Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
29 de abril de 2025 19:59 h

0

Etiquetas

Hay una imagen poderosa en el voleibol cordobés reciente: la de una niña de 13 años dejando atrás Salesianos, su casa, para lanzarse a la aventura de la élite en Soria. Hubo lágrimas y llamadas nostálgicas, sí, pero sobre todo la determinación férrea de quien persigue una pasión con mayúsculas, una oportunidad única en la vida. Esa misma determinación ha impulsado a la protagonista de esta historia a conquistar la Superliga, a ser pionera cordobesa vistiendo la camiseta de la Selección Española absoluta, a superar lesiones que frenaron sueños y a levantarse tras temporadas calificadas como “muy duras”, como la que acaba de concluir. Diez años después de aquel primer gran salto, es mucho más que una promesa: es una referente del voleibol nacional que no olvida sus raíces.

Su nombre es Raquel Montoro (Córdoba, 2002), y su trayectoria es un vibrante mapa de emociones: desde la incredulidad al levantar su primera Liga hasta los nervios en su debut con las 'Leonas', pasando por la espinita clavada de una aventura alemana truncada por el quirófano o el orgullo del bronce europeo con España. Ahora, con el contrato finalizado en Lugo y a punto de cerrar su etapa universitaria como periodista, se abre un nuevo capítulo vital y deportivo. Mientras sueña con un verano “intenso” que culmine en el histórico Mundial de Tailandia, la opuesta cordobesa se sienta a reflexionar sobre el camino recorrido, los aprendizajes, sus convocatorias con la selección y un futuro donde todas las puertas, incluso la de volver a jugar en casa, permanecen abiertas.

PREGUNTA. Gracias por atendernos. Acaba de terminar la temporada 2024-25. ¿Qué balance haces de la temporada?

RESPUESTA. Para mí ha sido una temporada muy dura a nivel físico y mental, la verdad. Este año he tenido que compaginar el voleibol con las prácticas de la universidad, entrenar mañana y tarde e intentar hacer todas las horas posibles de periodismo, que es la carrera que estoy estudiando. Por todo ello, para mí, ha sido muy complicado. Estaba muy cansada y ha sido difícil. Luego, a nivel deportivo, los resultados están ah. Estábamos pendientes de la salvación. El estar compitiendo por salvarse, y no por ningún título ni por entrar al play off es duro mentalmente para un deportista. No sé, me ha costado bastante. Además, el equipo era nuevo, entonces bueno, digamos que hacer un equipo como tal ha sido difícil.

P. ¿Cómo vivisteis esa lucha por la salvación tan agónica?

R. Sinceramente, fue caótico porque claro, a principio de temporada los resultados no acompañaban, pero siempre pensábamos que sería porque el equipo era nuevo y teníamos que adaptarnos y entendernos entre nosotras. Una vez que pasa el parón de Navidad y los resultados siguen sin llegar, entrenar todos los días, mañana y tarde, como he dicho, viendo que no ganábamos ningún partido fue muy difícil. Conseguir la salvación en la última jornada, pues bueno, menos mal que la hemos conseguido. También me alegro por el club, porque lleva muchos años en Superliga y a mí personalmente me gustaba que siguiera en la máxima categoría, pero bueno, no ha sido la mejor temporada. De todo se aprende, también te digo, porque las temporadas buenas también tienen sus cosas malas, y esto te ayuda a crecer como persona y como jugadora.

P. A principio de temporada dijiste que querías encontrar tu mejor versión. ¿Cómo te has sentido? ¿Has encontrado tu mejor versión? ¿Crees que ha podido dar más?

R. No creo que haya encontrado mi mejor versión. Creo que he encontrado una versión diferente de la que había conocido en temporadas anteriores. Desde que me lesioné, me ha costado mucho volver a jugar al ritmo que tenía antes. Esta temporada lo he hecho por momentos, no ha sido una temporada lineal para mí, pero sí que estoy contenta de haber formado parte de un equipo y de que me hayan dado la oportunidad de jugar. Eso lo valoro mucho, aunque aún me queda mucho por mejorar, dentro de lo malo, por lo menos he podido volver a jugar.

P. Una vez acabado tu contrato con CV Arenal Lugo. ¿Cuál es tu situación actual?

R. Bueno, ya tengo cosas miradas y he hablado con varios clubes, pero no puedo decir nada todavía.

P. Estamos aquí, en Salesianos, donde te criaste. ¿Cómo recuerdas tus inicios en voleibol aquí?

R. La verdad es que volver a Salesianos después de 10 años ha sido algo muy bonito para mí. Ver a los profesores que tenía ha sido muy guay y no sé, recuerdo Salesianos como una época muy bonita porque era muy pequeña, y aunque ha pasado mucho tiempo, me gustó esa época. Es una parte de mí que desconocía todo lo que podía llegar a ser el voleibol en mi vida y me ha gustado mucho volver.

P. ¿Por qué elegiste jugar al voleibol?

R. Empecé a jugar por mis amigas, que jugaban aquí en el cole. La oportunidad de irme a Soria lo cambió todo. A mí me hacía ilusión porque es de esas oportunidades que solo se tienen una vez en la vida y dije, “bueno, la voy a aprovechar y si no me gusta siempre puedo volver a casa”. Me acabó gustando y allí descubrí un voleibol diferente, un voleibol profesional al que me podría dedicar. Si trabajaba duro podía llegar a eso. Básicamente por eso me decidí por el voleibol, porque me gustó.

P ¿Cómo fue esa decisión de dejar tu casa, de irte a Soria, de cambiar todo siendo tan joven?

R. Tenía 13 años, era muy pequeña. Me fui a Soria en tercero de la ESO y para mí fue una decisión muy fácil de tomar porque quería esa aventura. Para mis padres, seguramente, fue más difícil, pero yo lo disfruté mucho. Es verdad que los primeros meses que estuve allí llamaba a mis padres llorando todos los días prácticamente, hasta que ya en Navidad me di cuenta de que me gustaba todo aquello. No fue del todo malo.

P. ¿Qué aprendizaje crees que fue el más importante de tu etapa en Soria?

R. A nivel deportivo tener paciencia, porque hay que entrenar mucho para conseguir las cosas, no llegan de la noche a la mañana. A nivel personal, el saber gestionarme porque yo iba a un instituto normal por la mañana y entrenaba 4 horas por la tarde, contando las dos horas de pista y las dos de gimnasio. Solo tenía la noche para estudiar, y eso me ha ayudado mucho ahora para estudiar la carrera y saber gestionar el tema de estudio, del trabajo y de los entrenamientos.

P. ¿Cómo se vive estudiando una carrera, siendo jugadora profesional de voleibol? ¿De dónde saca el tiempo?

R. Sinceramente no lo sé. Alguna noche me he tenido que quedar hasta tarde para estudiar, pero es eso, saber gestionarme y saber que si un trabajo no es para mañana y yo estoy muy cansada, tengo que dormir, y poco a poco ir haciendo las cosas. Mi ratito libre, que es al final cuando te dan libre en el club, realmente es para estudiar.

P. Después de Soria llegó esa gran etapa en Gran Canaria. ¿Cómo la recuerdas? ¿Cuál crees que fue la clave de aquel éxito?

R. La clave, sin duda alguna, fue el grupo. Era un grupo increíble con muy buenas personas y muy buenas jugadoras. Y, por supuesto, el entrenador, Pascual Saurín, que era mi entrenador en Soria, mi entrenador en la selección y mi entrenador en el club. Lo conocía, sabía lo que quería y el resto de jugadoras igual, porque también eran jugadoras internacionales. Eso facilitó mucho el poder ganar títulos. Para mí fueron dos años increíbles y hasta el momento diría que los mejores que pasamos en términos profesionales.

P. ¿Cómo te sentiste al conseguir tus primeros éxitos?

R. No me lo creía. El ganar la liga el primer año fue una pasada. Nunca pensé que en mi primer año de profesional en Superliga ganaría una liga, pero ni mucho menos que llegaría tampoco a subcampeona de Copa de la Reina. Pero bueno, son cosas que vas entrenando y van llegando poco a poco.

P. Ganar una liga es como un 'check' en la lista, un logro conseguido.

R. Sí, sí, es el top. Para mí esa temporada fue increíble y ya también te da motivación para la siguiente. Una vez que ya has conseguido eso, todas las temporadas lo quieres, pero bueno, no todas se consigue.

P. Tras ese gran éxito, tuviste esa aventura en Alemania. ¿Qué te motivó a ir hasta allí?

R. A mí siempre me ha ilusionado mucho el jugar fuera de España. Era algo que tenía pensado cuando estaba en Soria. No sé, una aventura nueva, ¿no? Cuando terminé mis dos años en Gran Canaria, decidí irme a Alemania. No salió todo lo bien que me hubiera gustado porque me tuve que volver a operarme. Y bueno, todavía tengo esa espinita clavada de irme al extranjero, la verdad.

P. Viéndolo ahora en perspectiva, ¿qué diferencia has notado entre el voleibol de España, de Alemania, y de lo que has vivido en Gran Canaria, Tenerife, o Lugo?

R. La mayor diferencia entre España y el extranjero es la estructura de club. En el extranjero se lo toman como una empresa, está todo muy bien organizado, profesionalizado, y es algo que me da un poco de pena. En España hay muy buenas jugadoras y lo que yo creo que falta es estructura y, sobre todo, visibilidad. En Alemania daba igual si era un amistoso, el pabellón estaba lleno y aquí en España es muy difícil llegar a llenar el pabellón. Vamos, diría que imposible.

P. Ya se puede decir que eres una figura reputada dentro del voleibol. ¿Cómo ves el deporte aquí, en Córdoba?

R. Bueno, no sé si reputada -ríe-, pero en Córdoba creo que están haciendo las cosas muy bien. De hecho, que varios clubes de Córdoba se hayan clasificado al campeonato de España es algo muy positivo. Eso hace unos años no pasaba. Creo que se está haciendo muy buen trabajo tanto con los chicos como las chicas. Y bueno, ojalá algún año estén en Superliga.

P. ¿Te plantearías una oferta de algún club de Córdoba en caso de que lograsen llegar a Superliga?

R. Bueno, ¿por qué no? Esta es mi casa.

P. Bueno, obviamente hay que hablar también de la camiseta que llevas, de la selección española. ¿Cómo te sentiste cuando recibiste aquella llamada que te informó de que ibas a formar parte de las leonas del voleibol?

R. Fue hace muchos años y todavía lo recuerdo porque fue muy ilusionante para mí. Recuerdo que me llamaron y fui una semana solamente, pero me dolía la boca de sonreír porque era algo que yo no había vivido nunca. Jugadoras muy buenas que yo veía por la tele estaban junto a mí, y jamás me esperé que pudiera jugar y entrenar con ellas. Que a mí me llamasen con 15 años fue una pasada.

P. ¿Qué sentiste al debutar por primera vez?

R. Estaba supernerviosa. Recuerdo que fue en Guadalajara, en 2019. Vino mi familia a ver el partido porque era el primer partido que jugaba en España y sabían que posiblemente debutase. Recuerdo salir al campo y estar temblando prácticamente.

P. Eres la primera cordobesa que ha llegado a la selección. Eres una referente también para las niñas. ¿Cómo lo llevas?

R. Bueno, bien. He ido a varios colegios a dar charlas, me encanta hablar con las niñas. Ojalá el deporte se viviera más. Ojalá muchas quisieran llegar lejos o, por lo menos, les gustase el voleibol como para hacer de eso su vida. Se está haciendo un buen trabajo.

P. ¿Qué mensaje le mandarías a cualquier niña que te esté leyendo y que le guste el voleibol?

R. Que si tiene la ilusión de jugar a voleibol, siga con ello. Que trabaje duro, y que nunca se sabe cuando te puede llegar la oportunidad.

P. Entrando en el último tramo de la entrevista. ¿Cómo viviste aquella Golden League donde conseguiste el bronce con la selección? Te nombraron como la mejor sacadora del campeonato.

R. Fue una pasada. Hace unos pocos años ya, pero que la selección consiga un bronce en Liga Europea es algo increíble. Ahora, bueno, se ve un poco lejano también porque como hemos clasificado al Mundial, pues se ve que estamos dando pequeños pasitos. Pero de pasar en 2019 que fue el primer europeo después de tantos años, a un bronce en 2021 de Liga Europea y ahora en 2025 al Mundial, es algo increíble para la selección.

P. Precisamente la siguiente pregunta tiene que ser sobre el Mundial. ¿Cómo afrontáis esa cita histórica?

R. Tenemos un verano muy intenso. Yo no sé a lo que estaré convocada y a lo que no. Ojalá me convoquen a todo, porque, bueno, me gusta mucho estar en la selección y el Mundial, al ser al final de verano, tenemos todos los meses para prepararlo. Ahora tenemos la Golden League, un Mundial Universitario, el Preeuropeo que todavía nos quedan dos partidos y luego el Mundial en Tailandia.

P. ¿Hay nervios?

R. Sí, pero siempre con ilusión.

P. Viendo toda la trayectoria que hemos revivido, ¿cómo crees que ha cambiado Raquel Montoro desde su inicio?

R. En 10 años he cambiado mucho. Ahora creo que me tomo las cosas con más calma porque soy una persona que igual piensa mucho o al principio se estresaba mucho. Creo que ahora todo llega y, que si me tiene que pasar algo, pues será por algo. Intento fluir y hacer las cosas con paciencia.

P. ¿Qué objetivo y qué metas te pones de cara a los próximos 5 años?

R. Que el voleibol me siga ilusionando como lo hace ahora.

P. ¿Hay duda de que te siga ilusionando?

R. Pero es que nunca se sabe, ¿no? Entonces, bueno, me gustaría que fuera un deporte que me dure muchos años.

P. A nivel personal, profesional, ¿tienes alguna meta más allá de terminar la carrera?

R. Bueno, la carrera la termino este año, entonces no lo sé. Compaginar trabajo de periodista y voleibol es muy difícil. Entonces, bueno, ya veré.

P. Y ya la última. Si tuvieses que quedarte con un momento de tu carrera, ¿con cuál te quedarías?

R. Con el bronce de la Liga Europea.

P. ¿Por qué? ¿Algún recuerdo marcado?

R. Bueno, recuerdo que fue un verano muy largo, dos meses entrenando. Llegamos a la final ilusionadas, pero muy cansadas; teníamos que ganar partidos si queríamos conseguir algo. Fue una pena no meternos en la final, pero bueno, el bronce está muy bien.

P. Bueno, esperemos que este año se vuelva a repetir en el Mundial y que sea con Raquel Montoro en las filas. Muchas gracias.

R. Ojalá. Gracias a vosotros.

Etiquetas
He visto un error
stats