A por el séptimo en la 'era León'
Ser entrenador del Córdoba es una profesión de alto riesgo... y efímera. Desde la llegada de Jesús León a la presidencia, en enero de 2018, se han producido ocho relevos en el banquillo. Ha habido casos de lo más curioso: Sandoval estuvo dos veces, siendo contratado meses después de haber sido descartado; Francisco estuvo en verano y dimitió antes de empezar la Liga en Segunda. La salida de Enrique Martín abre la puerta a un nuevo ocupante de un cargo en el que las exigencias son mayores que los medios. Durante la era León, el entrenador que más partidos oficiales consecutivos ha dirigido ha sido José Ramón Sandoval: 17.
Romero: la herencia recibida | 69 días, 9 partidos
El joven cordobés Jorge Romero, promocionándose desde el filial, llegó al primer equipo en la época de Alejandro González en la presidencia, lo que conllevó que viviera en primera persona la transición en la propiedad. El técnico no gozaba de la confianza del nuevo dueño del Córdoba y menos aún de su director general entonces, Luis Oliver. Aun así, ambos decidieron no relevarle y concederle una oportunidad tras la reforma exprés de la plantilla. El técnico logró un triunfo por 1-0 ante el Albacete en el estreno en el palco de Jesús León, pero después no pudo impedir tres derrotas consecutivas. Al cuarto partido, con un 5-1 en contra (en Santa Cruz de Tenerife), fue destituido.
Sandoval: el entrenador del pueblo | 244 días, 33 partidos (dos etapas)
El carismático técnico madrileño debutó con una derrota ante el Granada (1-2) y la situación se dibujó ya casi como imposible. Pero él y la plantilla obraron el milagro y sellaron una salvación épica. Sin embargo, el de Humanes había perdido la confianza de los gestores, que optaron por no renovarle.
Era un héroe cuando se marchó y como tal regresó apenas un mes -y algún día- después. Retornó de urgencia para ser el capitán de un navío a la deriva. Poco pudo hacer la pasada campaña. El cuadro califal sólo sumó 11 puntos en las primeras 14 jornadas y el preparador fue cesado.
Francisco Rodríguez: visto y no visto | 32 días, 0 partidos
Tras la fiesta de la permanencia, el 2 de junio de 2018, el Córdoba entró en una fase extraña. En la cúpula del club tenían claro que José Ramón Sandoval no debía continuar al frente del equipo, casi tanto como que Francisco Rodríguez había de ser el nuevo entrenador. La entidad tardó semanas en anunciar el cambio. Pero la situación hizo que el tiempo del almeriense tuviera fecha de caducidad. Los problemas institucionales y, sobre todo, el límite salarial desgastaron al preparador, que poco más de una semana antes del comienzo de temporada decidió abandonar el club.
Curro Torres: el amago permanente | 98 días, 14 partidos
Olvidado el caso Francisco y con Sandoval de nuevo fuera, la entidad acudió a la que en verano era otra gran opción para el banquillo. Contrató entonces, en noviembre del pasado año, a Curro Torres. El hispano alemán era el favorito de León, que confió en él para dar la vuelta a una situación ya dramática. Por encuentros pareció que había sido un acierto y simplemente tocaba esperar el cambio de dinámica. El equipo cerró 2018 con una goleada a Las Palmas y se pensó que el efecto revulsivo era cierto. Pero no.
En enero, León ya lanzó un mensaje a navegantes para el vestuario y desde la dirección deportiva se remodeló la plantilla. El técnico no supo sacar partido a los cambios y a finales de febrero, tras 13 choques dirigidos, fue destituido. El cuadro blanquiverde sumó ocho puntos en ese período.
Rafa Navarro: remedio casero | 125 días, 14 partidos
Rafa Navarro había regresado a la entidad unos meses antes como director de cantera. El que fue uno de los protagonistas del ascenso en Cartagena el 30 de junio de 1999 asumió la responsabilidad con ilusión. Cumplía un sueño que, sin embargo, con las semanas se tornó en pesadilla. Pese a su voluntad, el equipo apenas ganó dos encuentros de los 14 que jugó -a estos hay que sumar la victoria directa ante el Reus, descalificado de la competición-. El final de campaña fue doloroso para el cordobés, que antes del último duelo realizó unas declaraciones de alto voltaje en relación a la plantilla. El presidente le prometió que iba a seguir dentro del organigrama, pero la promesa se diluyó.
Enrique Martín: ilusión quebrada | 114 días, 9 partidos
“Acepté por las circunstancias y el corazón. Vi consistencia, coherencia, ilusión y mi corazón dijo adelante; para que sucedan cosas diferentes hay que tomar decisiones diferentes”, dijo Enrique Martín a su llegada al Córdoba. La afición se entusiasmó. Un técnico con nombre y reputación, una cara reconocible, un motivador en tiempos de bajonazo emocional. El discurso del navarro caló. “Me ilusiona, me apasiona poder iniciar un nuevo trayecto en mi vida deportiva y personal, partiendo de cero. Venimos a ascender con el Córdoba, pero se hace en junio. Tenemos que ascender y ya está. El día 30 de junio tenemos que estar entre los 40 principales”, dejó dicho ante la prensa. La realidad ha ido por otro camino.
En nueve partidos, el Córdoba de Martín ha ganado tres, ha empatado cuatro y ha perdido dos. El último, en Cartagena, de forma inapelable ante un adversario directo. Las declaraciones posteriores al partido -tanto de jugadores como del técnico- evidenciaron el declive. El horrible aspecto extradeportivo ponía el telón de fondo a un escenario en el que solo los buenos resultados en el campo podían mantener viva la historia del retorno a Segunda. Martín se va después de admitir ante los responsables del club -el presidente León y el director deportivo Serrano- que el reto estaba comprometido. Malos resultados, malas sensaciones, malas perpectivas. Un adiós precipitado en un club que tiene mucha prisa por salir del atolladero. Que pase el siguiente.
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