Xisco pone la firma al triunfo más necesario del Córdoba
Un gol del delantero balear sirve al equipo de Chapi Ferrer para sentenciar al colista Girona y alimentar sus sueños de ascenso
Xisco puso la firma al gol que quebró la peor racha del Córdoba en toda la temporada. Un sorbo de felicidad que permite seguir soñando con la pelea por el ascenso. Después de más de 400 minutos sin marcar, el equipo consiguió espantar a escobazos un buen puñado de fantasmas. Al Girona lo deja muy malherido y se marcha con una sonrisa bien ganada. Costó lo suyo. Hubo fases en las que se pasó realmente mal, aunque los de Montilivi no pasan por ser un rival de fuste en la actualidad. En cuanto el delantero balear anotó el 0-1, la débil moral de los de Javi López se desmoronó. Tuvieron algunos arreones, con más rabia que fútbol, y pudo servirles para igualar en el descuento con un dispado a bocajarro de Chus Herrero que se marchó alto. Hubiera sido injusto. El Córdoba hizo más por ganar. Fue más listo, desde luego.
A Ferrer se le ocurrió que podría ser buena idea romper los esquemas de lo previsible y buscar nuevas fórmulas. Sacó del once titular a Xisco, el estandarte del proyecto, para dar un sitio en la titularidad a Arturo, un meritorio que arrancó el curso en el modesto La Roda de la Segunda B. No fue el único detalle sorpresa en la formación inicial del Córdoba. Adrián Gunino debutó, pero no lo hizo en el lateral derecho sino como extremo, con Eduard Campabadal por detrás. El uruguayo volvía a la escena competitiva después de haber jugado su último partido en junio del año pasado con el Almería. También resultó llamativa la ausencia de Luso Delgado, estrella del Girona en la temporada anterior. Su puesto en el doble pivote lo ocupó Obiora, que sigue tratando de acoplarse del mejor modo posible y deja a menudo síntomas de despiste. Con esos cambios y el retorno de López Silva, que actuó como enganche, el Córdoba tuvo una puesta en escena singular. Le costó tomar el pulso, pero despachó un primer tiempo serio.
Los peores instantes fueron los primeros. El Girona, metido en una grave crisis, salió con fogosidad. Buscaba las cosquillas al Córdoba y en enganche sentimental con una grada decepcionada y ansiosa de ver algo en su equipo. Los locales la tuvieron clarísima en las botas del cordobés Juanlu Hens, que recogió un balón suelto tras un desliz en la zaga visitante y empalmó a quemarropa. Saizar sacó una mano impresionante para despejar el peligro. En la otra portería también fue protagonista el guardameta, pero en este caso por una acción desgraciada que terminó con la intervención de los servicios médicos. Arturo tuvo un encontronazo con Becerra y éste quedó conmocionado sobre el césped, donde fue atendido hasta que una ambulancia entró al rectángulo para llevarle directamente a un hospital. El meta catalán se recupera favorablemente.
Palatsí, sustituto en la portería, tuvo que intervenir de manera decisiva en una doble oportunidad para los de Albert Ferrer. Arturo lanzó un duro disparo que despejó el portero y Gunino, a renglón seguido, envió la pelota por encima del larguero.
No hubo muchas más situaciones de inquietud en las áreas. Los equipos, muy atentos a no perder la posición y tomando pocos riesgos, se afanaron por apoderarse del medio campo utilizando todo tipo de recursos, incluyendo fútbol subterráneo y marrullerías variadas. Con Obiora muy perdido en el campo, el Córdoba contuvo bien al Girona pero apenas generó acciones de ataque más allá de las jugadas a balón parado. Sin goles y una sensación de aburrimiento generalizado se llegó al intermedio.
En el segundo tiempo los técnicos sacaron sus cartas. Jandro salió por los locales, mientras que Ferrer incluyó a Xisco por Arturo y minutos después a Luso por Obiora. El que lo arregló todo fue el balear. Cogió un balón en la medular y lanzó un disparo raso y ajustado al palo que se convirtió en el 0-1. A partir de ahí, todo cambió. El Córdoba estuvo serio y sereno. Mantuvo la posición y se dispuso a padecer el previsible asedio gerundense. Los locales no están para muchas fiestas y lo suyo no pasó de amagos. El Córdoba afrontó el descuento con un jugador menos, por expulsión de Luso, que no estará en el partido ante Las Palmas. Tampoco Abel, que vio la quinta tarjeta. Pero eso es otra historia que tendrá que resolver Albert Ferrer, que fue un hombre feliz. Dos partidos, cuatro puntos y ningún gol encajado. ¿Será posible?
FICHA TÉCNICA
GIRONA, 0: Isaac Becerra (Palatsí, 15'); Iván López, Chus Herrero, Migue, David García, Richy, Timor, Juanlu Hens (Jofre, 68'), Carmona (Jandro, 56'), Gerard Bordás y Ortuño.
CÓRDOBA, 1: Saizar, Campabadal, Fran Cruz, Raúl Bravo, Dani Pinillos, Obiora (Luso, 62'), Abel, Gunino, López Silva (Pelayo, 75'), Juanlu y Arturo (Xisco, 56').
GOL: 0-1 (66') Xisco.
ÁRBITRO: Santiago Jaime Latre (Colegio Aragonés). Expulsó por doble tarjeta amarilla al cordobesista Luso, mientras que amonestó a los locales Gerard Bordás, Timor e Iván López, así como a los blanquiverdes Arturo, Obiora, Pelayo, Abel, Xisco y López Silva.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la vigésimo octava jornada de la Liga Adelante, disputado en el estadio de Montilivi, ante unos 4.400 espectadores. Los seguidores de la Peña Sangre Blanquiverde de Barcelona dieron color y ánimo en la grada. Los cordobesistas, que jugaron de negro, lucieron una camiseta en la que se podía leer “¡Ánimo Carlos!”, en homenaje a su compañero lesionado Carlos Caballero.
0