Guardiola vs Mata: duelo al sol de El Arcángel
Ellos lo tienen claro. Saben que les van a mirar. Que les van exigir. Que desde le grada rezan para que ellos hagan su trabajo. Son los nueves, los goleadores de referencia, los que salen en las fotos corriendo alborozados o echándose las manos a la cabeza. Y lo asumen porque es su oficio. Sergi Guardiola (Jumilla, 1991) y Jaime Mata (Madrid, 1988) acapararán el foco este domingo (12:00) en el Córdoba-Valladolid, un partido al filo de lo imposible. Los anfitriones, con el campo repleto -tercer lleno consecutivo-, ansían un punto de partida -los tres de la victoria, obviamente- para aspirar al milagro de la salvación. Los pucelanos, inmersos en la pelea por el retorno a Primera, ven a los blanquiverdes -aunque no lo van a decir públicamente- como un adversario accesible para mejorar su discreto balance en las salidas -11 puntos de 39 posibles- y elevar su crédito en la pugna por el play off. Que uno y otro consigan su propósito tendrá mucho que ver con el desempeño de sus delanteros. El duelo al sol de los dos más afamados pistoleros de Segunda llega envuelto en el aroma de la trascendencia.
Mata (23) y Sergi Guardiola (14) son los reyes del gol en la categoría. Lo del pucelano es brutal. En su increíble producción -va camino de superar de largo los récords de la categoría- se basa una etiqueta intimidadora: el Valladolid lleva 48 dianas y es el mejor en este aspecto en toda la Liga. Camino ya de los 30 años, este delantero de 1'87 vive estimulado por su propio éxito. Sabe lo que significa el título de pichichi en Segunda: ofertas de la máxima categoría, de ligas extranjeras más potentes -la Championship siempre está ahí- o un contrato suculento en un aspirante. Termina su vínculo el próximo mes de junio. Si el Valladolid asciende, será sin duda uno de los héroes de la gesta y optará a la recompensa. En caso contrario, puede resolver su porvenir. Marcar goles en la división de plata es un buen reclamo. Desde Jorge Molina a Sergio León, pasando por Rubén Castro, Ulloa, Charles, Naranjo o Florin Andone. Mata ha formado su expediente en plazas de segunda fila durante mucho tiempo. Fue un jornalero del gol sin raíces en ninguna parte. Pegaso, Socuéllamos, Móstoles y el filial del Rayo precedieron a un cambio: hizo el puente aéreo y se fue a Cataluña. Metió goles en el Lleida y le reclutó el Girona, donde vivió dos buenos años. En el Valladolid se está saliendo: 23 goles en 26 partidos, con siete dobletes. El último, la semana pasada para contribuir a la victoria por 3-2 ante el líder Huesca. Mata nunca ha jugado en Primera.
Tampoco lo ha hecho Sergi Guardiola, que llegó al Córdoba este verano con un expediente demasiado sellado -otro culo de mal asiento- y a la sombra del fichaje estelar de Jona. Unos meses después, la estrella ya no está -le enviado cedido al Cádiz- y el actor secundario ocupa las portadas. Guardiola ha firmado 14 tantos en 25 partidos con un Córdoba que le fichó hasta el 30 de junio de 2019. Si el equipo descendiera -también si no lo hace-, no faltarán ofrecimientos por este ariete de 1'85 y 26 años que está viviendo la temporada más crucial de su carrera. Onteniente, Getafe, Novelda, Eldense, Alcorcón, Granada B, Adelaide United -en Australia- y Real Murcia fueron las escalas de un punta con muchos recursos en el remate, una más que notable técnica y un instinto rematador forjado en la Segunda B. En una división superior, y en un equipo con problemas y presión, Guardiola se está erigiendo en uno de los jugadores revelación de la temporada. Nunca hizo tantos goles en un mismo curso y quiere más. Si sirven para salvar al Córdoba se convertirá en un mito blanquiverde. Este domingo las cámaras le apuntarán en El Arcángel.
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