Da Vinci, con acento cordobés, se reinventa en las tablas del Falla
Sube el telón. Al fondo, un mueble repleto de libros. Más a la vista, un escritorio. En torno a éste, varios caballetes con lienzos -algunos ya pintados con publicidad-. ¿Qué invento es esto? Es el imaginario estudio, taller o cómo se le pudiera considerar de Leonardo da Vinci. Aunque esta vez el preclaro hombre del Renacimiento habla de modo muy distinto. Tiene acento cordobés. A un lado se encuentra una señora que parece ser Lisa Gherardini -o la Mona Lisa por los siglos de los siglos-. Al otro se erige el Hombre de Vitruvio, en esta ocasión con proporciones no tan ideales del cuerpo humano. Éste es el cuadro dibujado por el cuarteto de David Reyes en su regreso al Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (COAC) de Cádiz, en que buscara las carcajadas la noche del viernes.
La escena era cómica de entrada. Más que buena resultaba la idea. Y los gags no fallaron, al menos la mayoría. Sin embargo, la agrupación fue de más a menos en el Falla con ‘Aquí ya está to inventao’. El público gaditano recibió de buena gana a los cuarteteros cordobeses, sobre todo por su impulsor, David Reyes era el Hombre de Vitruvio, con dos brazos y dos piernas más. Precisamente las extremidades extras fueron foco de atención humorística durante todo el pase preliminar del grupo. Las inferiores las vestía el tipo, por cierto, con medias del Córdoba y del Cádiz. Fue éste uno de los guiños que realizó, como siempre hace, el autor y director de la formación.
Durante la parodia, los personajes recorrieron de manera hilarante un día cualquiera de Leonardo da Vinci. En concreto revisitaron el momento en que el artista e inventor retrató a la Mona Lisa, que a lo largo de la actuación mostró un claro activismo por los derechos de la mujer. Los golpes de humor, que Reyes sabe dibujar a la perfección, marcaron el comienzo del repertorio del cuarteto. Éste concluyó con un imperativo al creador italiano. “Ay don Leonardo, ay don Leonardo, coja usté la brocha y pínteme usté algo, ay don Leonardo, ay don Leonardo, póngase a pintar, que la parodia ya se ha acabado”, cantaron los cordobeses. Entonces ya estaba en las tablas el ayudante de Da Vinci.
Precisamente fue este último, que parecía mudo, el que abrió los cuplés. Pronunció como es debido la primera frase de cada uno de los dos, pero después habló un raro dialecto árabe. Era otro gag de los que sabe manejar David Reyes. El público estaba con el cuarteto, si bien parecía expectante por cómo podía derivar la historia. En el primero de la tanda, los cuarteteros hablaron por voz de un tipo que “después de mucho tiempo” por fin consiguió ligar. Sin confianza en sí mismo tomó alguna Viagra de más y el asunto terminó... rudo. En el segundo, hubo mención a la portada del último disco de Maluma: muchas mujeres en lencería y tal. Cuando el tipo fue a por él se confundió con otro: “La portada se parecía tela, y era el Taleguilla con toas las carnavaleras”.
Tras dejar las claves y los güiros, los personajes de ‘Aquí ya está to inventao’ fueron a por el tema libre, que arrancó con una discusión entre Da Vinci y Lisa Gherardini por el precio de su retrato. Durante este tramo el murmullo en el patio de butacas creció y el pase perdió fuerza, pese a lo que el cuarteto mantuvo la compostura y acabó entre aplausos. En estos minutos hubo algún guiño a la trayectoria del grupo en Cádiz, con la aparición por ejemplo de aquel Chicote de ‘Pesadilla en España’ de 2017 -salió Torrebruno, que lo representó, con su chaquetilla mitad del Córdoba, mitad del Cádiz- y apariciones inesperadas, como la del marqués de Giocondo, esposo enfadado de la Mona Lisa, o San Antonio Flores. Sí, era un doble del cantautor vestido de fraile pero con una guitarra a la espalda. La formación cerró con una copla dedicada a la ciudad de la que es y a la que le acoge. Mezquita Catedral y La Caleta, unidas.
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