Cuatro aspirantes y un doble objetivo en Tercera
De la urgencia a la máxima aspiración. Así ha transcurrido el primer tramo de temporada -a falta de un partido para el cierre de la primera vuelta- para los conjuntos cordobeses en el Grupo X de Tercera División. Cuatro aspirantes para dos objetivos bien distintos, pues lo cierto es que el cuarteto provincial marcha repartido en los polos opuestos de la clasificación. La cara y la cruz. El domino más absoluto y el sufrimiento más amargo. Así se han despedido del año 2019, el cual ha transcurrido con las aspiraciones muy por encima de lo previsto para el Puente Genil y el Ciudad de Lucena, dos de los clubes más en forma del campeonato, mientras que para el Córdoba B ha sido una auténtica odisea cargada de obstáculos que, hasta la fecha, no ha logrado superar. Por último, el Pozoblanco anda inmerso en la pelea que esperaba, aunque quizá un pequeño peldaño por debajo del rendimiento establecido.
De este modo, el más laureado es el Salerm Cosmetics de Puente Genil, que parte como el flamante aspirante a la promoción. El cuadro pontano cerrará el año como líder en solitario con 39 puntos, uno más que sus dos siguientes perseguidores. El conjunto de Diego Caro ha demostrado una solvencia absoluta, tanto dentro como fuera de casa, lo que le ha llevado a liderar la clasificación ya desde hace varias jornadas. Y eso que no empezó con el tono del todo dominante el equipo rojillo, que tuvo que padecer dos derrotas y un empate en los seis primeros compromisos del torneo (incluida una caída en el derbi ante los lucentinos). Sin embargo, desde ese momento la solvencia ha sido prácticamente plena, al cosechar únicamente una derrota y dos empates más en los 12 siguientes compromisos.
Números de récord para la entidad, que se ha ganado el permiso de soñar a lo grande. Y no es para menos, pues, tras lo visto en el arranque de competición, el siguiente tramo no augura nada que no sea crecimiento. De hecho, no es el mejor equipo ni en ataque ni el defensa -lo que da mucho margen para la mejora-, aunque en esos déficits ha encontrado un equilibrio en el que también ha aprendido a sufrir. Ganar por la mínima se ha impuesto, hasta el momento, como el orden establecido.
Una situación similar es la que vive el Ciudad de Lucena, tercero en la tabla con 38 en su casillero. No obstante, su caso ha sido de más a menos, ya que los de Dimas Carrasco han acusado en las últimas semanas el fabuloso arranque que protagonizaron. Hasta 11 semanas consecutivas se mantuvieron los aracelitanos sin conocer la derrota (y con un sólo empate) en el primer tramo del torneo, lo que les valió para ser líderes en solitario durante mucho tiempo. Luego llegaría una pequeña crisis en la que mantuvieron una intensa pugna en lo más alto con el Puente Genil, que acabó llevándose éste último, aunque la despedida navideña ha sido a lo grande. Son aspirantes a todo y lo saben, pues han hecho de la eficiencia en defensa (segundo mejor club atrás con sólo 12 encajados) su mejor aliado. Además, en ataque cuentan, sobre todo, con el liderazgo de Javi Henares, que con 9 dianas es medalla de bronce en la tabla de máximos artilleros.
Hasta ahí todo es positivo, ya que los problemas surgen al poner el foco en los otros dos representantes cordobeses. Para ello hay que trasladarse al punto opuesto de la clasificación. En ésas, el que más está sufriendo es el Córdoba B, que cierra la tabla únicamente por delante del retirado Écija Balompié. El conjunto blanquiverde, un recién descendido a la categoría, contaba con propósitos previos algo más ambiciosos. La idea era, al menos, tener controlada una permanencia con cierta tranquilidad. Pero no será así. Mucho tienen que trabajar los de Diego Delgado para escapar del pozo, pues, con sólo dos victorias hasta la fecha, la luz de salida se antoja a 9 puntos de distancia. Los problemas que ha atravesado la entidad han afectado de manera directa al equipo, que cuenta con una plantilla muy ajustada y en la que varios juveniles han tenido que dar un paso al frente. El resultado está siendo muy negativo y toca obrar un milagro si pretende voltear la situación.
También en ese pozo de caída, aunque con mucho más margen de maniobra, se encuentra el Pozoblanco. El conjunto de Los Pedroches tuvo igualmente un arranque negativo que le hizo permanecer en esos puestos durante las primeras jornadas. La llegada de Javi Moreno al banquillo aportó un plus de motivación extra y una mejoría en el juego, pues acumularon varias jornadas con resultados positivos que les permitieron escapar del descenso. No obstante, un balance de sólo dos victorias en los últimos cinco partidos han devuelto a los pozoalbenses a los puestos de caída. Así, a día de hoy se sitúan en la décimo octava posición con 17 puntos, aunque a uno de distancia de la primera plaza que otorga la salvación. Y en ese frente es donde residen todas las miradas.
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