Un paso atrás entre tareas pendientes
Como si fuera un globo que terminó por explotar. Es quizá ésta la impresión que dejó tanto dentro del vestuario como en el entorno del equipo el duelo con el Nàstic. En su primer encuentro del recién estrenado año, el Córdoba repitió síntomas del pasado. El conjunto blanquiverde pareció desdibujado por momentos en Tarragona, ante un rival que aun después de ganar es colista, y cometió errores casi olvidados. El resultado no fue otro que una derrota tras cuatro jornadas sin perder y la caída a la penúltima plaza de la clasificación. Además, el 1-0 en el Nou Estadi supuso cerrar la primera vuelta del campeonato de Liga sin conocer la victoria lejos de casa. Las sensaciones tampoco fueron buenas, de ahí que surja la idea de dar un necesario giro rápido a los hechos.
“Veníamos de un partido bueno en casa, de ganar con contundencia, y también de un mes sin perder. Veníamos con la ilusión de dar un paso más”, señaló Quim Araujo tras el duelo con el Nàstic. “Se ha hecho un trabajo y no ha salido. Es difícil puntuar fuera, nos está costando mucho. Es una tarea pendiente que tenemos, es algo que debemos corregir ya y hacerlo porque es muy importante puntuar fuera y no sólo en casa para poder salvarnos”, prosiguió el centrocampista. En las palabras del barcelonés era fácil percibir la desazón del vestuario blanquiverde, cuyos componentes sabían -y saben- que perder esta vez tenía una repercusión mayor que en otros partidos. Más que nada por lo que podía suceder, y ocurrió, en la clasificación.
El mediocentro valoró que el Córdoba buscó el empate hasta el último instante, algo que sin embargo no fue, ni es, consuelo. “Lo hemos intentado hasta el final. Es verdad que hemos tenido la mala fortuna de quedarnos con uno menos. Eso obviamente pesa mucho, porque hay que dar un paso más y exige más el partido”, declaró al respecto. Al final, los blanquiverdes no pudieron evitar la derrota y terminaron con un regusto amargo, sobre todo al recordar la ocasión de Piovaccari -con intervención salvadora de Bernabé, portero del Nàstic-. Pero esto es también un árbol que no debe tapar el bosque. “Ojalá hubiéramos rascado un punto. Tal y como estaba el partido hubiese sido bueno. Pero nosotros tenemos que tener más exigencia, tenemos que intentar dar un paso más, tener mejores sensaciones incluso, no sólo los tres puntos sino hacer buenos partidos, jugar bien”, expuso Quim Araujo después del encuentro.
Así, el catalán consideró que, en efecto, el Córdoba dio un paso atrás entre las tareas que tiene pendientes. Una de ellas es la mejora de imagen a la que aludió. Otra que ya es de obligada realización, aprender a vencer lejos de El Arcángel. Porque el conjunto blanquiverde completa la primera vuelta sin ganar como visitante, un dato que permite comprender mejor si cabe la situación clasificatoria del equipo. La derrota en el Nou Estadi fue un varapalo más grande aún al tener en cuenta la dinámica positiva en la que se encontraba el cuadro califal, que en las últimas cuatro jornadas no cedió. De hecho, llegaba a la contienda en Tarragona con la moral alta, al menos en principio, tras golear a Las Palmas (4-1) en la despedida de 2018. Todo esto saltó por los aires y ahora sólo toca recomponer la figura lo antes posible.
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