La complicada tarea de convencer
Sólo cinco futbolistas superan la veintena de partidos en lo que va de curso. Vienen a ser los intocables -o casi- del equipo. Aun después de tener dos entrenadores hasta la suspensión de las competiciones por Covid-19. Tienen roles principales como dejaran claro Enrique Martín y Raúl Agné. Pero cuando el campeonato se retome tienen el reto de mantener la confianza del nuevo técnico, Juan Sabas. Es el desafío en realidad de toda la plantilla del Córdoba, dentro de la que sobresalen otros casos en este sentido. Chus Herrero, Raúl Cámara o Luis Garrido son algunos de los futbolistas que viven la cuarentena por el coronavirus con el deseo de lograr más espacio en el cuadro califal.
Al tiempo que existe un Top 5 de futbolistas con más encuentros y minutos disputados, así como titularidades, hay otros que cuentan con muchas menos opciones. En este apartado no se incluyen los fichajes invernales, a excepción de uno, al ser menor el tiempo en que pertenecen a la disciplina blanquiverde. La salvedad se hace con Jordi Tur, quien ni siquiera tuvo ocasión de estrenarse en el verde hasta el momento en que la pandemia de Covid-19 provocó la cancelación de todos los eventos -en todos los ámbitos-. El centrocampista, que venía a cubrir una carencia creativa-ofensiva según Raúl Agné, no participó en un solo choque. Así, el estado de alarma y la llegada de un nuevo preparador se presentan para él como una oportunidad para tratar de obtener la deseada confianza.
La complicada tarea de convencer la van a tener por delante otros cuatro jugadores, si bien uno de ellos sabe que su presencia en el once es altamente improbable. Es Edu Frías, que apenas jugó un partido de Liga esta temporada. Fue debido a la sanción de Isaac Becerra tras su expulsión ante el Sevilla Atlético, un duelo que acabó bajo palos el canterano Llamas. El veterano guardameta se hizo con la titularidad, un papel para el que se le firmó, y sólo en un par de instantes de la temporada estuvo en duda. Por otro lado, Luis Garrido quiere olvidar su difícil periplo como califal hasta ahora. Tras meses de entrenamiento sin poder competir por la falta de fichas, en enero recibió un alta federativa que acogió muy bien Raúl Agné. Horas después debutó pero terminó suplido al descanso. Desde entonces no volvió a pisar el verde.
Es la circunstancia más significativa, junto con la de Jordi Tur, sin lugar a dudas dentro de la plantilla blanquiverde. En la misma hay otros componentes que pasan por tener un papel secundario que les gustaría variar. Son Chus Herrero y, sobre todo, Raúl Cámara. El central, con todo, fue un comodín para los dos entrenadores anteriores y pudo alcanzar los 15 encuentros. La realidad del lateral es distinta. Aunque en verano pareció tomar ventaja en la pugna por el perfil diestro de la defensa, Fernández se hizo con la titularidad. Desde entonces apenas participó cuando el cordobés no estuvo en su mejor momento o cuando Raúl Agné decidió colocarle por la izquierda. En enero llegó Iván Robles del Cádiz B y pese a su juventud le ganó la partida.
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