Es más el drama en el hogar: el Córdoba sí sufre el descenso en El Arcángel
Como la vida misma. Así es el fútbol, al igual que cualquier otro deporte en realidad. La línea entre la felicidad y la tristeza es más delgada de lo que a veces se piensa. De hecho es igual de fácil sufrir un golpe que celebrar un éxito. En ocasiones lo es más si cabe. Lo cierto es que además de triunfos también se producen derrotas. O dicho de otro modo, de idéntica manera es tan posible festejar un ascenso como lamentar un descenso. De esta doble vertiente emocional no escapa tampoco el Córdoba, y bien lo sabía su mayor leyenda. “A mí nada. He vivido todas las épocas y toda la historia del Córdoba, y la he vivido dentro del club”, aseveró José Luis Navarro del Valle en 2016. El madrileño realizó dicha afirmación en una entrevista N&B de CORDÓPOLIS al ser cuestionado sobre si le restaba algo por conocer en relación al conjunto blanquiverde. Nada le quedó por ver y sentir, incluso la pérdida de división. Un hecho éste al que sí se acostumbró la afición en El Arcángel…
La hinchada del cuadro califal tuvo que habituarse a lo largo de la historia a disfrutar de los mayores éxitos desde la distancia. Porque sólo uno de los ocho ascensos del equipo se produjeron en feudo ajeno. Muy diferente fue la realidad hasta ahora en la línea contraria. Hasta tres de ocho descensos los sufrió el Córdoba en El Arcángel, y curiosamente fueron los más recientes hasta el último padecido. También dos de ellos fueron los más dolorosos jamás vividos por las formas. La narración en este caso tuvo su inicio la temporada 1968-69, cuando el conjunto blanquiverde supo por primera vez lo que significa caer de una competición a la inferior. Entonces el varapalo fue al ceder el rol de Primera para regresar a Segunda. La mala noticia se consumó de manera definitiva a dos jornadas del final del campeonato después de saldar con empate a cero la visita al Pontevedra en Pasarón.
Una situación muy parecida se dio tres temporadas después, de nuevo con caída de la élite a la segunda categoría del fútbol español. La campaña 1971-72, la última hasta la 2014-15, el Córdoba volvió a Segunda otra vez dos jornadas antes de la conclusión de la liga. El duro desenlace se vislumbraba desde tiempo atrás y vino a cerrarse con una derrota por 4-2 ante el Valencia. En Galicia se consumó el tercer descenso del cuadro califal, al igual que el primero lo padeció en Pontevedra. Fue el curso 1977-78 cuando Riazor se convirtió en un feo escenario para el equipo, que cayó a una Segunda B casi recién creada. La división de bronce llevaba apenas un curso de existencia entonces, cuando el conjunto blanquiverde cedió su rol de Segunda. Aquella campaña sí que tuvo opción de luchar hasta el último momento, si bien el final fue realmente doloroso. Básicamente porque tuvo lugar con una contundente derrota por 6-1.
Bastante más anticipado fue el cuarto descenso del Córdoba en su historia. Éste fue el que sufrió la temporada 1982-83, otra vez a Segunda B. Entonces el equipo estaba dirigido por Gonzalo Uceda tras la destitución de Zdravko Rajkov. El técnico cordobés no fue capaz de enderezar el rumbo del cuadro califal, que acabó por caer a la división de bronce con cinco jornadas de adelanto respecto del final de la campaña. Sucedió al perder por 4-0 en Palencia. Sólo una campaña después vivió el conjunto blanquiverde otro duro golpe. Era la peor etapa del club, que se vio abocado a jugar en Tercera el curso 1984-85. Fue después de otro campeonato desastroso que tuvo un desenlace prematuro, ya que los cordobesistas abandonaron la tercera competición nacional a tres fechas del cierre. Precisamente ésta fue la primera ocasión en que El Arcángel fue escenario del llanto pese a vencer por 2-1 ante el Deportivo Aragón.
Pero si un triste desenlace resultó especialmente traumático éste fue el sufrido el 12 de junio de 2005. Una temporada que había de ser de celebración terminó con gran amargura tanto para el club como para la afición. Porque la campaña 2004-05 era la del cincuentenario del Córdoba, que entonces tuvo hasta cuatro entrenadores y llegó a enero con apenas seis puntos. Sin embargo, una amplia reestructuración del plantel en el mercado de invierno permitió soñar con la salvación. Muy cerca la tuvo pero… El cuadro califal nadó y se ahogó en la orilla, como suele decirse. Perdió por 3-4 ante el Valladolid y El Arcángel enmudeció. Aunque después vino el aplauso colectivo en lo que fue el consuelo compartido. El equipo, en ese instante adiestrado por Juan Carlos Rodríguez, volvió de nuevo a Segunda B.
También muy duro, por la forma, fue el penúltimo descenso blanquiverde, que hasta la fecha es el último que se dio en el coliseo ribereño. Después de colocarse en mitad de tabla, el Córdoba completó una segunda vuelta bochornosa el curso del histórico retorno a Primera tras más de cuatro décadas. Fue la campaña 2014-15 y el equipo, con otros cuatro preparadores y en ese momento con José Antonio Romero, cuando sólo sumó dos puntos en 19 partidos. La puntilla por tan nefasta actuación se la dio el Barcelona en una tarde de calor, con altísimos precios de suplemento y un rotundo, y probablemente falto de compasión, 0-8. Tras esta racha en El Arcángel, los califales sufrieron su última pérdida de categoría el campeonato 2018-19 muy lejos de casa. Y fue, capricho del destino, en el mismo lugar en que se regresó a Primera. Ocurrió en Las Palmas y condujo a los cordobesistas, de nuevo, a Segunda B.
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