Son objeto de la devoción, la oración y las súplicas de miles de fieles de todo tipo. Algunas de ellas atesoran tras de sí varios siglos de historia, mientras que otras, con tan sólo unos años de vida, tienen tantos o más devotos que las anteriores. Son las imágenes procesionales a las que las distintas hermandades y cofradías rinden culto durante todo el año y que por Semana Santa salen en procesión por las calles de nuestra ciudad. Imágenes que tienen su origen en otro de esos históricos oficios artesanales: la imaginería. O lo que es lo mismo, la elaboración artesanal de imágenes de Jesucristo, la Virgen María u otros personajes de la Pasión en madera tallada y policromada.
Al igual que otros oficios relacionados directamente con la Semana Santa, la imaginería también se ha visto afectada por la crisis ocasionada por el coronavirus. Sin embargo, la producción de imágenes religiosas ha seguido adelante casi con normalidad, aunque con algunos matices. Así lo explica Edwin González, uno de los imagineros con más proyección de la actualidad. De origen bolivariano, lleva afincado en Córdoba desde el año 2002, cuando entró como aprendiz en el taller de uno de los grandes imagineros cordobeses de las últimas décadas, Antonio Bernal. “Cuando comenzó la pandemia tenía varios proyectos confirmados. Proyectos con los que continuo a día hoy”. Sin embargo, los problemas comenzaron a llegar unos meses después del inicio de la aparición de la Covid-19. “Las llamadas para encargos o para pedir un presupuesto descendieron notablemente. Se nota que las hermandades no tienen el mismo poder adquisitivo que hace unos meses”.
El proceso de elaboración de una imagen de Semana Santa es muy variable en el tiempo, pudiendo ir desde los tres o cuatros meses en la realización de una dolorosa -en el caso de las imágenes conocidas como de candelero, que sólo tienen talladas y policromadas el rostro y las manos- hasta los aproximadamente doce meses o más que se tarda en realizar una imagen de Cristo. “Gracias a Dios cuento con el suficiente trabajo para poder mantenerme. En 2020, sobre todo durante los meses duros de la pandemia, no llegó prácticamente ningún encargo, aunque en lo que llevamos de 2021 la cosa sí se está moviendo algo más. Aun así, no puedo evitar sentir miedo por no saber qué pasará en unos meses”, explica el imaginero a CORDÓPOLIS.
Edwin González coincide con otros artesanos del gremio de las artes y las artesanías relacionadas con la Semana Santa en que debería existir un mayor apoyo a sus oficios desde los distintos gobiernos e instituciones. “Tenemos que contar con el respaldo de las instituciones y los gobiernos para que nuestro oficio, nuestro arte, pueda seguir existiendo. Hay que potenciarlo, difundirlo y protegerlo”. Además, el imaginero apunta que siendo una persona extranjera pero que conoce a la perfección las costumbres y la forma de ser de nuestra tierra, este tipo de trabajos son valorados más positivamente fuera de nuestras fronteras que en nuestro propio país. “Por lo que puedo percibir, el trabajo que realizamos en artesanías como la imaginería está más valorado fuera que dentro de España”.
Este 2021 será el segundo año consecutivo sin procesiones de Semana Santa por las calles de la ciudad, aunque algunas artesanías relacionadas con esta festividad lo han notado de una forma menos severa. Es por ello que González cree que el próximo año llegará una gran cantidad de encargos. “Estoy convencido de que el próximo año recibiremos un aluvión de encargos, ya que las mismas hermandades están empezando a recuperarse. El hecho de poder recibir encargos es una bendición para todos nosotros y para nuestras familias”, concluye. En definitiva, la imaginería procesional vive en los últimos tiempos una de sus épocas doradas, con multitud de artesanos que engrandecen el noble oficio de la talla en madera de imágenes devocionales. Y es que, con esos cimientos tan sólidos y consistentes, no hay vendaval ni pandemia que pueda.
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