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Honor al rey rojo

Los jugadores del Innovasur Maristas, campeones de la Copa Diputación 2018 | ÁLEX GALLEGOS

Paco Merino

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Con brillantez y sin discusión. El pabellón del Colegio Cervantes asistió a un acontecimiento singular, nunca visto en el baloncesto provincial: un mismo club se proclamó triunfador de la Copa Diputación tanto en categoría masculina como femenina. Lo hizo, además, al calor de su hogar y con un estilo impecable, combativo y con deportividad. Y altamente efectivo. El Deza Maristas femenino y el Innovasur Maristas masculino superaron a sus adversarios, el Adeba y el Muser Auto Cordobasket, con meridiana claridad. Apenas les dejaron opción. El entusiasmo final de jugadores y público estaba plenamente justificado. El pabellón colegial se reafirmó como uno de los templos del deporte de la canasta en Córdoba. Sus nuevas generaciones de jugadores han hecho que apostar al rojo sea una opción ganadora.

En categoría masculina, el Innovasur Maristas dio una lección de compromiso y ofreció un juego por momentos espectacular. Después de superar una carrera de obstáculos -eliminó en las rondas anteriores al siempre difícil Virgen del Carmen y al CP Peñarroya solo unas horas antes de jugar la final- le esperaba en el partido por el título el Muser Auto Cordobasket. El máximo representante provincial -militará en la Liga EBA- tenía ya garantizado su sitio en el partido decisivo. El equipo que preside Ángel Lopera, que había ganado las dos anteriores ediciones del torneo, se presentaba con bajas de consideración -Adolfo Vega, Joselito Gutiérrez, Carlos García- y sin contar con jugadores extranjeros aún. Su entrenador, Jesús Lázaro, contaba en el grupo con un buen puñado de juniors y algunos de los puntales del primer equipo, como el pívot Ángel López o el base Ángel Vázquez.

El partido estuvo equilibrado por poco tiempo. El Maristas se adelantó con las dos primeras canastas y el Muser Auto solo encontró respuesta en un inspirado José Antonio Moreno, que firmó los primeros siete puntos del equipo. Sin embargo, bajo la guía del base Juan Ramirez -ex del Muser-, el Maristas se disparó hasta un 23-11 con una andanada brutal de triples encestados. Pese a las rotaciones de Lázaro, la reacción nunca llegó a consumarse. Espoleado por su propio éxito, con un gran partido colectivo y fases determinantes del pívot Ortiz y el base Juan Ramírez, además de la aportación desde el perímetro de Espinosa y Cabello, el conjunto de Luis Requena mantuvo siempre el partido bajo control. El Maristas juega con la base del equipo que ha actuado en las últimas campañas en la Liga Provincial, de la que fue campeón, y la única incorporación de Ramírez.

El marcador siempre estuvo a favor del Maristas, que dominó el primer cuarto (27-19) y el segundo (30-21) para llegar al intermedio con 17 puntos de renta (57-40). Después del paso por los vestuarios mejoró el Muser Auto, que exprimió al liderazgo de Ángel Vázquez para reconducir la situación. Sin embargo, los juniors del conjunto de Lázaro no encontraron el modo de hincar el diente a un partido que ya era de gobierno total por parte de los anfitriones. A base de casta dieron un último arreón que logró rebajar la diferencia a menos de diez puntos (90-82 a 1:30), tras triples seguidos de Ángel López y José Antonio Moreno, pero Cabello dio la réplica y no permitió el milagro. El Innovasur Maristas se proclamó campeón y homologó su condición de equipo a tener muy en cuenta en su temporada de reencuentro con la Primera Nacional.

En féminas no hubo más color que el rojo del Deza Maristas, que pasó como un ciclón por encima del Adeba. El tradicional duelo de rivalidad local, que cada año depara momentos de extraordinaria intensidad en todas las categorías en las que ambos se encuentran, fue esta vez muy desigual. El conjunto que adiestra en este curso Chany Del Rey salió al máximo de revoluciones y marcó un parcial de 19-2 que acabó con la resistencia -especialmente anímica- de su rival. El Adeba se repuso del golpe y no bajó la cabeza, aunque era evidente que sus opciones de reparar ese mal comienzo eran nulas. La veterana Raquel Pérez volvió a ser el alma del Maristas, que también encontró buenos apoyos en la pívot Rafi Gutiérrez y en la alero Carla Torrubia, quienes dejaron muy buenos detalles dentro de un tono general más que notable. Las de José María Alcántara, con mucha juventud en sus filas, no encontraron la fórmula en un encuentro que se enturbió para ellas desde el arranque. El 76-40 final resultó clarificador.

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