“No pensé en dimitir en ningún momento”
Fue un adiós elegante, sin estridencias. Emilio Vega dijo adiós en la sala de prensa de El Arcángel fiel a su estilo sobrio, dejando al lado las polémicas. La mala situación del Córdoba ya ha dejado a las primeras víctimas tras su paso. El director deportivo, junto al secretario técnico, Keke Durán, han sido los primeros en salir, aunque no de la forma que hubiesen elegido, de la espiral negativa en la que anda metido el club. “En primer lugar, quiero decir que me hubiera gustado aparecer en más ocasiones. No he tenido ningún problema a aparecer tanto en los momentos buenos como en los malos. Me considero un hombre de club en la política de comunicación, y eso es lo que me ha impedido aparecer en algunas ocasiones. Yo respeto la política del club”, ha comenzado afirmando Emilio Vega en su despedida ante la prensa.
Un adiós en el que ha estado acompañado de sus antiguos compañeros en la dirección deportiva, así como de varios miembros del cuerpo técnico, entre los que sobresale la figura de Carrión. “Respeto la decisión que se ha tomado, pero me hubiera gustado seguir hasta el final. No pensé en ningún momento en la dimisión. La labor de un director deportivo va más allá de fichar, y creo que hubiera podido ayudar en más cosas, en estos momentos que no son fáciles”, ha puntualizado.
Vega ha comenzado haciendo un balance de su segunda etapa en dicho cargo en la entidad blanquiverde, recordando además sus años como jugador. “Cuando me ofrecen volver a mi club, y lo digo con la boca bien grande, mucha gente me dice que lo piense bien. Yo fui un jugador bastante discreto, mediocre. Pero siento este club como ninguno. No sé si habrá muchos jugadores que hayan estado aquí cinco temporadas. Además, mi familia la tengo toda aquí. Considero que es mi casa”, ha destacado. Una decisión complicada en dos sentidos. Por un lado, “todos los profesionales sabemos que cuando trabajas en casa, si todo funciona bien es un disfrute. Pero si las cosas se tuercen, habiendo hecho el mismo trabajo o incluso más como este año, el hándicap es importante”. Además, cabe recordar que su propuesta se fragua con una plantilla recién descendida. “Cuando me incorporo, el año pasado, el 99% de los jugadores me pedían salir. Estaban destrozados. Y a pesar de todo, y gracias a la entrega de una plantilla excepcional, se consiguió hacer la mejor primera vuelta de la historia, si no me equivoco. Se logró la mejor clasificación de los últimos veinte años en la categoría, si no me equivoco. El ascenso solo lo impidió un Girona, que estaba apoyado por el Manchester City”.
Emilio Vega asume los errores que haya cometido en este tiempo. “Como he dicho, la labor de un director deportivo no es solo fichar. No cabe duda de que me he equivocado en cosas. Cuando piensas en un jugador que puede dar un rendimiento, y al final da otro, por ejemplo. Pero no es el momento para decir si me equivoqué aquí o allí”, ha subrayado. No obstante, y a pesar de ser –hasta el momento− la primera cabeza de turco, ha matizado que “el año pasado consideraba que todos éramos responsables de lo bueno, al igual que ahora considero que todos lo somos de lo malo. No me he parado a pensar si se me señala como culpable. El fútbol ha pasado de estar en manos de los aficionados, a que ahora haya propietarios que tienen la potestad para ser diferentes a la otra figura. Eso sí, si he estado aquí es porque yo consideraba que con la forma de trabajar que había, se podían considerar los objetivos”.
Respecto a su salida, el exjugador blanquiverde ha afirmado que “el despido me lo comunicó Alejandro. De Carlos no he tenido ninguna llamada”. Y pese a la dificultad del momento, ha vuelto a destacar que ha hecho “todo” lo que ha estado en sus manos. “En mi primera etapa vine para ascender de Segunda B a segunda A, y lo conseguimos. En la segunda lo hice con la idea de volver a Primera, y el año pasado estuvimos a punto”.
Finalmente, Emilio Vega ha querido resaltar la importancia de la unión en lo que resta de temporada, así como agradecer y destacar la labor de todos los compañeros con los que ha trabajado, tanto al “cuerpo técnico anterior con Oltra, Chema, etc. Y al de ahora con Carrión al frente. También para Keke, Fran, Alexis”. “Yo estoy convencido de que la plantilla tiene potencial con otros doce equipos. Al principio estuvimos arriba, pero luego se torció un poco. Hay jugadores que el año pasado fueron vitales, pero que por diferentes situaciones no están en su mejor momento”. Asimismo, ha argumentado que está “convencidísimo de que se va a salvar la categoría. Me dirijo con todo el cariño y con todo el respeto a los cordobesistas. Es un momento para apoyar a los jugadores. Pido esa unidad. Creo que el ambiente que se vivió contra el Huesca no es bueno para nadie. Ahora hay que apoyar durante los noventa minutos. Esto no deja de ser un juego. No hay una fórmula para el éxito. El porcentaje de suerte influye”.
“Si hubiéramos ascendido a Primera, hubiera sido más fácil configurar la plantilla. El presupuesto nos influyó en los jugadores que teníamos vistos. También influye que puedas acceder a ciertos jugadores o no. Me quedan cosas por aportar, y me hubiera gustado estar hasta el final. Tampoco sé ahora mismo que deparará el futuro”, ha apostillado.
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