El Córdoba también mira a África: la discreta experiencia pasada

Su trabajo no comprende de fronteras. En realidad es así siempre. Lo cierto es que en esta ocasión cobra especial importancia, al menos a priori, el producto internacional. El Córdoba no sólo tiene el punto de mira en el fútbol patrio de cara al próximo mercado. También realiza seguimiento de jugadores de otros continentes, entre ellos el africano. De hecho, esta circunstancia es una de las que permitiera cuestionar por detalles de la configuración del proyecto 2020-21 al director general deportivo del club hace apenas unos días. Así es también después de que el propio Miguel Valenzuela hablara en este sentido allá en enero durante su presentación como nuevo máximo responsable de la parcela técnica de la entidad. “Ya estamos trabajando sobre eso”, es la afirmación que hiciera el pasado martes, sin olvidar la necesidad de tener la máxima cautela posible.

“Hay que tener jugadores de Europa, América o África y que se estén formando para subir”, expresó el director general deportivo meses atrás. Entonces lo hizo en relación al segundo equipo, que consideró parte fundamental del futuro del cuadro califal. Así lo hacen también desde Infinity. Aquellas declaraciones llevaron a la pregunta ya tiempo después, en concreto en la rueda de prensa telemática que ofreció Miguel Valenzuela a principios de la semana. “Tenemos contactos en África con escuelas deportivas de formación. Llevamos tres meses y medio, y en medio hemos tenido un parón de dos meses y medio en el que se ha paralizado casi todo”, expuso el líder del área técnica del Córdoba. “Es un mercado muy importante pero hay que tener en cuenta que no sean menores de edad y hay que tenerlo perfectamente contrastado”, añadió.

Fue en ese momento en el que Miguel Valenzuela recordó las dificultades que plantea en no pocas ocasiones el fútbol africano. “No queremos que venga un jugador de Mali sin haberle hecho un seguimiento previo y sin información de que verdaderamente nos aporta”, subrayó a continuación. Porque “al final los representantes pueden enviarte jugadores que no tienen realmente el nivel” que se pretende. Es decir, existe la opción de firmar futbolistas de dicho continente pero con un conocimiento absoluto -o casi- de la situación. Resulta mucho más fácil tener sorpresas, negativas al igual que positivas, en este ámbito deportivo. Y el Córdoba sabe muy bien de tal circunstancia pues no es muy favorable la experiencia hasta ahora.

Bastante discretos son de hecho los números de los jugadores de África que vistieron la camiseta del club a lo largo de su historia. Precisamente hoy por hoy parece romper la tendencia un futbolista del vecino continente. Se trata de Djetei, que fue uno de los más destacados integrantes de la plantilla esta temporada pese a que en su día firmó en apariencia como efectivo de recurso. La trayectoria del camerunés con la elástica blanquiverde es muy buena hasta el momento, una realidad que contrasta mucho con la generalidad. Aunque está claro que siempre hay casos y casos. Sin ir más lejos, el curso que acabó de manera prematura por la pandemia de Covid-19 dejó otro de los negativos. Es el de Owusu, que si bien se convirtió en pieza importante del equipo con sus goles terminó por marcharse de mala manera.

El origen de la experiencia africana en el Córdoba está en la campaña 1960-61, en la que el conjunto blanquiverde se hizo con los servicios de un jugador muy recordado. Es Riaji, que estuvo presente al inicio de la época dorada de la entidad. El marroquí completó cuatro cursos con el cuadro califal y celebró su primer ascenso a Primera en 1962. Después hubo que esperar, tal y como recuerda Álvaro Vega, compañero de @laligaennumeros, hasta el año 2000 para volver a observar a un futbolista africano en El Arcángel. Fue Tobit Heuyot, que pasó sin pena ni gloria por estos lares. Tras él se sumaron otros 15, entre los que apenas destacaron Lawal y Razak. Este último lo hizo bajo palos la campaña en que los cordobesistas trataron de retornar a la élite a las órdenes de José Luis Oltra. Peor recuerdo dejaron otros como Ghilas, Héldon o Manzambi, los dos primeros curiosamente en la máxima categoría del fútbol español.