La alianza de Mercé y Tomatito para contar la verdad del flamenco
Casi llegando a término del Festival de la Guitarra, el Teatro de la Axerquía se vistió de gala para presentar uno de los conciertos más esperados de esta edición: el de José Mercé y José Fernández Torres, Tomatito, actuación con motivo del disco De verdad. Este último álbum, el primero que comparten íntegramente, les ha servido a los artistas para reivindicar el flamenco en el que ellos creen, el puro, “el que siempre se ha hecho”, para que nunca perdamos de vista dónde están las raíces de este arte que hoy se entremezclan con otras músicas, desvirtuando quizás la palabra flamenco.
Si De verdad es especial para Mercé, más lo es aún para Tomatito, que desde el fallecimiento de Camarón -de quien fue guitarrista durante dos décadas- no había publicado un disco con un cantaor. Se quedó huérfano y el gaditano le ha tendido ese brazo que le faltaba para dar el paso y, entre los dos, recordar el flamenco que les lleva acompañando toda su vida.
Mercé y Tomatito, cada uno por su lado, han coqueteado a lo largo de sus respectivas carreras con el pop, el jazz o el clásico moderno. Ambos han alcanzado las mayores cotas de popularidad en cada uno de los estilos que han tocado, pero ambos necesitaban volver artísticamente a sus orígenes musicales.
Sin egoísmo ni intenciones presuntuosas, Mercé y Tomatito ofrecieron en La Axerquía un ten con ten en el que los espectadores pudieron disfrutar, por un lado, del virtuosismo del segundo y de la majestuosidad del primero, y de la perfecta simbiosis que se crea cuando ambos echan a andar al flamenco. Todo ello gracias a las 11 canciones compuestas por Kiki Cortiñas, que acompaña a los artistas al cante y a las palmas.
De verdad les ha servido para homenajear al Jerez natal de Mercé con una rumba, al también cantaor jerezano Juanito Mojama con una soleá por bulería o a Lola Flores con una zambra, canciones todas que mostraron ante un público que rompía en aplausos ante el final de cada interpretación. Los homenajes también llegaron para Vicente Amigo, quien se encontraba entre el público y recogió con cariño el gesto.
Sonaron, como no podía ser de otra manera, alegrías, seguiriyas, tangos, fandangos y una zambra muy especial que interpretó José del Tomate, hijo de Tomatito, que tiró del repertorio de su tío, El Niño Miguel. El fin de fiesta vino con Aire, tema con el que el resto de protagonistas de este recuerdo al flamenco de antaño -Piraña, a la percusión; Miguel de la Tolea, Chícharo de Jerez y Mercedes García, todos ellos a los coros y a las palmas- dio lo que le quedaba. Los ocho artistas emprenderán una gira internacional para seguir aclarando qué es el flamenco, el de verdad.
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