Íntimo primer sábado de Cuaresma junto a Jesús Nazareno

Es igual de solemne que cualquier otro año. Porque el carácter de la celebración en la Mezquita Catedral nunca varía, claro está. Sí es mucho más íntimo, si de tal forma se quiere expresar, el acto completo. Más que nada por la ausencia de traslado público de cualquier tipo, ya fuere en Vía Crucis, con música de capilla o en procesión. Así, el culto queda recogido única y exclusivamente al primer templo de la diócesis. La razón, como bien es sabido, no es otra que la existencia de restricciones sociales con motivo de la pandemia de Covid-19. Con todo, y esto es lo más importante para creyentes y cofrades, el Vía Crucis de la Agrupación de Hermandades tiene lugar como marcan los cánones el primer sábado de Cuaresma. De esta forma, entre las naves catedralicias tiene lugar el rezo de las estaciones.

La falta de traslado público de la imagen en cuestión no significa que haya ausencia de titular de cualquiera de las corporaciones penitenciales de la capital en el primer templo de la ciudad. En esta ocasión ha sido Nuestro Padre Jesús Nazareno quien ha presidido el rezo de las 14 estaciones del Vía Crucis. El Señor, obra anónima de fines del siglo XVI o principios del XVII, ha sido portado en las andas en que habitualmente recorre su feligresía cada Viernes de Dolores a razón precisamente del Vía Crucis que celebra, entonces, la hermandad a la que da advocación. Su tránsito bajo las naves catedralicias ha sido, como siempre, de paso sereno pero firme. Por cierto, la talla ha sido designada por el cincuentenario de la reorganización de su cofradía.

Sobre el acto litúrgico, el Vía Crucis de la Agrupación de Cofradías, en lo que respecta estrictamente a la oración, ha estado presidido por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández. El prelado ha tomado la palabra para recordar el significado del ejercicio del rezo de las estaciones. Lo ha hecho después de que el delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, Pedro Soldado, se dirigiera a los cofrades concurrentes en orden protocolario y con medidas de seguridad y sanitarias. Después ha comenzado, desde el altar mayor de la Mezquita Catedral, el Vía Crucis con la representación de las distintas corporaciones penitenciales y de Gloria de la capital.