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Frathos: “El Pueblo son los barrios”

Frathos

Juan Velasco

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Quedamos con Francisco Manuel Alcaide Ocaña, mas conocido como Frathos (Córdoba, 1994) en su barrio y acabamos sentados junto al Colegio Lucano, tras andurrear un poco por los bloques de hormigón en los que se crió este joven artista, que acumula millones de visitas en Youtube, y que acaba de publicar su primer disco Denominación de Origen, un trabajo en el que conviven con naturalidad sus dos pasiones: el rap y el flamenco.

Le digo que eso es música urbana y él se ríe. Pero basta un paseo con Fran por las calles en las que se crió para ver que, aunque viva hoy en Ginebra con su mujer, su corazón sigue en La Fuensanta. Uno puede dejar el barrio, pero el barrio rara vez le abandona a uno. Es una muesca en el revólver de quienes, como Fran, se criaron en un entorno de marginalidad del que, con mayor o menor fortuna, intentaron salir. Y es curioso que eso que ha moldeado su personalidad, ese mismo entorno al que tanto homenajea, fuera durante una época una olla a presión que le invitaba a estallar.

La voz de Frathos, rapero por decisión y flamenco por tradición, es también la de muchos jóvenes de barrio. Cuando Fran dice que el pueblo son los barrios está reconociendo, en un alarde machadiano, que este país sigue en deuda con la clase trabajadora, arrinconada durante décadas en la periferia, viviendo los viajes al centro de las ciudades como si fueran excursiones.

Su discurso, además, muestra esa otra España, en la que convive un sentimiento de clase trabajadora con un orgullo nacional. Por eso Frathos dice, al mismo tiempo, que se siente muy español y que España es una mierda. Porque, como el barrio, el país que ha moldeado su personalidad y al que tanto homenajea, sigue siendo una olla a presión que invita a los jóvenes a estallar.

PREGUNTA. Cuéntame un poco cómo te criaste por aquí. ¿Qué recuerdos tienes de tu infancia en la calle Ceuta?

RESPUESTA. Yo en realidad no nací aquí. Vivíamos cerca de la gasolinera de Cañero. Y con cinco años nos vinimos aquí, a Hernando Magallanes, a este bloque que hay aquí en la esquina, porque mis abuelos sí que son de aquí. Y los recuerdos de la infancia que tengo, la verdad, tampoco son muy buenos. Pero en la calle sí. En la calle me lo he pasado muy bien. Me decían el niño del balón porque estaba todo el día con la pelota. Aquí en el Lucano, además. Vivía mucho más aquí que en ningún sitio. Si me pongo a contarte historias, igual podemos acabar escribiendo dos libros.

P. Bueno, todo se andará. Vamos a empezar por una entrevista y ya vemos después lo del libro.

R. (Se ríe) Bueno, no sé, ¿por dónde quieres que empiece?

P. Pues fíjate que pienso que quizá la tuya sea una de las últimas generaciones que se ha criado jugando en la calle. 

R. Sí. Totalmente. Eso me da a mí un coraje tremendo. Antes aquí nos juntábamos sesenta personas. No es cachondeo. Sesenta de verdad. Nosotros jugábamos un rey de la pista y estaba todo lleno de nenes. A lo mejor en los tubos sí que hay alguien, pero paso por aquí y no hay nadie. No es como antes. Tampoco es que yo me haya juntado solo por aquí. Yo me iba a Las Tierras, a La Corredera, a Las Margaritas, también. Pero eso que dices es verdad. Creo que mi generación y, como mucho los que son un año o dos menores, son los últimos que se han criado en la calle. Y ya es que los nenes… 

Mi generación es la última que se ha criado en la calle

P. Esos ya, móvil y ordenador.

R. Pero es que no lo entiendo, además. Es más yo creo que eso va a afectar a todos los niveles. Conforme vayan pasando los años y se relacionen menos, a nivel de trabajo, de relaciones sentimentales… va a haber muchos problemas. Ya Julio César escribió un texto que decía, más o menos, que las cartas no se sonrojaban. Ahí podías escribir lo que quisieras. Eso llévatelo ahora a la época de hoy. Incluso las peleas, todo ya es por teléfono.

P. No te gusta eso.

R. No. Es más, me sorprendo, porque yo soy muy claro. Y le hablas a la cara a la gente y flipan. Se asombran y se sorprenden cuando les dices la verdad en la cara. O sea, encima de que te hablo con sinceridad, te ofendes. ¿Te miento por educación o qué hago? 

P. La verdad no siempre tiene filtro de Instagram

R. Claro que no. No hablo ya de insultos, sino de ir de frente. Eso ocurre en la calle, pero es que en la música pasa lo mismo. Vas de frente y la gente se sorprende. Es un atraso y es culpa de las redes y los móviles. Y hay otra cosa que me sorprende, que antes ya pasaba, pero que ahora veo más: hay cada vez más personas que quieren a todos. O sea, yo te quiero mucho a ti, pero es que a aquel otro también lo quiero mucho. Y después no quiere a nadie. Es mentira.

P. Hombre, si el cariño vale hoy lo que vale un like, entonces no vale nada.

R. Hostia tío, nada de nada. 

P. Además tú sabes bien lo que es criarte con otro tipo de cariño. Por lo que llevo viendo, conoces a todo el barrio, saludas a este y al otro. ¿Aquí habrás vivido una especie de cadena de cuidados?

R. Sí. Eso es verdad. Por ejemplo, ahora ya no se hace, pero yo recuerdo de chiquitillo que mi abuela hacía comida para la vecina. La vecina le traía a mi abuela. Si no tenía alguien, se le daba. ¿Sabes lo que te digo? Otro rollo. Eso yo no lo he visto en ningún lado. Además, los nenes que nos juntábamos, pues sí que te sentías como una piña, aunque hubiera algún gilipollas. No sé, había otra cosa. Además, creo que todo esto que te cuento se nota mucho más en los barrios humildes. En un barrio donde no hay, los demás se ayudan unos a otros. No es lo mismo, supongo, en otros sitios. Que no digo que no se ayuden. Pero pienso que, sobre todo en mi calle, y lo que yo he visto, ayuda a crear otros vínculos. Eso sí es verdad.

P. ¿Sabes lo que es también muy raro, tío? Encontrarte a un tipo de tu edad y de este barrio que cite a Julio César.

R. Eso me ha caído siempre encima. Mis amigos siempre me han dicho que estoy loco, porque me gusta mucho la lectura. Verás, he sido siempre un golfillo. Yo he hecho cosas, como yo creo que es normal. Cuando te crías en un sitio, el sitio te empuja a hacer cosas. Pero yo siempre lo he hecho con coco. No por desviado. Yo he hecho cosas, pero siempre con un sentido, para algo. Hasta que he podido salir de mi vida y buscármela por mí mismo. Pero sí, es verdad, me gusta mucho la lectura. Soy un friki de la historia. La música me gusta, pero la historia me gusta más. 

Cuando te crías en un sitio, el sitio te empuja a hacer cosas

P. ¿Cómo te las apañabas para leer? 

R. De muchas maneras. Yo me acuerdo una profesora mía de lengua en el instituto con la que tenía un vínculo muy gracioso. Porque ella veía que yo tenía interés y me decía siempre: “Ojalá fueses mi hijo”. También me daba libros. El último libro que me leí en el instituto, de hecho, me lo dejó ella. Durante todo esa etapa estuvo y sacó la cara por mí. Porque yo liaba el taco de gordo. Y en el PCPI...

P. ¿Eso qué es, para sacarte los estudios?

R. Parecido. Es donde estaban todos los quinquilleros. Imagínate ahí. Eso era un nivel súper bajo. Pues esta profesora consiguió que me metiesen en la ESO y que se me respetara delante de todos los profesores. Porque los profesores, muchos, me tenían un odio increíble -normal, también, los comprendo-. La cosa es que al final me metí en Bachillerato, pero al final acabé dejando el instituto otra vez, y me puse a trabajar… Bueno, son cosas que pasan.

P. Dices que has hecho cosas. ¿cosas de las que generan antecedentes?

R. A ver, de menores sí. He robado coches. Robábamos motos y… Solo me han pillado dos veces, una de ellas robando un Renault Megane. Éramos nenacos, teníamos 13 años, y nos cogieron en Regina a mí y a otros dos. Bueno, a mí no me cogieron, yo salí cuando cogieron a uno de los que iba conmigo. Esa fue una vez. Y otra vez también me pillaron y sí tuvo consecuencias más grandes. Pero éramos nenes y no es lo mismo que si lo haces a partir de 16 años. Pero sí, yo he hecho cosas, cosas que están mal hechas y que yo sabía que las estaba haciendo mal. En la canción que te he puesto antes lo digo: “Un alma buena obligada a ser mala”. Pero, al final, yo salí de ahí porque quería salir. Yo me sentía incómodo cuando hacía esas cosas. Pero es normal. Tienes que hacer cosas para salir del paso. Ahora, afortunadamente, ya no soy así. 

P. En aquellos tiempos era más común la delincuencia de ese tipo que ahora. Digo aquí, en la calle Ceuta, porque esto no es un barrio marginal. Esto es un barrio humilde.

R. Sí. Esto es un barrio humilde, obrero. En mi época, cuando era más pequeño, sí era más marginal esta calle. Pero hoy en día no. Hoy es un barrio humilde y obrero en el que la gente se busca la vida y en el que hay de todo. ¿Y entonces la delincuencia era más común? En cierto modo. Yo creo que, conforme va avanzando la sociedad, los nenes se van criando de otra manera. Antes, al estar más en la calle, aprendías mucho de lo que era la calle. Te guiabas por lo que veías. Hoy en día, los nenes están en internet, en la casa metidos, aprenden de otra manera. Y, además, aunque no haya dinero para comer, un móvil no les falta. Yo mi primer móvil me lo compré con 17 o por ahí. Y ni lo utilizaba. Y bueno, es que ahora lo utilizo por el trabajo, sino no tendría móvil. Es que odio las mierdas estas. 

P. ¿No te van los móviles ni las tecnologías?

R. Me encantan las tecnologías pero no para estar hablando con Fulanito. Yo prefiero quedar. Me encanta venir a Córdoba, entre otras cosas, por eso: veo a las personas, quedo con ellas… Es que, sino, es todo: “Vamos a hacer una videollamada”. Viviendo fuera como vivo, a mí me facilita la vida las tecnologías, y yo lo agradezco. Pero eso de que, en vez de quedar con mi colega, nos pongamos a hablar por aquí… Iyo, no hables por el Whatsapp, que no te voy a contestar. No escribas más, ni me pases fotos de Fulanito.

P. ¿Hay alguna red que te guste más o menos?

R. El Instagram lo odio, por ejemplo. Y yo soy artista y tengo que subir cosas. ¿Que me gusta? No. Lo hago porque lo tengo que hacer.

El regueton está maleducando a la peña

P. Yo siempre digo que, de todas las redes, Instagram es la más superflua porque el contenido o las ideas son accesorias y lo que vende es la imagen. En Twitter o Facebook todavía prima la idea. Y a las ideas no les puedes meter un filtro, como te decía antes.

P. Creo que Twitter es lo que más me gusta y lo que menos uso. Pero reconozco que yo a las redes no le doy bombo. Estoy subiendo cosas de manera constante, pero en realidad no les doy bombo.

P. Tu red social ha sido Youtube.

R. Sí. Y creo que es la mejor. Subo un vídeo de mi música. Es más, yo he tenido vídeos con muchísimas reproducciones -muchísimas, muchísimas, de los que más-, y he borrado el vídeo. 

P. ¿Por qué?

R. Pues ha habido videoclips que he subido en un momento determinado y, con el tiempo, ya no me sentía igual. Y como no me sentía así, los he borrado. 

P. Y si pudieras decirle algo a tu yo más canalla, a ese del que estamos hablando, ¿qué le dirías hoy?

R. Le diría que lo está haciendo bien. Porque yo lo he hecho bien. Dentro de lo que cabe lo he hecho bien. Yo soy el que soy por todo lo que me ha pasado en la vida. ¿Hay cosas que no debería haber hecho? Vale. Pero, con el fin que yo estaba buscando, sí. Porque al final, lo que tienes es que salir adelante como sea hasta que ya tengas posibilidades. Yo siempre he intentado no hacerle daño a nadie, eso sí. Así que le diría eso: haz lo que tengas que hacer. En realidad, es que yo siempre he parecido un viejecito.

P. ¿Y cómo acabas viviendo en Suiza?

R. Bueno, en Suiza acabo porque me enamoré de mi mujer, que es lo mejor que me ha pasado en la vida.

P. ¿Cómo se llama?

R. Fanny. Y es lo mejor que me ha pasado en la vida porque sí que me cambió todo. Yo antes de empezar con ella estaba fatal. Estaba pasando la peor época de mi vida. Quería salir de donde estaba y no podía, me agobiaba; quería estudiar y no podía estudiar. Entonces la conocí y, bueno, hoy en día sigue siendo lo que más quiero en mi vida. Porque ella es mi familia. Por encima de cualquier persona que exista. Y mi amiga y todo. Y creo que una gran parte de lo que estoy consiguiendo es gracias a ella. Muchísimo. Porque a nivel psicológico, mental, de apoyo, está ahí. Ten en cuenta que yo vengo de una vida difícil, en la que no he recibido mucho cariño, en la que me ha costado todo mucho, en la que me he tenido que buscar las habichuelas siempre solo. Y tener eso ahora, para mí, eso es… Ya te digo, por encima de mi salud, de la música y de todo, está mi mujer. 

No deberían existir ni las izquierdas ni las derechas. Debería haber un futuro bueno para un país que está muerto

P. Qué declaración pública, ¿no?.

R. Yo pienso que, cuando quieres a una persona de verdad, no le puedes hacer daño. Se puede acabar como sea, porque la relación no esté bien o algo, pero no le puedes hacer daño. Es que si tú engañas a una mujer, a tu pareja, con la que duermes todas las noches, ¿quién va a confiar en alguien así? Si engañas a la persona con la que duermes todas las noches, qué no le harás a otro. Eso es una de las cosas que me ha enseñado la calle: el respeto. 

P. ¿Hay de eso en la calle?

R. Cada vez hay menos. El respeto, la lealtad y los valores, cada vez hay menos. ¿Por dónde íbamos?

P. Por Suiza.

R. Bueno, sí allí vivimos. Fanny vivía allí ya. Ahora tenemos una escuela de flamenco. Ella es bailaora profesional y ahora es profesora. Y allí estamos, de puta madre.

P. ¿Y les gusta el flamenco a los suizos?

R. Este año tenemos algunos nenes más, sí. Pero, claro, la gente cada vez sabe menos de flamenco. Ahora, las madres apuntan a los niños a bailar regueton y todas estas mierdas. ¿Para qué? Si eso ya va a aprender a bailarlo en las discotecas ella sola. Pues la apunta a eso en vez de apuntarlas a ballet o a cosas de verdad.

P. ¿Cosas de verdad?

R. Sí. Bueno, verás, ¿sabes lo que está ocurriendo? El regueton está maleducando a la peña. A mí lo que más me gusta es la ópera. También sé que soy raro en eso. Pues eso también se está muriendo igual que el flamenco. El flamenco es sentarte a escuchar flamenco de verdad. Porque el flamenco de verdad no son rumbas. El flamenco de verdad es otra cosa.  

P. Aunque te vas de España por amor y no por temas económicos, te quería preguntar por un asunto de actualidad. Ahora están las calles llenas de jóvenes, algunos de ellos reivindicando un futuro mejor.

R. A ver, por una parte está todo lo que ha pasado con Hasél.

España es una mierda y me da mucha pena. Porque yo me siento muy cordobés y muy español

P. Sí, podemos hablar de ambas cosas, de hecho. Porque en realidad, no todo lo que lleva a los chavales a la calle es Pablo Hasél.

R. A ver, yo creo que la gente se tiene que tirar a la calle, mucho más y más gente, porque España es un país de mierda. Pero, ¿dónde está la gente? Todo lo malo que crees que no, vamos a intentar que sea que sí. Eso pasa en Francia, y se tiran a la calle hasta que consiguen cosas. Es verdad que ellos tienen en su historia que han sido más revolucionarios y a lo mejor siguen con eso en la cabeza. Las generaciones van pasando, pero eso está ahí. Y yo creo que, si de verdad España se echase a la calle para reivindicar y defender derechos y cosas que tienen que hacerse… Pero ¿tú has visto eso en España? Yo no lo he visto todavía. Pero, si la gente lo que se echa a la calle es por Hasél, y de eso no sé si quiero hablar.

P. ¿Por qué?

R. Porque yo soy una persona que creo que, hoy en día, no deberían existir ni las izquierdas ni las derechas. Debería haber un futuro bueno para un país que está muerto. Muerto intelectualmente, pero también en todos los sentidos. Y, si la gente se tira a la calle, que sea para reivindicar algo que sea verdad. Porque creo que hay mucha gente que, no digo que no lean, pero se informan mal. Y eso es un problema, porque la información, si es mala, hay mucha gente que se la cree. Eso es algo que han hecho muchos partidos, de izquierdas y de derechas. Engañar a la gente. Y creo que eso es también lo que ha pasado con el Hasél este, que la gente está mal informada. 

P. ¿Cuál es tu postura?

R. Es verdad que los derechos de las personas no se pueden tocar, pero tiene que estar medido hasta qué punto se puede hacer algo. El problema es ¿quién mide eso?

P. Ahí está el dilema.

R. Ni tú, ni yo, ni nadie. Pero el problema es que la gente se echa a la calle porque han metido a un rapero preso, que le ha pegado a no se quién. Y la gente no sabe ni el porqué. La gente dice: lo han metido preso por dos canciones. No, por eso no ha sido nada más. Y a ver, a mí me suda la polla el Rey. Me cago en sus muertos en una canción si quiero.

P. Pero no molaría que eso te generara antecedentes, ¿no?

R. Claro que no.

P. Hasél tiene antecedentes por haber dicho cosas similares.

R. Vale, eso, por ejemplo lo entiendo. Pero si ahora voy y le pego un palizón a otro.

Soy más flamenco que nadie. Pero no por eso no puedo ser rapero

P. Pues si sumas dos más dos te salen cuatro.

R. Yo no digo que lo hayan tenido que meter en la cárcel, porque no sé las causas ni me han interesado. Porque yo a cierto tipo de personas ni les echo cuentas cuando veo lo que defienden y los ideales que tienen. Por ejemplo, yo tengo colegas que votan a Vox. Y yo se lo he dicho: “Pues tú eres un payaso”. Yo para eso ni voto. Yo ni a Podemos ni a Vox. Yo es que ahora mismo ni voto, la verdad. Antes me gustaba ver el Congreso, las intervenciones, me interesaba por los mitin que daban los partidos. Ya ni eso. Ni eso porque me pongo malo, me mosqueo de gordo, porque parecen niños chicos en los recreos, tirándose puyas unos a otros. ¿Y el pueblo qué pasa? Esto es España.

P. Es una putada que con tu edad ya no te veas representado por nadie.

R. Es que ya te he dicho antes que España es una mierda y me da mucha pena. Porque yo me siento muy cordobés y muy español. 

P. Hay mucha gente que parece que tiene un problema con la bandera o con la palabra España.

R. Eso lo veo una gilipollez enorme. Si estoy en Suiza, tendré que poner la bandera de España o de Andalucía. En los balcones allí ves la bandera de Portugal, de Albania… ¿Y los españoles qué ponemos? La bandera de España es esta que estás viendo y la gente se piensa que es franquista. ¿Quieres leer, quieres aprender historia un poco? ¿De verdad te crees que el rojo-amarillo-rojo es por Franco? Infórmate primero y después me hablas.

P. ¿España es una mierda por cómo trata a sus jóvenes? Eso es algo que tú habrás vivido.

R. Mira, discutí con un rapero famoso porque él defendía que si los emigrantes, que si tal que cual. Yo le dije, mira, te voy a explicar algo: “Yo he tenido amigos del correccional ese de ahí. Y a ellos le tenían su casita, de cuatro. Y nosotros buscándonos la vida. E ibas a los asistentes y te comías una mierda. Porque mi madre iba a los asistentes y te comías una mierda. Y sin embargo ellos, ¿qué pasa? Si crecemos ya así, lo primero es que estás criando odio. Oye, tendrás que ayudarme a mí. Este rapero decía que no, que era mentira. Pero claro, él es un pijo. Ese es el coraje que más me da: van como si ellos fuesen unos golfos y hubieran tenido que buscarse la vida, cuando es mentira. ¿Quieres decir lo que has vivido? Que no pasa nada, al revés, que a mí me encantaría haber tenido tu vida. Y yo no hubiera ido alardeando de que soy de barrio y de calle si hubiera tenido una vida así.

P. ¿Te molesta que alguien se ponga el disfraz de barrio?

R. A mi me molesta la gente falsa. Porque yo he vivido eso y sé lo que hay. Y hay raperos famosos y viejos -por viejos me refiero que no son de mi generación- que van contando anécdotas que yo te juro que me parto de risa. Con uno de ellos acabé muy mal porque estaba hablando de los canis y diciendo que se habían criado con los padres ganando 3.000 euros en la albañilería. ¿Eso dónde lo has visto tú? Ya salté y, si no se calla… Mira, yo soy el más humilde, te respeto, pero tío, eso no lo digas delante mía. A las personas que tienen poco, tú no las puedes tirar por tierra. Y yo conozco a mierdas, a gentuza, mierdas que no tienen valores también hay, como en todos los barrios y en todos los sitios. 

P. Claro, no creo que ser un gilipollas sea una cuestión de clase.

R. No, pero también te digo que los que tienen dinero son todavía peor. Que yo ahora en Ginebra conozco a mucha gente que tiene pasta de gordo y, no es que sean peores, es que ser un cabrón teniendo dinero, pudiendo hacer otras cosas… Pero aquello me dejó muy sorprendido. Porque ver a alguien así tirarle a los barrios. ¿El pueblo qué es, una mierda para ti entonces? Porque el pueblo son los barrios. A mí que me dejen de tonterías, el pueblo son los barrios. ¿Lo que más hay en Andalucía qué es? Gente de barrio.

Cuando hablo de la calle no lo invento

P. Es lo que hablábamos antes, esto es un barrio humilde. Pero tu vida se asemeja más a la de un tipo de Palmeras que a la de un chaval de El Brillante. 

R. Claro, y fíjate que yo pienso que da igual donde te críes. Lo que cuenta es el entorno, tus padres. Da igual que seas de Las Palmeras, de Los Vikingos… Porque yo conozco en Las Palmeras gente, en Los Vikingos gente y no son ruineros.

P. Sí, lo que pasa es que, como hemos hablado, es más difícil salir de un entorno marginal. 

R. Claro. ¿Tú sabes lo que es entrar en tu casa y que no haya luz, ni agua caliente, que no haya nada en la nevera? Eso yo lo sé. Pero eso hay raperos que no lo saben. Y me da coraje que vayan de eso. Yo he visto pinchar la luz, calentar hoyas para ducharme de vez en cuando. Eso son cosas que de vez en cuando pasan en los barrios, pero no a mí, a mucha gente. Y ¿qué pasa? No pasa nada, sobrevives y te adaptas. 

P. Sobrevives y te adaptas. Eso también vale para cómo tú has hecho carrera en la música, ¿no?

R. Sí. 

P. Sin apoyo de nadie. ¿Cómo es eso?

R. Eso es chungo porque se te cierran las puertas. Y más aquí en España. Ahora pasa menos, pero antes, si eras más de calle, fuera. Los raperos hacían eso antes. Te echaban menos cuentas: “Es un cani, le gusta el flamenco”. ¿Que si me gusta el flamenco? Sí. Soy más flamenco que nadie. Pero no por eso no puedo ser rapero. Hoy ya eso da igual. Pero antes no. Antes a Haze me acuerdo de la que le daban.

P. Sí, pero al mismo tiempo Haze fue de los primeros en firmar con una multi.

R. También. Yo de momento voy de espaldas a las discográficas. Empecé así y así seguiré hasta que llegue un contrato que yo crea que es el conveniente. 

P. O sea, que ya te han puesto delante alguno.

R. Sí. Y he dicho que no. Y más ahora mismo. Hasta que no vea yo que sea de verdad lo que me interesa no voy a firmar con nadie. Porque yo me lo sé hacer todo solo. Y creo que hay un punto que tendré que decir: ahora sí. Pero de momento no ha llegado. Y me han puesto delante contratos incluso de letrista para otros artistas. Me han ofrecido también mucho dinero para hacer una canción y he dicho que no. Porque yo a artistas de mierda no le hago una letra, me da igual que me pagues 6.000 euros. Pero sí, el montárselo solo es jodido. Porque todo el trabajo que he hecho… Fíjate, hoy lo he pensado cuando iba al Peña a comprarme un bocaillo, la verdad es que hay que tener cojones para invertir en una cosa tanto tiempo, ya no dinero.

‘El madrileño’ es musicalmente un pedazo de disco cuando no canta C.Tangana

P. El tiempo es dinero. Es la medida más cara y la que menos se valora

R. Exactamente. Pues año, tras año, tras año, pegándome choquetazos con las cosas. Porque, al fin y la cabo, nadie me ha enseñado. Pero saboreas mejor cada escalón que pisas. Cada peldaño lo saboreas más. Y dices: hostia, el tío está ahí. Porque yo antes no veía fruto ninguno. Pero seguía. Ahora, mucha gente me dice: ¿no estás orgulloso de haber callado todas las bocas que has callado? Y la verdad es que no. A mí la gente que me critica me la suda. No pienso en ellos. A mí la gente que me importa es la que me quiere de verdad. Y ahí es cuando empiezas a disfrutar. Así que, ahora que estoy empezando a recibir económicamente, no hablo. Hablo de todos los frutos que crea la música. ¿Y que la gente empieza a valorarte? ¿Me siento orgulloso de eso? Pues no. Que me valore la gente ahora que antes me criticaba, no me importa. 

P. Bueno, he de decir que hay otros que son los que te ignoraban y ahora te hacen caso, como puedo ser yo.

R. Exactamente. 

P. De hecho te cuento una historia. Cuando sacaste Mala Vida nos escribió al email de Cordópolis una mujer echándonos la bronca por no conocerte y por no haber publicado nada de ti. 

R. Pero eso es una cosa normal. Que no me conozcas es una cosa. Pero otra cosa es la gente que me critica. Gente de tu propio barrio, que te está viendo, y que te criticaba. Y ahora se suben al carro. Yo siempre digo: si me escucha mejor para él. Para mí no, para él. Yo hago música porque me gusta. Bueno, eso es una tontería también, porque yo quiero vivir de la música hasta que me muera. Y me pasa en la música como me pasaba en el deporte: Yo lo quiero todo. Yo no puedo perder. Voy a por todas. Y cuando voy, voy de verdad, a muerte, con todo lo que tenga. Eso es lo que hay conmigo. 

P. ¿Se puede vivir de Youtube?

R. Sí. Es verdad que es cansado. Sobre todo las plataformas. Yo a Youtube nunca la cuento como plataforma, porque lo separo. Yo trabajo con una distribuidora, pero Youtube lo trabajo yo. Porque yo me curro los vídeos, me curro todo, y ¿ahora va a venir una distribuidora a llevarse un porcentaje? Para eso entonces firmo con una casa discográfica. Y Youtube quizá es lo más pesado. Ahora estoy trabajando el SEO y todo eso, y con gente. Pero antes no lo hacía. 

P. ¿Cuántas visualizaciones tienes en Youtube?

R. Tres millones en el canal.

P. Dudo mucho que haya muchos artistas cordobeses que tengan tres millones de visitas en su canal.

R. En la música urbana… Bueno, no me gusta decir música urbana.

Soy un friki de la historia. La música me gusta, pero la historia me gusta más

P. Bueno, lo que tú haces es música urbana.

R. ¿Entonces el flamenco es música urbana?

P. Si el pueblo son los barrios, el flamenco es música popular y urbana.

R. (Se ríe) Bueno, creo que en lo que yo me muevo no hay muchos que tengan tres millones de visitas. Y sin pagar. Que hay otros que conozco que tienen millones de visitas y van cortando mantequilla (hace el gesto de repartir billetes) y luego no son capaces ni de subirse a un escenario. Se esconden en los cuartos de baños. 

P. A ti eso no te pasa.

R. Yo no. Si me invita al escenario algún artista, le digo al Dj: Ponme lo que quieras, yo rapeo encima. Si me pones tangos, voy a rapear; me pones rumbas, voy a rapear; me pones bulerías, voy a rapear. Si me pones rap, voy a rapear. Lo voy a hacer igual. 

P. ¿Y en tus letras buscas una crudeza particular? ¿Cuánto hay de pose?

R. Yo hablo de lo que siento, de lo que he vivido. No es que diga: voy a hacer esto a cosa hecha. Pero no hay pose. 

P. ¿Incluso cuando hablas de fiestas y de mujeres?

R. A ver, hay letras que la invento. La mínima parte. Cuando vacilo no lo invento. Y cuando hablo de la calle no lo invento. Cuando hablo de amor tampoco. Pero hay partes que son de desamor que sí las invento. Me considero creativo y artista. A mí me inspira todo. En una canción del disco digo: “Me inspiro escuchando a Paco Cepero”. Es que me inspira escribir. Yo escribo cuando siento algo. Lo que nunca me voy a inventar es mi vida ni voy a contar nada que sea mentira para engañar a los demás. Hoy se estila mucho eso. Que si tengo pistolas, que si vendo fardos… Tú eres un gilipollas y lo sabe todo tu barrio. 

P. ¿Y cuándo hablas por ejemplo de drogas, ahora que lo has mencionado, crees que hay que hablar sin tabúes sobre ella?

R. Es que claro, según por donde lo mires. La droga es una vía de escape para los que la venden y viven de eso y la muerte para los que la consumen. Si piensas en la parte del consumo, obviamente estoy en contra de la droga. Y tampoco defiendo que alguien la venda. Pero, ¿qué hace una persona que vende droga si no tiene trabajo? Es que eso es algo que es complicado de entender hasta para mí. Porque yo estoy en contra de eso. Pero ¿qué hace el que no tiene y no hay trabajo de verdad? O robas o vendes. Yo lo he intentado todo para llegar a donde estoy, pero hay veces en la vida en las que he tenido que hacer cosas. 

Yo soy el que soy por todo lo que me ha pasado en la vida

P. Por ejemplo, pongamos el ejemplo de la marihuana. Ahora mismo hay mucha gente plantando marihuana de manera ilegal como una vía para ganarse la vida. Y eso mismo se hace en otros países con una industria generada alrededor. Y eso ya te lleva a una contradicción. 

R. Pero eso tiene un por qué. ¿Tú sabes los dineros que mueve todo eso? Pues eso para el Gobierno es muy interesante. No es lo mismo coger y entrarle a un camellito que sea un Jeremías y pillarle con 30.000 euros, que entrar a un sitio donde haya un millón de euros. 

P. Por eso mismo, creo que convendría dar pasos hacia la despenalización.

R. Yo creo que la marihuana no la van a legalizar nunca por eso. 

P. Seguro que esto mismo se decía en muchos países en los que ahora está legalizada.

R. En Suiza está despenalizado el consumo en unos niveles muy bajos. Sinceramente, a mí me gustaría preguntarle a quién decide estas cosas en el Gobierno: ¿el alcohol qué pasa? Porque, comparado con la yerba, el alcohol es peor que todo y es legal.

P. ¿La gente de tu generación a qué le ha pegado más?

R. Yo creo que al MDA. Aparte de a los porros. Al polen. Yo nunca he fumado. Ni me he metido nada. La droga la veo una mierda. He visto a gente morirse por la droga y gente que conozco está hecha polvo por la droga. Y gente que se arruina y arruina a su familia. Y el alcohol es una droga. De las más gordas. 

P. Intenta ir a un bar con tus amigos y pedirte una Coca Cola en vez de una cerveza.

R. Exactamente. Es verdad. El otro día voy por la calle y me encontré con un chaval y me dijo: “Hostia tío vamos a tomarnos una cerveza”. ¿Una cerveza me voy a tomar ahora? Ponme un Nestea si quieres. Y me dice: “¿Un Nestea?”. Y se puso a reírse. Lo que me has dicho tú. 

P. No querría terminar esta entrevista sin que me dieras tu opinión sobre el fenómeno musical de C. Tangana, que acaba de sacar disco.

R. Pues lo he escuchado. A mí me gusta escuchar todo. El madrileño es músicalmente un pedazo de disco cuando no canta C.Tangana. Cuando no canta C.Tangana es un discazo. Hay un espectáculo de músicos que flipas. Es que ha cogido fenómenos. Hay una cosa que me ha dado coraje, que es un tema que ha cogido con los Gipsy Kings. Porque es un tío que no creo que entienda de esa música, ni siquiera. Verás, por una parte me gusta, porque es un tío que está intentando darle a la gente a que escuche una música que no sabía ni que existía. Pero, para eso, hazte productor. Porque me pone negro cuando canta. 

La droga es una vía de escape para los que la venden y viven de eso y la muerte para los que la consumen

P. No te gusta como canta C.Tangana. Ha quedado claro.

R. No. Me parece una mierda sinceramente. Pero digo que personalmente no me gusta. Si te gusta C.Tangana no pasa nada. A mí no. 

P. No estamos obligados a que nos guste.

R. Por ejemplo, Rosalía. ¿Mola Rosalía? Tiene temas que están guapos, pero que no cante flamenco nunca más porque la escuchas cantar flamenco y te entran ganas de darle en la jeta con una pandereta. Cada cosa en su sitio. El flamenco déjalo para la gente que canta de verdad y no digas que cantas flamenco. Di que cantas regueton y le metes cositas flamencas a tu música, pero no digas que eres flamenca. Espero que Rosalía, por Dios, no diga que es flamenca.

P. Creo que eso no es cosa de ella. Creo que eso ha sido más cosa de los medios.

R. Yo es que la he escuchado cantar algunos palos y, tío, no intentes hacer eso. Pero bueno, eso también te lo digo, por Rosalía sí que me alegro. Me alegro un montón porque es la única artista española que está sonando internacionalmente. Y eso es bueno para todos aunque no me guste su música. Que está escuchándose España en EE.UU., en Puerto Rico, Argentina…

P. ¿Con quién te gustaría cantar a ti?

R. Con muchos artistas. Una cosa imposible es Sabina. Y luego Alejandro Sanz, India Martínez… India Martínez creo que es una voz increíble. Niña Pastori, claro. Con flamencos muchos. Con José Mercé, por supuesto. Con José El Francés. 

P. Ni un rapero

R. En mi género con nadie. Americanos algunos. El Tyga, por ejemplo, me gustaría. Y en el rap español quizá con Natos y Waor y Fernando Costa. Y Ajax y Prok, que son andaluces y yo miro mucho por Andalucía. Y quiero que se nos escuche cada vez más. Porque aquí está todo. Andalucía es lo que vale. España está muy bonita, pero Andalucía es lo que vale. Una cosa que nunca he entendido es lo de los raperos que van de americanos. ¿Que el rap es americano? Sí. Pero vamos a hacerlo nuestro. 

P. ¿Se te han ido las penas cantando?

R. Sí se me han ido. Pero mi mujer me las ha quitado todas. 

España está muy bonita, pero Andalucía es lo que vale

P. ¿Tú no quieres ser una moda?

R. No. No quiero. Y mira que hay gente que me dice: “Haz comercial y luego ya haces lo tuyo”. 

P. ¿Acabarás haciendo un regueton?

R. Regueton de mierda no. Te lo prometo ya. Regueton he hecho, pero no parece regueton. Pero regueton de mierda no voy a sacar nunca, te lo aseguro. 

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