'Caso saqueo'

— Córdoba CF

Jesús León se defiende: la adenda “es real”, y los movimientos financieros, fruto de una “caja única”

La duodécima sesión del juicio por el 'Caso Saqueo' ha tenido como protagonista casi absoluto al expresidente del Córdoba CF, Jesús León, quien durante más de dos horas ha defendido que “no hizo nada malo” en su gestión al frente de la entidad. El empresario montoreño, para quien la Fiscalía solicita ahora 8,5 años de prisión (tras una rebaja desde los 9,5 iniciales) por presunta administración desleal, apropiación indebida, falsedad documental y blanqueo de capitales, ha desgranado su versión de los hechos y su operativa financiera, clave para entender los múltiples movimientos, según él justificados, entre sus empresas y el propio Córdoba CF.

Desde un visible nerviosismo inicial, Jesús León ha argumentado la autenticidad de la polémica adenda del millón de euros, reiterando que era “real, sin duda”. Posteriormente ha justificado su manejo económico bajo un criterio de “caja única”, admitiendo finalmente diferentes pagos “en efectivo” a jugadores. Todo ello, según su relato, en un contexto de “acoso y derribo” por parte de Carlos González -en el que implicó también a la exconsejera Magdalena Entrenas por la retención del libro de accionistas- y con un club que ha descrito como una “patata caliente” que tuvo que gestionar con premura. En un momento de su testimonio, al contextualizar los hechos, llegó a afirmar: “Yo pasé de ser Dios a padecer el diablo, pero hubo un momento que fui yo aquí”.

La compra del club: una “patata caliente” y la irrupción de Luis Oliver

León ha comenzado su testimonio remontándose a su relación con Carlos González, originada, según explicó, cuando su empresa ejecutaba la Ciudad Deportiva del Granada CF y González contactó con él. El montoreño ha reiterado que la oportunidad de compra surgió en noviembre de 2017, cuando el club era una “patata caliente”. De igual forma, Jesús León ha reconocido que necesitaba “ayuda económica” -ya que su capacidad no era suficiente en ese momento por inversiones cuya reversión esperaba para finales de 2018, situación que González conocía- y “capacidad deportiva”, para poder adquirir el club, recurriendo a Luis Oliver.

Tras un accidentado proceso inicial, donde León describió cómo González, en un primer intento de compraventa de las acciones, llegó a tomar el cheque del segundo pago y marcharse de la notaría sin firmar, y después de que González manifestara no querer a Oliver en el club, se acordó que Oliver asumiría la dirección deportiva y León adquiriría el club en solitario.

La polémica adenda del millón de euros: “Carlos González, López Valero y yo sabemos que es real”

Sobre la adenda del millón de euros, León ha sido categórico: “la adenda es real, y no hay duda”. Ha insistido, en que la recibió “por correo electrónico a través de Andrés Delgado” -quien, según detalló, se la envió ya firmada por Carlos González tras varios requerimientos-, pese a que este último, en su reciente declaración como testigo, negó tal envío o haber gestionado la firma de González. León ha justificado el haber tardado en reclamar y cobrar esta cantidad (supuestamente desde 2015 que se acordó, hasta la 2018/19 cuando se cobró) porque lo hizo “cuando lo consideró oportuno y lo necesitaba”.

Ha argumentado además que no se contabilizó antes por ser un “contrato suspensivo” cuyo devengo se produce al cumplirse la condición, y que el motivo de la misma era compensar a Grucal por el compromiso adquirido para la Ciudad Deportiva y el rechazo de otros proyectos ante las demoras en la licencia. Así, ha mantenido su versión sobre el proceso de firma y la autenticidad del sello, afirmando que el sello redondo que, según él, figura en la adenda “es el sello de don Carlos González evidentemente”, contradiciendo así las observaciones de la excontable Rosa Agredano sobre la forma del mismo y a quién correspondía. Para reforzar su argumento, León ha planteado retóricamente ante la sala: “Si tengo el 98,7% de la sociedad y quiero sacar un millón de euros de esta, lo llevo a la cuenta con socios y ya está. ¿Qué necesidad tengo yo de meter en juego un documento falso?”

Gestión financiera: una “caja única”, contratos y pagos en efectivo a jugadores

León se ha pronunciado extensamente sobre los préstamos que el Córdoba CF realizó a varias de sus empresas. En este punto, ha insistido en que su grupo de empresas, incluido el club, funcionaba con el “criterio de caja única”, principal argumento de defensa, lo que, a su entender, implicaba que “no había que documentar por criterio cada movimiento”, aunque se hizo “a posteriori bajo el criterio de la auditoría suscitada”. Así, ha justificado que la posterior documentación de estas salidas como préstamos se hizo a petición de la contable del Córdoba CF, Rosa Agredano, pero ha subrayado que, bajo su criterio de caja única, “no tenía obligación de hacerlo”.

En cuanto a los contratos de servicios de ayuda a la gestión por los que sus empresas facturaron al Córdoba CF, León ha atribuido los cambios de empresa y de importe a una “recomendación de Javier Tebas”. Ha asegurado que el presidente de LaLiga le indicó que debía usar la empresa directamente vinculada al club (Aglomerados), que no quería que firmara nadie del entorno de Luis Oliver, y que tomó como referencia para el precio el contrato previo de Carlos González por “pista” del propio Tebas. Esto, a pesar de que el fiscal ha señalado en su interrogatorio la aparente duplicidad de funciones.

Uno de los puntos más sensibles ha sido el destino del dinero que salió del Córdoba CF hacia empresas de sus hermanos, Ildefonso y José María. León ha asegurado que “todo el dinero que ha salido del Córdoba ha vuelto al Córdoba CF”, y ha descrito el circuito por el cual, a través de las empresas de sus hermanos y de Teodoro Brea, se le entregaba el dinero en efectivo “a los jugadores de más caché, solo”. Ha querido remarcar que esta operativa es “pago en efectivo, no en B ni en negro, que tiene una connotación fea”. Esta versión contradice su declaración inicial en instrucción; un cambio que ahora ha justificado en su “temor” y “riesgo aparente” en aquel momento, y su decisión actual de “declarar la verdad en todo”. Finalmente, León señaló que su esposa, Isabel Madueño, “no tomó ninguna decisión ni se quedó con ningún euro del Córdoba”, detallando la trazabilidad de los fondos en sus cuentas para desvincularlos del club.

Consecuencias personales y modificación de penas por la Fiscalía

El expresidente ha concluido su declaración visiblemente afectado por las consecuencias personales del proceso. Después de que su propia defensa recordase las sentencias previas que ya le han condenado (confirmando él mismo la del mercantil, la de la venta del club a González y la de la Ciudad Deportiva), León ha apuntado que “no hay ninguna buena” consecuencia de comprar el Córdoba CF, obligándole la situación a mudarse de ciudad por el impacto en su familia.

Tras su testimonio, el Ministerio Fiscal modificó sus conclusiones provisionales, rebajando la petición de pena para Jesús León a 8,5 años de prisión. También ajustó las peticiones para Francisco López Valero (inicialmente a 5 años), mantuvo la de Ildefonso León (4,5 años) y redujo la de Isabel Madueño a 2 años, además de retirar la acusación contra José María León López. Así, la vista oral continuará mañana, martes 20 de mayo, con las conclusiones definitivas de las partes.