El PSOE respalda la convocatoria de huelga de los sindicatos sanitarios
La secretaria general del PSOE de Córdoba, Rafi Crespín, ha respaldado este viernes la convocatoria de huelga anunciada por los sindicatos profesionales de la sanidad pública andaluza en Atención Primaria y que se hará efectiva a partir del próximo 20 de enero, como “un toque de atención urgente y necesario” para que el Gobierno de Juanma Moreno (PP) “ceje en su propósito de desmantelar y dinamitar el sistema sanitario en nuestra comunidad”.
De hecho, según ha señalado Crespín en una nota, Moreno lleva a cabo “una gestión que, como ya hemos podido comprobar en estos cuatro últimos años, favorece descaradamente el negocio de la sanidad privada con la constante desviación de recursos públicos”, lo que, a su juicio, ha motivado que, “tanto pacientes, como sanitarios, pongan pie en pared y clamen con un ¡basta ya!”.
Crespín se ha referido a la compleja situación que vive la sanidad pública andaluza en la reunión de trabajo que este mismo viernes ha mantenido con los parlamentarios cordobeses en las diferentes cámaras, tanto senadores, como diputados en el Congreso y en el Parlamento andaluz, y en la que ha afeado al presidente andaluz del PP “que responda a los problemas de la sanidad con desprecio, soberbia y arrogancia”.
Junto a ello, le ha recordado “la cada vez más deficiente atención sanitaria y la valoración que hacen los andaluces de la calidad del servicio, que ponen a Andalucía a la cola de todas las comunidades autónomas”, y que ello “es su responsabilidad directa, por su estrategia calculada de desgaste y desmantelamiento del sistema público, que tanto trabajo y esfuerzo costó a los gobiernos socialistas construir y del que nos sentimos tan orgullosos”.
Crespín ha exigido al Gobierno andaluz del PP “menos soberbia y más humildad y autocrítica para responder a las quejas por el deterioro sanitario”, y le ha instado a “oír la calle, a los profesionales sanitarios y a los enfermos, para solucionarlo”.
En este punto, ha querido dejar claro que “en las movilizaciones programadas de profesionales de la salud no hay cuestiones ideológicas ni políticas, sino realidades”, porque “el personal está sobrepasado y sobreexplotado y la atención a las personas se deteriora cada vez más, sobre todo en atención primaria”.
A juicio de Crespín, “no puede ser que la respuesta de Moreno sea atacar e ignorar, en vez de escuchar y atender con más recursos, más personal, más medios y mejor gestión para recuperar la sanidad pública andaluza sólida y de calidad”, que es, precisamente, lo que reclama el personal sanitario, que además se queja “por las condiciones laborales precarias, las listas de pacientes infinitas y los recursos insuficientes”.
Listas de espera
De hecho y según ha lamentado, “solo en Córdoba la sanidad pública cuenta con 14.000 pacientes en lista de espera quirúrgica y otros 43.000 que aguardan una cita con el especialista, de los que 7.000 llevan ya un año en cola”, señalando que “el porcentaje de enfermos que llevan más de un año esperando a acudir a consulta llega hasta el 40 por ciento en el Hospital de Peñarroya, con 748 de los 1.895 en cola, aunque en términos absolutos quien más tiene es el Reina Sofía de Córdoba, con 2.574 pacientes, y lo mismo ocurre en los centros hospitalarios de Montilla, Cabra y Pozoblanco”.
Además, ha recordado al presidente de la Junta las “tareas que tiene pendientes” en sanidad en la provincia, “que siguen año tras año aumentando”. Entre ellas, ha citado “los centros de salud prometidos en la capital aún sin acometer, como son los de Alcolea, Mirabueno Naranjo, Levante Rescatado y Villarrubia”, mientras que “el Materno Infantil del Reina Sofía sigue en el cajón de los olvidos”.
A ello se suma “el desmantelamiento de los recursos y servicios en la provincia, ”como sucede en el Hospital del Valle de los Pedroches, la supresión en el servicio de ambulancia hospitalaria en comarcas claves, la falta de pediatras y matronas, como por ejemplo en Palenciana, o el fraude con el que han abierto el Hospital de Palma del Río, con una mudanza de servicios que ya existían en el centro de salud, pero sin urgencias, ni quirófanos, ni camas hospitalarias“.
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