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Las últimas horas de vuelo de López Silva en Córdoba

José María López Silva, en los aledaños de El Arcángel | MADERO CUBERO

Paco Merino

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El extremo onubense, en la lista de descartes para un proyecto de ascenso en el que tampoco cuentan Caballero ni Fran Cruz

Estuvo como titular en el partido en el que el Córdoba ascendió a Primera División, pero eso ya no cuenta. Un año después, y tras el paso por la máxima categoría, José María López Silva (Huelva, 1983) ya no parece un elemento válido para formar parte del proyecto para el retorno. El onubense está sin estar en el Córdoba desde el pasado mercado invernal, cuando intentaron buscarle acomodo en algún lugar en el que pudiera, con tiempo, echar raíces. No hubo modo. Ahora, con contrato aún en vigor, el Córdoba está a punto de desprenderse del que fue uno de los primeros fichajes de la era González. Emilio Vega y Oltra tendrán que tomar una determinación sobre el porvenir de un futbolista cuyo futuro es complejo. Ya lo lleva siendo un tiempo. Arribó en verano de 2011 a El Arcángel en un lote que componían Jaime Astrain (ex Osasuna, al que las lesiones impidieron debutar en el Córdoba y acabó marchándose) y Carlos Caballero. Este último llegaba, como López Silva, del descendido Cádiz. El de Alcorcón tiene contrato hasta 2018. Tampoco entra, en principio, en los planes del Córdoba.

López Silva, 'El Pajarillo', parece a punto de entrar a formar parte de ese club imaginario del cordobesismo en el que figuran futbolistas como Quini, Pepichi Torres, Quero, Pablo Sierra... Jugadores ante los que uno se pregunta qué pudo ocurrir (a veces encontrando respuesta) para que no llegaran a triunfar de pleno en el fútbol profesional. Fue uno de los pilares en la temporada 11-12, con Paco Jémez en el banquillo. El técnico del Zumbacón, héroe ahora en Vallecas con el Rayo, rehabilitó al onubense y éste realizó su mejor año al lado de tipos talentosos como Javi Hervás o Borja García. Los demás se fueron marchando. Él siguió. En Segunda ha sido un referente cordobesista, aunque su trayectoria ha estado marcada por la irregularidad. Con todo, aportó lo suyo en el curso del ascenso. Fue titular en Las Palmas, el día en que sucedió lo increíble. Después, en Primera, el estreno en la madurez no le fue demasiado bien.

El club empezó a fichar en cascada a jugadores en su misma demarcación. El declive del equipo no le ayudó en absoluto y López Silva quedó desplazado. En invierno era un elemento residual en el grupo. Se habló del interés del Cádiz y el Oviedo, históricos que purgan sus culpas en Segunda B, pero no pasó de ahí. Su contrato expiraba oficialmente el próximo 30 de junio, aunque cláusulas por objetivos cumplidos le daban una prórroga que no se cumplirá. Silva terminó siendo un futbolista de Primera en la categoría de observador. Jugó su último partido en el Camp Nou. Djukic le sacó cuando faltaban quince minutos y el marcador era de 2-0. La cosa terminó fatal, con un 5-0 y una rueda de prensa que dio la vuelta al mundo. Ya saben: lo del cuchillo en la boca y tal. No es que Silva tuviera más culpa que otros en el desaguisado, pero desde aquel día no volvió a vestir la blanquiverde. Muchos se preguntaban si lo volvería a hacer.

No es el único de la lista de 16 jugadores con contrato en vigor que está en la puerta de salida de la entidad. El club ya ha comunicado oficialmente al canterano Fran Cruz, que jugó la última campaña cedido en el Alcorcón, que deberá buscarse una salida. El cordobés tiene dos años de contrato aún. Su hermano, Bernardo, sí parece estar en la órbita del próximo proyecto. El que también se caerá del esquema del futuro es Carlos Caballero, que tras su cesión en el Veria griego tiene muy complicado el continuar en El Arcángel. Este mes cumplirá 30 años y en esta campaña se ha preocupado por rehabilitarse de una gravísima lesión de rodilla en el curso 13-14. Tiene contrato firmado hasta 2018. Sus opciones de seguir son mínimas.

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