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A. Fresno

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Cuando queda poco más de una semana para el Domingo de Ramos, la Semana Santa de Córdoba ya tiene su anuncio oficial. El cofrade cordobés Rafael Fernández Criado pronunció este sábado en el Gran Teatro de Córdoba el pregón de la Semana Santa de 2022. El acto, que en 2020 no pudo celebrarse debido a la pandemia y que en 2021 contó con una antología de los pregones más recordados de la Semana Santa cordobesa, volvió a desarrollarse en su formato habitual, en una disertación que sirvió de reencuentro con el sentimiento cofrade y que es antesala de lo que está por venir en apenas unos días.

El acto comenzó pocos minutos después de las 20:00 horas. Tras dos años de ausencia debido a las restricciones propias de la pandemia, la Banda de Música de María Santísima de la Esperanza interpretó una serie de marchas procesionales de marcado carácter cordobés. Sonaron “La Esperanza de Córdoba”, de David Hurtado, “La Vía Sacra”, de Rafael Wals Dantas, “Por una madre”, de Enrique Báez Centella (que contó con la participación del Coro de Ópera de Córdoba, quiénes interpretaron la letra que el propio Báez compusiera), y la que es considerada himno de la Semana Santa de Córdoba, “Saeta Cordobesa”, de Pedro Gámez Laserna.

Tras el prólogo musical y la presentación por parte de un amigo personal del pregonero, Rafael Fernández puso en la calle la cofradía de la Semana Santa de Córdoba, en un cortejo donde no faltaron figuras tan importantes para la ciudad como el Arcángel San Rafael, el Gran Capitán o Fray Ricardo de Córdoba. “Córdoba te está esperando, sus calles de punta en blanco. Los balcones impacientes, de verte ya deseando. Y de sentir que le roza, el suave fleco de un palio. Y las esquinas un giro llevan, ya tiempo soñando. Los campanarios matraca, para acabar repicando. Las fuentes agua bendita, pronto estarán salpicando. Los naranjos generosos, de azahar ya perfumando. Y el sol y el calor, gloriosos, vienen los dos apretando. San Álvaro, cuando quieras, que Córdoba está. Semana Santa hasta el cielo, cofrades, tos por igual. Que nació en Scala Coeli y hoy se va a la Catedral. Su torre, faro que guía al Santísimo a rezar. Córdoba ya está dispuesta, y nosotros a soñar”.

Sobre el escenario se podía contemplar la tradicional Cruz Guiona, mientras que junto al pregonero se situaba un cuadro con la imagen titular de la hermandad de la Soledad. Uno de los momentos más emotivos llegó cuando el pregonero, acompañado por los sones de un trío de capilla, dedicó unos sentidos versos a la hermandad de la Expiración. “En Gólgota de Viernes Santo, San Pablo expone a un hijo expirando. Llega a sangrar el silencio y más espinas no caben. Ojos ya deshidratados no saben cómo llorarle. Ella que mira al Calvario, ve como muere su sangre. Madre, sé que estás ahí, que tu silencio le hable. Dile que el cáliz me ahoga, que ponga el fin cuanto antes. Reza el silencio un rosario, y la cera expira, ya no arde. Alma que muere en San Pablo, deja expirando a una madre”.

La música, muy presente durante todo el pregón

Precisamente la música y la canción estuvieron muy presentes durante todo el acto, pues el pregonero intercaló versos recitados junto a otras piezas musicales, como por ejemplo una saeta dedicada al Santísimo Cristo de la Salud, titular de la hermandad del Vía Crucis, y una canción titulada “Salesiano Prendido”, dedicada a la hermandad salesiana del Prendimiento, ambas muy aplaudidas por el público presente. También fueron especialmente destacados otros fragmentos dedicados a imágenes como el Santísimo Cristo de las Penas, de la hermandad de las Penas de Santiago, o el que le dedicó a su Virgen de la Soledad.

Culminó su pregón Rafael Fernández con toda una declaración de intenciones, invitando a los cordobeses a vivir, tras dos años de ausencia, la Semana Santa de la ciudad. “Caigan benditos los pétalos, sobre guiona la cruz. Y al lignum crucis le rezas, si por el puente al trasluz, tú te pones a cantarle, viendo sus brazos en cruz. Ya salen cruces de vísperas, llenar las calles de luz. Y el costalero y su palo, forman bendita una cruz. Mira esas cruces de guía, todas caminan al sur, y ese gran río y su puente, pintan hermosa otra cruz. ¡Córdoba, pronto, despierta!, que está en la calle Jesús. Son ya tres años de espera, gloria por siempre a esa cruz, que empezó con un martirio y que acabó siendo de vida, y de luz”. Ahora, por fin, es tiempo de volver a las calles. Es tiempo de reencontrarse con la pasión.

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