Jaime Romero, un puñal para la banda izquierda
Después del séptimo viene el octavo. Y ocho van ya. Seis días después de la cascada de anuncios, con siete fichajes y dos renovaciones, el Córdoba vuelve a informar de un movimiento de entrada. Tras la salida de Antoñito, que se conociera horas antes, el club comunicó en la tarde de este sábado la incorporación de uno de los hombres de banda que buscaba. Es un futbolista llamado a ser importante si las lesiones le respetan. Se trata de Jaime Romero, que recala en el conjunto califal procedente del Osasuna. El extremo izquierdo firma por el cuadro califal a pesar de que, según apuntan desde Pamplona, tenía un acuerdo con el AEK de Atenas. La llegada, por otro lado, del futbolista supone un desembolso por parte de la entidad blanquiverde debido a que rubricó una clausula de 500.000 euros por su salida a otro equipo de España. Un hecho éste que confirmó después el propio cuadro navarro. Firma por tres temporadas, hasta 2020.
Jaime Romero Gómez (Valdelagrana, Albacete, 1990), octavo fichaje del Córdoba de cara a la próxima temporada, es uno de esos jugadores que bien pueden tenerse de perfil alto. Sobre todo si se tiene en cuenta que el pasado campeonato liguero militó en Primera, categoría en la que sólo las molestias físicas le impidieron completar un curso notable. Formado en los escalafones inferiores del Albacete, que precisamente esta campaña está de regreso en Segunda A, debutó con el primer conjunto manchego en la división de plata en la 2008-09. Ese ejercicio disputó 36 encuentros de Liga y anotó tres goles. A sus 18 años llamó la atención y el Udinese vino a por él. Apenas jugó cuatro choques en la Calcio con esa escuadra. En la 2010-11 sumó once partidos en la elite italiana con el Bari. Después, terminó su período en el extranjero y retornó a España.
En verano de 2011 fichó por el Granada. Con el conjunto nazarí acumuló dos cursos en Primera, en los que participó en un casi una treintena de duelos. Con 23 años fue el Real Madrid el que prestó atención al futbolista albaceteño, que en la campaña 2013-14, la del ascenso del Córdoba a la máxima categoría, vistió la elástica del Castilla en Segunda A en 32 partidos. Fue su segunda temporada más regular en minutos. Fue en 2014 cuando dio el salto al Zaragoza, con proyecto ambicioso y en el que estuvo dos ejercicios en la división de plata. En la 2014-15 participó en 26 choques de Liga y en el siguiente campeonato apenas pudo sumar nueve. Las lesiones empezaron a hacer mella en un jugador que, sin problemas físicos, puede resultar diferencial. La pasada campaña formó parte del Osasuna, con el que disputó casi una veintena de jornadas en la elite. De nuevo las molestias evitaron que pudiera tener más presencia sobre el campo.
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