Tomar impulso lejos del hogar en busca de la excelencia
Buscando la excelencia. El Córdoba, después de la resaca copera, ya tiene sus vistas puestas en el próximo encuentro de temporada regular, donde tratará volver a encontrar sensaciones fuera de casa. Los números como local de la escuadra de Germán Crespo están siendo inmaculados, cristalinos. Tan solo el Sevilla FC ha sido capaz de lograr ganar en el coliseo ribereño en los últimos ocho meses. Antes de los hispalenses, la Real Balompédica Linense fue el único equipo capaz de llevarse los tres puntos de El Arcángel, en aquella fatídica tarde de abril en la que el Córdoba puso pie y medio en la futurible Segunda RFEF. Diez victorias consecutivas, once partidos sin perder -se empató frente al Tamaraceite en el estreno de Germán Crespo en el banquillo califa- que han llevado a hacer de El Arcángel un territorio inexpugnable, al menos contra rivales de su propia categoría.
Ahora, es el momento de certificar ese buen estado de forma como local fuera de casa. Los campos que debe de visitar el Córdoba no son fáciles, la mayoría de ellos no cuentan con las mejores condiciones para que el conjunto blanquiverde despliegue su mejor juego, y eso se está notando en los resultados. No en vano, las dos únicas ocasiones en las que el Córdoba se ha dejado puntos en esta temporada ha sido como visitante. La primera de ellas, frente al Tamaraceite, fue fruto de un accidente en un partido que los blanquiverdes tenían dominado. En la segunda, en Villanueva de la Serena, el cuadro extremeño se aprovechó del contexto copero que rodeaba al Córdoba para lograr sacar los tres puntos y así evitar que esa plantilla entrase en los anales de la historia como la que consiguió encadenar más partidos consecutivos sin perder. Fijó la cifra en 17, misma cantidad que, hasta el momento, suponía el récord histórico.
Más allá de esos dos resultados adversos, al Córdoba le está costando sacar esos resultados fuera de casa, o, al menos, más que como local. Exceptuando las goleadas a Xerez Deportivo y a CD Coria en las primeras jornadas, y el 1-3 en La Línea de la Concepción que le dio el pase a los octavos de final de la Copa RFEF, los de Germán Crespo se han impuesto por la mínima en todos los partidos. Viendo la solvencia con la que se ganan los choques en El Arcángel, quizá pueda parecer un dato baladí, pero ejemplifica la dificultad que se está encontrando como visitante. Terrenos de juego de diferentes superficies, con muchos menos metros que los del estadio ribereño y, la mayoría de las veces, en condiciones mejorables. No es excusa -y no lo está siendo- para que un equipo de la calidad de la escuadra califa no logre sacar los resultados, pero cuando los guarismos son tan ajustados, pueden dar pie a sorpresas de última hora.
Curiosamente, el último equipo en caer en el verde de El Arcángel fue el Mérida, mejor visitante del Grupo IV de Segunda RFEF. Como local, el Córdoba es el líder destacado, con un pleno de siete victorias que le supone una ventaja de siete puntos con respecto al segundo clasificado en la tabla de locales, la UD Montijo. Sin embargo, como visitante, los números blanquiverdes tan solo le llevan a ocupar la cuarta plaza, por detrás de planteles como Mérida, Coria o Ceuta, mejores visitantes que los cordobeses. Bien es cierto que los blanquiverdes cuentan con dos partidos menos en su haber que estos conjuntos, pendiente aún de disputar el partido en La Palma frente al Mensajero -será el próximo 22 de diciembre-, y de la doble cita como visitante que tiene antes de que acabe el año. Las Palmas, Ceuta y La Palma serán los próximos destinos para los blanquiverdes. Viajes para nada cercanos y que acarrearán un gran número de kilómetros para una plantilla que busca rozar la excelencia en esta temporada en Segunda RFEF. Los números como local son excelentes, y tan solo queda por pulir esos desplazamientos fuera de El Arcángel para que el curso del Córdoba sea -aún más- inmaculado.
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