El Córdoba aprueba sus cuentas en una Junta movida
La entidad cierra con éxito las cifras del pasado ejercicio y el presupuesto del presente, para el que se prevé un ingreso por traspasos de 1.333.000 euros, con alguna voz discordante
El Córdoba aprobó esta mañana sus cuentas del ejercicio 2012-13 y el presupuesto presentado para el presente curso, así como la modificación del artículo 38 de sus estatutos. Lo hizo en una Junta que no estuvo exenta de momentos tensos, debido a las voces críticas que pusieron algunos de los pocos accionistas minoritarios que asistieron a la misma. Apenas 17 ocuparon los asientos dispuestos en el salón de actos de El Arcángel, entre ellos el siempre presente José Núñez. En lo que respecta al orden del día, sólo el primero de los puntos, referido al balance de la pasada campaña contó con votos en contra -cinco para ser exactos, aunque Andrés Delgado contabilizó cuatro-. Los otros dos puntos fueron aprobados por unanimidad, sin ni siquiera abstenciones. Con todo, existieron los típicos enfrentamientos entre alguno de los miembros del Consejo de Administración y representantes del pequeño accionariado, incluso antes de alcanzar el turno de ruegos y preguntas.
El consejero Andrés Delgado, en calidad de secretario de la Junta, se encargó de desglosar las cifras pertenecientes a las cuentas anuales del ejercicio 2012-13, entre los que destacó el hecho de que el endeudamiento actual del club pasó de casi 6.000.000 de euros a 2.191.000. Este dato nada tiene qué ver con la deuda que tiene la entidad con sus acreedores -concurso-, que efectivamente a 5 de julio del año que se marcha hoy se encontraba en 5.643.856,36 euros, cifra que no disminuyó hasta entonces gracias a los aplazamientos acordados con Hacienda Pública y Seguridad Social. También resaltó que la Sociedad Anónima Deportiva concluyó el curso con unos ingresos de 10.000.000 y que en este sentido tuvo una gran importancia lo obtenido por traspasos (3.254.867). Delgado indicó además que por publicidad volvió a disminuir la entrada de dinero para quedar en 414.000 euros. Por último, valoró el hecho de que se vieran reducidos los gastos en materia de sueldos y salarios de la plantilla y en servicios exteriores.
Finalmente, se detalló la diferencia entre lo previsto y lo que realmente se dio en las cuentas de pérdidas y ganancias. Se incrementaron los gastos, pero también los ingresos, de forma que se pudo cerrar el curso con un superávit de 822.144,18 euros. En este sentido, y a modo de anécdota, Javier Jiménez confundió la cifra y habló de 882.144,18. El vicepresidente aseguró, por cierto, que “el informe (de gestión), por segundo año consecutivo, está impoluto”, algo que hizo tras leer el citado informe y el de la auditora Rosa López Fernández. Hasta el momento, todo marchaba bien, con calma. Pero fue cuando se indicó que las taquillas del duelo con el Barcelona en Copa dejaron al club 600.000 euros cuando saltó la primera chispa. José Núñez cuestionó por qué motivo no existía, como en anteriores casos, un cuadro de desviaciones entre lo presupuestado y el resultado final en relación a la campaña 2012-13. También preguntó cómo se podía dar un descenso respecto de la anterior temporada en los ingresos por competiciones a pesar del citado encuentro con el conjunto blaugrana y con la Real Sociedad.
Obtuvo la respuesta de Carlos González, que señaló que la venta de entradas está conectada con la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y por tanto no se puede engañar a nadie. Lo que sucede, según el mandatario blanquiverde, es que “en prensa nunca cuentan el IVA”. El tono se elevó y añadió el presidente del Córdoba que “si yo tuviera que desmentir todos los días lo que dice la prensa no acabaríamos nunca”. “Hay que vender”, finalizó en este sentido. De ahí se pasó al segundo punto del orden, referido al presupuesto para el presente curso y cuyo dato más importante es el que ofrece lo previsto en ingresos por traspasos, que se cifra en 1.333.000 euros. Se escuchó otra vez la voz de José Núñez, que apuntó que “hemos vuelto a los presupuestos virtuales”. La contestación del máximo dirigente de la entidad califal fue que siempre se cumplió con esas previsiones y que en este caso “aseguro que vamos a cumplir” también en la actual campaña. Nuevamente creció la tensión, en este debate, que se dio por terminado con un “así nos luce el pelo, toda la vida en Champions y ahora en Segunda B” de González.
Núñez interpeló poco después al presidente con el Córdoba B, cuyas cifras no se detallan en las cuentas ni en el presupuesto. La respuesta: “No hay partidas para cada equipo”. “Estamos intervenidos y, por lo tanto, el gasto que tengo en plantilla es el que permite la LFP”, continuó González antes de afirmar que “tenemos la suerte de tener el séptimo presupuesto más alto de Segunda”. Fue entonces, cuando hablaba sobre materia económica dedicada a la planificación deportiva, cuando se dio otra confusión. El mandatario recordó que todos los clubes españoles están bajo el control de la LFP y el Consejo Superior de Deportes (CSD) “salvo Barcelona, Real Madrid, Sevilla y Athletic”. Cambió el nombre de Osasuna por el del club hispalense. El presupuesto se aprobó por unanimidad, antes de conocer que la asistencia fue de un 98,735 por 100 de la masa social del accionariado -lógicamente, en este sentido, cuenta la elevada cifra con que cuenta el actual dueño de la sociedad-.
Intervino entonces Sergio Medina para tratar la modificación del artículo 38 de los estatutos de la entidad, por el cual se regula la “Elaboración del presupuesto”. Fue visto y no visto, pues ni siquiera hubo cuestiones al respecto. Aprobado por unanimidad este punto, llegó el momento de los ruegos y preguntas. El protagonismo fue en gran parte para Francisco Muñoz, que dedicó varias perlas a Carlos González. “Mientras usted sea presidente del Córdoba no tendremos posibilidad de subir a Primera. ¿Qué es lo que ha hecho usted para que el equipo suba?”, comenzó para después agregar que “no hay ninguna empresa que esté en contra de sus clientes” y que el mandatario blanquiverde “está estafando a los socios, yo personalmente me siento estafado”. El dueño de la entidad hizo mutis por el foro. La siguiente cuestión fue referida a la campaña de abonos y la posibilidad de que no sean gratuitos la próxima temporada si no se llega al play off. González contestó que “eso es un compromiso del Córdoba, por tanto se responde solo”.
Los temas más importantes fueron quizá el relacionado con la nueva Ciudad Deportiva del club, la situación laboral de Cándido Cardoso y el asunto del videomarcador. En el primero de los casos, preguntado por el hecho de que no aparezca movimiento en las cuentas en referencia a la adquisición de los terrenos que en su día llevó a cabo el Córdoba, Carlos González apuntó que la entidad “tenía una opción de compra y como el Ayuntamiento nos dijo que no se podían ejecutar allí obras, no se completó”. De forma que se recuperó la señal entregada, siempre según el presidente, que después reconoció que Cándido Cardoso “claro que trabaja” para el conjunto blanquiverde. En torno a la posibilidad de que haya un nuevo proyecto de Ciudad Deportiva, anunció que “estamos buscando junto con el Ayuntamiento otra opción, nos ha dicho que está buscando unos terrenos en los que se pueda hacer”.
En cuanto al videomarcador y su situación, González apuntó que “es propiedad de la persona que lo montó, mediante un acuerdo”, aunque “ahora estamos reclamando los impagos que ha producido” y que pase a pertenecer al club. “La empresa (Pit24) incumplió el contrato y por eso se ha rescindido”, comentó al respecto del asunto. En este sentido, y en relación también a los diversos frentes judiciales que tiene abierta la entidad, señaló que cuando toque defenderla lo harán, “tengamos un juicio o 18”. Por cierto, que en relación al tema del videomarcador -se entiende que era por ello y por la circunstancia de que no funcionara durante algunos partidos- desveló que por incumplimientos de terceros al conjunto blanquiverde se le abrirá un expediente por parte de la LFP. Sobre los despidos de futbolistas y otros empleados deportivos, el presidente indicó que “eso es una mala gestión en la contratación”.
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