dinero para su proyecto muchas veces por las trabas burocráticas no tienen tiempo suficiente para gastar el dinero en el año que tienen de plazo. Porque las contrataciones y los periodos burocráticos son tan largos en algunas cosas… Se retrasan los presupuestos, se retrasan los pagos y, cuando llegan, al final el deadline es el mismo y, si tenías un proyecto para tres años, el dinero te llega el último y no es retroactivo. A veces es infernal. No solo es lo que se presupuesta, sino que el presupuesto que se da no se puede gastar. No da tiempo o no se puede manejar de una forma eficiente. Se pierde mucho tiempo en trabas burocráticas. Hay que hacer malabarismos y los investigadores pierden tiempo que se quitan de investigar.

P. Esta pregunta es un poco pérfida, pero creo que es procedente. ¿Cree que sobran alumnos en las universidades?

R. No lo creo.

P. Mirando al futuro. Es una cuestión que hay que abordar si, tal y como parece, en los próximos años vamos a afrontar un problema serio de empleo incluso para personas cualificadas.

R. Bueno, es que no hay trabajo para los jóvenes. Entonces, los jóvenes ¿qué hacen? Si tienes unas notas decentes puedes asegurar que entras en la carrera, con los cuatro años de beca, si es que te la dan, y poder tirar para adelante como sea, buscando un trabajito. Hay mucha gente que se mete a estudiar porque es que no tiene otra solución. Para no estar metido en casa. Y el caso contrario, en Alemania, que lo conozco bien. Allí hay gente joven y la formación profesional, el ausbildung de allí, es una opción real. Son gente que se mete en una formación profesional y que en un año o en dos tienen unos trabajos muy cualificados, muy especializados, entran en cualquier empresa y ganan un dinero más que decente. La gente que se mete en la universidad se lo toma con mucha calma. Son gente que realmente quiere estudiar, pero sin prisa. No están limitados porque se les acabe una beca. Son gente que va a la universidad y se prepara con otra mentalidad. O se matriculan en un master porque realmente les interesa y pretenden hacerlo en varios años, incluso compaginándolo con el trabajo.

"La astronomía se está poniendo muy de moda"

P. Eso allí. ¿Y aquí?

R. Aquí, en España, la gente que está empezando los doctorados son muy jóvenes porque todo hay que hacerlo tal cual. Entras a la carrera, tienes cuatro años porque no te dejan extender la beca, a lo mejor te dejan un quinto si no te han quedado muchas, y el master hazlo en el año o el año y medio, termínalo pronto para que puedas pedir la beca de doctorado. Y al final, te plantas con gente que está empezando doctorados con 24 años o con 23, que no tienen, yo diría, la madurez intelectual o el tiempo de disfrutar o reflexionar sobre todo lo que has aprendido. Porque la carrera se pasa rápido y uno siente cuando la termina que no ha aprendido nada, pero uno aprende muchas habilidades. La carrera de Física es, al menos, una carrera de habilidades. En la que te enseñan a valértelas por ti mismo cuando te enfrentas a un problema y creo que eso se lleva un tiempo. Y, cuando llega el doctorado, en el que realmente eso lo tienes que poner en práctica, eres muy joven y has vivido apresurado tragando temas para pasar exámenes lo antes posible, pues se llega con una falta que normalmente se traduce en perder los primeros meses y el primer año del doctorado en ponerte al día en el tema, en el campo, en las herramientas, y cosas así… Es difícil.

P. De todas las decisiones curriculares que ha tomado, ¿cuál cree que ha sido la más inteligente?

R. Bueno, yo creo que en el pasado fue la beca en México. Fue un punto de inflexión porque poner eso en el currículum a una edad tan joven me permitió poder solicitar otras becas siendo muy joven y otro tipo de estancias que fueron enriqueciendo mi currículum. Como, por ejemplo, ir a Alemania a hacer este master en Heidelberg, en la universidad más antigua de Alemania, y que es un referente en astronomía con hasta cinco institutos de investigación, aparte de la universidad. Hablamos de uno de los centros de astronomía referentes en Europa al que también es muy difícil acceder porque el master está muy solicitado. Y bueno, el haber enriquecido el curriculum desde una edad temprana, sumado a que tenía buenas notas en la carrera, es lo que me permitió tener esta beca de La Caixa que claramente es el hito. Es una beca que es muy difícil de conseguir. Mucha gente se queda fuera. La competencia es gigante, porque compites con gente de todas las ciencias, no solo de física o astronomía, y es a nivel internacional. Bueno, esta es la clave. Se ha construido poco a poco y creo que el primer paso fue México. Y todo ha ido llevando de una cosa a otra, acompañado de buenas notas y de estudiar mucho.

"Estamos rodeados de cosas y mejoras que vienen motivadas por la astronomía"

P. En España tenemos a un ministro de Ciencia, responsable de universidades, además, que es astronauta. Y, sin embargo, los descubrimientos en su campo no tienen demasiado reconocimiento social, por no decir ninguno, al menos comparado con otros países.

R. Bueno, yo creo que la astronomía se está poniendo muy de moda. Cada vez llena más portadas de periódicos. Cada vez aparece más en los medios de comunicación y la televisión. Creo que la astronomía no es la más perjudicada de estas disciplinas, porque el cielo es muy atractivo y es algo que llama mucho la atención a la gente y el campo de los exoplanetas es muy llamativo y a la gente le gusta mucho saber. Creo que es muy atractivo para la sociedad en general. El astroturismo se está poniendo también de moda, con estos alojamientos rurales starlight. Y creo que no es uno de los más afectados, pero otros campos de la física, sí, tienen poco reconocimiento o no tienen un impacto a nivel social. O, más bien, no llega a todas las esferas de la sociedad. Y bueno, esto va en detrimento de la ciencia y todo. La astronomía es muy interesante, pero hay investigaciones interesantes en cualquier otro campo.

P. ¿Cómo le explica a la gente lo que hace para que entiendan ese impacto directo?

R. Bueno, es muchas veces difícil explicarle a la gente por qué se gastan tantos millones en hacer un telescopio espacial o algo solo para observar estrellas o galaxias. Pero es porque somos conscientes, hace poco salía un estudio, de que lo que pagamos en impuestos al año que se invierten en ciencia, en misiones espaciales, es menos de diez euros al año, e incluso de un euro o dos euros en algunos presupuestos. ¿Quién no daría diez euros al año por saber si hay otros planetas? ¿O simplemente por hacer que la ciencia avance? Los móviles que tenemos ahora mismo y las cámaras, la tecnología CCD apareció para astronomía. Fue la astronomía la que lo diseñó. La mayor parte de los materiales que se usan en los teléfonos móviles y en cualquier aparato de nueva tecnología se desarrollaron para la investigación o la navegación aeroespacial. Estamos rodeados de cosas y mejoras que vienen motivadas por la astronomía. Y eso solo en la astronomía porque las técnicas que se usan para detección de imágenes son las que se usan para la detección de cáncer. Los TAC y esta tecnología se basan en otras originalmente que se desarrollaron para estudiar imágenes astronómicas, de galaxias que son tan estúpidas o no le interesan a nadie.

Entonces, yo creo que repercute directamente a la sociedad, pero en un tan largo plazo que ese punto de vista le falta a los gobiernos, saber que invertir en ciencia es una inversión segura pero a largo plazo. Espero que con un ministro astrónomo, que es una eminencia en su campo, se invierta en grupos que están investigando cosas muy complicadas y que son cruciales, pero en las que es complejo obtener resultados en plazo corto. Así es como la ciencia avanza. No es solo estudiar los exoplanetas, que es un tema muy caliente y todo el mundo ahora quiere, sino estudiar estas galaxias de forma rutinaria y porque sí.

"¿Quién no daría diez euros al año por saber si hay otros planetas?"

P. Faltan ciencia y paciencia.

R. Sí. Exacto.

P. ¿Cómo ve la relación del hombre con la tecnología, ya que hablamos del tema?

R. Bueno, esto es que solo puede ir a más. Esto creo que al final la tecnología terminará integrándose casi en nuestro cuerpo humano para todo hacerlo más fácil.

P. Como en la serie Years and Years.

R. Sí, o estos episodios de Black Mirror que son tan creepy. Parece que eso es el impacto que tiene la serie, que realmente da la impresión de que la tecnología que usan ahí es muy parecida a la que tenemos ahora.

P. Es como cuando Kubrick anticipó el Skype y la videollamada en 2001.

R. Hay muchas que eran ciencia ficción hace unos años y bueno, no vamos en hoverboards de estos o en coches flotantes, pero porque no es necesario. Pero creo que hay que tener cuidado porque, para que esta tecnología avance de forma tan rápida, nos estamos cargando otras cosas. Las minas de coltán o materiales raros…

"Al final la tecnología terminará integrándose casi en nuestro cuerpo humano"

P. O las propias relaciones laborales.

R. Todo. Hay una demanda de la sociedad que puede agotar todos los recursos naturales. Hay que ser un poco más cautos, aunque vivamos en una época magnifica para la tecnología.

P. Y qué papel jugará la inteligencia artificial.

R. Pues ya estamos. La usamos y estamos afectados por ella a diario. Google, Apple y cada una de las grandes compañías se basan en inteligencia artificial. Es imposible manejar esas cantidades de datos si no es dejando a los ordenadores que lo hagan solos. No se puede leer todos los datos, probar todas las opciones, estudiar cuál es la mejor y darte una respuesta. No. Es imposible. Hay que dejar a estas redes neuronales, a esta inteligencia artificial, que hagan el trabajo por ti. Se lleva mucho tiempo prepararlas, entrenarlas, pero están a la orden del día. Incluso en astronomía. Ahora la tendencia es hacer estos algoritmos para detectar exoplanetas que sean de inteligencia artificial. Está a la orden del día. Se les entrena y se les pasan millones de datos y ellos seleccionan y dicen: éste, éste y éste son los buenos.

P. Y, al mismo tiempo que esto ocurre, surgen movimientos terraplanistas o movimientos que sostienen que el hombre no llegó a la Luna. Que esos dos universos convivan es una cosa muy curiosa.

R. Sí, es eso de what a time to be alive. Vivimos en una época maravillosa. Bueno, creo que al terraplanismo no se le debería dar mucho bombo en los medios de comunicación, porque es un poco en lo que se basa este fenómeno nuevo de la postverdad.

P. ¿Pero qué peligro puede tener hablar del terraplanismo?

R. No creo que tenga peligro. Creo que si se le da mucha voz en los medios de comunicación hay mucha gente que está insegura o que le gusta la conspiración y a la que se le hace dudar. Y lo que creo es que hace falta más divulgación científica buena y de calidad en la que este tipo de cosas que son crystal clear realmente la gente las tenga muy interiorizadas y lleguen a todos los niveles de la sociedad. Y para eso hace falta mucha divulgación, mucha paciencia, que se empiece en los colegios. Cosas tan básicas como por qué se producen las estaciones. Hay algunos chicos que salen del colegio que no lo tienen muy claro. O los eclipses. Son cosas muy básicas que a la gente que lo sabe le parece ridículo, pero de quien duda no hay que desesperar o reírse de ellos, sino hacer buena divulgación. Hay mucha gente que no lo sabe porque no está seguro, no se lo explicaron bien, no estaba atento, no le interesaba. Pero, si se hace atractivo, esto puede llegar a todos sitios.

P. ¿Cómo vamos con la tecnología que nos sacará de este planeta antes de que se lo engulla el sol?

R. Bueno, creo que para llegar a este exoplaneta que hemos descubierto, es imposible con la tecnología actual. Llegar a este exoplaneta es como tirarse al Atlántico con un tronco para llegar a Brasil. Va a ser muy difícil ir soplando la vela. Pero bueno ¿quién sabe? Todas las agencias espaciales están trabajando en ello. Cuáles son los mejores métodos, propulsiones, mandando nanosatélites, cosas muy pequeñas que se puedan acelerar a velocidades muy altas, y que llevan una cámara… Desarrollando cámaras o sensores lo más pequeños posibles para ponerlos en minisatélites que se envíen, sondas… Son viajes muy largos, de cientos de miles de años incluso a velocidades rapidísimas. Bueno, creo que está un poco fuera de nuestro alcance.

Pero la exploración del sistema solar todavía tiene muchísimo que enseñarnos y eso sí que está al alcance de nuestra mano. Las sondas voyager ya han salido del sistema solar y esta generación lo ha visto. Creo que debemos estudiar bien nuestro vecindario y quizá en algún momento estaremos en disposición de poder asaltar otros planetas. Desde condiciones más favorables como sería una base espacial en la Luna o en Marte donde la gravedad espacial es mucho menor y no haría falta tanto empuje o tanta potencia de los motores para conseguir una aceleración mayor. Creo que son cosas de largo recorrido pero que se están pensando desde hace miles de años. Ahora estamos en un momento en que nos lo podemos plantear.

"Hay una demanda de la sociedad que puede agotar todos los recursos naturales"

P. Antes de plantearle si hay posibilidad de vida en este planeta, que estoy convencido de ello, le pregunto si es inteligente plantear toda la carrera espacial como una batalla entre países.

R. No ahora.

P. Es como se ha planteado históricamente.

R. Ahora es ridículo. Todas las misiones son colaboraciones a nivel nacional. Obviamente, Europa y EE. UU. están a la cabeza. Yo diría que Europa no tiene absolutamente nada que envidiarle a los programas espaciales norteamericanos. Me atrevería a decir que Europa está mejor posicionada en observatorios terrestres que EE. UU. Y bueno, en cuestión de misiones… Viajar será imposible hacer algo del alcance que se quiere hacer si no colaboran todos. Esto es lo que está pasando ahora mismo en este campo. Todos los grandes telescopios y las misiones que se están construyendo son grandes colaboraciones entre los grandes equipos.

P. ¿Y cómo andamos de vida fuera de este sistema?

R. Bueno, no lo sabemos. El único planeta que sabemos que tiene condiciones aptas para la vida es la Tierra. La estadística es 1/1. En uno que hay condiciones favorables, hay vida. Es importante saber si Marte tuvo vida. Sabemos que tuvo agua. Si podemos detectar en algún momento que Marte tuvo vida sería 2 de 2. Conocemos tantos exoplanetas y sabemos que los planetas en la zona habitable son más la norma que la excepción, y eso nos hace pensar que sí, que la vida es algo que probablemente se abra paso si las mínimas condiciones se dan. Hablar de vida inteligente creo que es otro tema.

"Hace falta más divulgación científica"

Siempre está la gran preocupación del silencio cósmico. De no saber de otras civilizaciones que podrían estar más avanzadas que la nuestra y disponer de la tecnología necesaria… Este silencio… Pues parece que no todos los planetas que descubrimos... Las predicciones que dicen que todas las estrellas tienen planetas, pues que todos estos tengan vida y encima vida inteligente, no parece que sea la norma. Porque si fuera así estaríamos rodeados de señales. Pero vida como microorganismos, agua y extremófilos, que también hay en la Tierra, creo que sí y que nuestra generación lo verá.

P. Estaremos pendientes del cielo, entonces. Por cierto, ¿cómo tratamos al cielo aquí en España?

R. Bueno, los cielos canarios son la envidia a nivel internacional. Los observatorios de Canarias están a la vanguardia y son los mejores del hemisferio norte junto a Hawai. Y el instituto de Astrofísica de Canarias ha sido pionero en esta certificación starlight y esta ley de protección del cielo, que protege los cielos de Canarias y la regulación de las bombillas. Sin embargo, en el resto de España nos estamos cargando el cielo porque las luminarias que se ponen son tipo led, muy blancas y que alteran no solo la contaminación lumínica para la observación astronómica, que quizá no sea la prioridad, sino que también alteran los biorritmos de los pájaros. Tienen un espectro muy azul que perjudica, altera el sueño. Hay estudios de todo. Hay que cuidar un poco más nuestro cielo.

P. Pues vaya, en Córdoba acaba de entrar un nuevo gobierno que tiene planteado un proyecto de parque lumínico navideño en el Centro de Córdoba. Es bueno que los expertos digan si esto tiene sus efectos y que puede que sea muy bonito, pero que igual lo bonito está todavía un poco más alto que las luces.

R. Exacto. Es que hay mucha gente que no ha visto la Vía Láctea en toda su vida o se extrañan y dicen “¿qué es eso?” cuando van a un sitio oscuro de vez en cuando en verano. No. Es la Vía Láctea. Nos lo estamos cargando. Las grandes ciudades sobre todo. Se está intentando proteger algunos espacios con las certificaciones starlight, para preservar algunos espacios.

P. ¿De hecho estuvo vinculado a esto de Starlight no?

R. Sí. Bueno, no exactamente en la zona de Córdoba. Yo he trabajado en una junior empresa, llamada Jeda Granada, en la que yo era el encargado de la parte de astronomía. Y con mi socio Miguel Gil, de Al Andalus Phototour, nos dedicamos al astroturismo en Granada y conseguimos las certificaciones starlight para muchos alojamientos rurales y casas cueva en la zona de Guadix. Estuvimos trabajando durante el último año de la universidad bastante bien. La gente tuvo mucha aceptación y mi socio sigue y continúa con observaciones y haciendo apagones de pueblos para hacer observaciones del cielo en el centro de los pueblos con charlas astronómicas y que tienen muy buena acogida. Y además está fomentando el turismo en una zona que era totalmente desconocida en la zona de Granada y que es preciosa. Son como unos Badlands, como si fuera el cañón del Colorado y que se está incentivando mucho. Y todo empezó por la astronomía.

"Llegar a este exoplaneta es como tirarse al Atlántico con un tronco para llegar a Brasil"

P. Ahora que ha mencionado Al Andalus, resulta curioso que sea otro astrónomo en la larga lista de astrónomos andaluces.

R. Córdoba es una referencia a nivel de ciencia y el Califato tenía los mejores astrónomos de la historia. El papel que ha jugado Córdoba en la astronomía históricamente ha sido increíble. La mayor parte de las constelaciones, no las constelaciones que vienen heredadas de los griegos, pero la mayor parte de las estrellas más brillantes del cielo tienen nombres árabes.

P. Se le ve orgulloso.

R. Sí, es un orgullo que Córdoba vuelva a estar en el pico de la lanza de la Astronomía.

P. Ya es suerte que se especialice en estrellas enanas rojas y la primera que aparece que parpadea vaya y la radiografíe.

R. Bueno, es lo que tienen estos telescopios espaciales, que apuntan a tantísimas… Entonces, cuando apuntas a muchas, aunque las probabilidades son pequeñas, cuando tienes una muestra muy grande, las probabilidades aumentan. Y bueno, la probabilidad de tránsito parece que no es tan aleatoria. Y lo que hay es que darse prisa y correr para poder liderar los descubrimientos. Porque estos datos se hacen públicos y toda la comunidad científica está muy pendiente. Sobre todo de los sistemas más interesantes. Pero bueno, si se trabaja duro y sin descanso, muchas veces a contrarreloj y con algunas noches sin dormir, pues se pueden liderar descubrimientos y presentar un trabajo muy completo con aportaciones de muchos autores en un periodo fortísimo.

P. ¿Cómo de corto?

R. Pues creo que el tiempo total fueron 15 días. Las alertas se produjeron el 13 de abril.

P. ¿Pero con jornadas laborales de cuánto?

R. 24 horas al día prácticamente trabajando. Pero eso no pasa siempre. Yo estaba en Alemania. Estaba haciendo una estancia en Heidelberg cuando ocurrió esto. El telescopio estaba mirando hacia el hemisferio sur y en el hemisferio sur hay algunos sectores que eran un poco más altos y algunas de las estrellas eran visibles desde el hemisferio norte. Y, cuando salieron las alertas de ese sector, de esa sección del cielo que estaba observando el telescopio, uno de nuestros colaboradores dijo “ésta es una estrella interesante y creo que hay datos antiguos de velocidades radiales en los archivos”, y ahí es cuando me descargué todos los datos e hice un análisis muy rápido solo con la alerta. Esta alerta no te da los datos, sino que te dice los resultados de un análisis que hace la Nasa automáticamente con todos los resultados. Y, sin siquiera tener los datos, con solo las alertas, sabiendo dónde mirar, vimos que el planeta estaba. Y no solo vimos que estaba éste, sino que además había dos más. Estos datos llevan desde el 98. Los planetas estaban ahí.

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P. ¿Qué posibilidades de vida tiene uno de los tres planetas descubiertos?

R. Si tuviese una atmósfera rica en dióxido de carbono, el efecto invernadero sería lo suficientemente grande para que su temperatura, que es de 50 grados bajo cero, se convirtiera en unos agradables 10 o 20 grados. Ese planeta no sabemos si transita, porque su periodo es mucho más largo que las observaciones que hizo el telescopio espacial. Entonces, si transitara, habría ocurrido fuera del tiempo de observación y es nuestro trabajo ahora, a lo que nos vamos a dedicar, a seguir observando este sistema para mejorar los errores en el periodo y en el momento en que puede que transite para activar una campaña hacia él con todos los telescopios posibles y que, en el momento de predicción de tránsito, intentar detectarlo. E intentaremos además hacerlo con la futura Misión Keops de la Agencia Espacial Europea que va a lanzarse este año y que es para eso. Es una misión barata y pequeña que va a reobservar planetas que ya se conocen para dimensionar con precisión y éste es uno de los candidatos que sería accesible para este telescopio.

P. Probabilidades.

R. Las probabilidades son de un 1%, pero hay esperanzas. No son 0.

P. Pues mira... Para terminar, si el cosmos fuera una sinfonía, para usted que ha estudiado piano, ¿cuál sería?

R. Bueno… Ufff.

P. ¿Qué canción le gustaría escuchar si viaja al espacio?

R. Bueno, está la Sinfonía de los Planetas de Holst. Es la música de Andalucía es de Cine, y que a mí me encanta. Pero el cosmos es maravilloso, habría que estar a la altura y creo que habría que componerla.

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P. Bueno, hay un astrofísico norteamericano, Stephon Alexander, que dice que la música de Brian Eno explica bien cómo funcionan las ondas en el cosmos.

R. La música del cosmos, la música de las esferas, es algo muy antiguo que se lleva estudiando desde hace mucho tiempo y en el que los ratios de los planetas se trasladan a intervalos en música. Y hay por ahí algunas cosas que suenan a rayos.

P. Y para terminar, ¿cuál es la película con más peso científico sobre el cosmos?

R. Bueno, no sé si película, pero la serie Cosmos de Carl Sagan ha marcado un hito y ha inspirado a una generación completa de astrónomos y científicos que ahora están en altos cargos de la universidad. Y espero que con esta nueva remesa de Neil de Grasse Tyson también se suban al carro muchos más chicos y jóvenes que se emocionen con la luna y las estrellas, con este aniversario del alunizaje o con estos descubrimientos de planetas que tienen repercusión. Que se vuelvan a ilusionar con la ciencia y recuperen la emoción por estudiar el espacio.

P. Pensaba que me iba a decir Marte, que he leído que es muy realista.

R. Jajaja. Pues me gustó mucho. También Interestelar me encantó.

P. Interestelar es la hostia. Hasta que se descubre el misterio y se le va la olla al final es un diez.

R. ¿Pero por qué no se le va a ir? No es un documental. Me pareció genial y disfruté muchísimo viéndola. Y Marte está chulísima. Muy, muy guay.

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