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El Córdoba, de nuevo ante su bestia negra: los filiales

Moutinho, en el duelo con el Betis Deportivo.

“Dificultad o impedimento muy difícil de superar, y en especial persona que en distintos enfrentamientos con otra le inflige severas derrotas o es muy difícil de vencer”. Esa es la definición del diccionario de Oxford al concepto de bestia negra. Viene como anillo al dedo para la situación del Córdoba CF ante los filiales esta temporada. El equipo cordobesista, tanto con Juan Sabas como con Pablo Alfaro a los mandos, no han conseguido sumar de tres ante un equipo dependiente, y eso que ha dispuesto de hasta seis ocasiones para hacerlo. En ninguna ha salido triunfador; hecho, además, que le ha dejado fuera de los tres primeros puestos en favor de uno de ellos.

En la primera fase de la 2020-21, el Córdoba se ha enfrentado a tres filiales y su bagaje es más que negativo: tres derrotas (1-2 y 1-0 frente a Sevilla Atlético y 1-2 contra el Betis Deportivo) y tres empates (los dos 1-1 ante el Recreativo Granada y el del Betis Deportivo a domicilio, con 0-0). Parece algo mental o incluso físico, donde los filiales, en amplios tramos de los partidos, consigue imponer su ritmo y su vigor físico a costa de un Córdoba que, sobre todo, ante el segundo plantel sevillista, parecía no llegar a los duelos o llegar siempre tarde, algo que le ha lastrado hasta quedar en un pobre quinto puesto. Así, quedó relegado a la fase de acceso a Primera RFEF y el no descenso a la Segunda B, que se transformará en la cuarta categoría del fútbol español.

Su relación con los filiales en Segunda B, al menos en este siglo, ha sido más benévola para los intereses blanquiverdes. De hecho, antes de esta temporada, la escuadra califa sólo había perdido un partido de doce posibles ante un filial: fue la pasada campaña, cuando cayó tras sufrir una remontada ante el Sevilla Atlético, que anuló el gol inicial de Owusu (2-1). En esa temporada 2019-20, tanto con Enrique Martín como con Raúl Agné, no saboreó las mieles amargas de la derrota, ya que el Córdoba venció en los dos compromisos ante el Recreativo Granada, uno ante el Sevilla Atlético y otro ante el Cádiz B. El otro resultado, que fue en su último choque a domicilio pre pandemia, fue de empate a 1 contra el segundo equipo cadista en su ciudad deportiva.

Las dos temporadas anteriores, tanto la 2005-06 como la 2006-07, no supusieron ninguna derrota en clave filial. En la primera de esas campañas, de hecho, sólo estaba el Sevilla Atlético como representación, y el Córdoba venció en uno de los encuentros y empató el celebrado en El Arcángel. En la siguiente, entró en escena el Málaga B y se produjo el pleno de victorias, con Pepe Escalante en el banquillo cordobesista. El conjunto cordobés venció tanto en casa como fuera al filial malaguista y al sevillista: de hecho, a los malagueños venció por el mismo resultado en la ida y en la vuelta: 5-2 en Córdoba y 2-5 en La Rosaleda.

Tras el paso a la fase de acceso a Primera RFEF del Córdoba, le tocará enfrentarse a un nuevo filial, pero con el que ya se vio las caras la temporada pasada y de quien alberga un buen recuerdo. En ambos choques, tanto en la ida como en la vuelta del pasado curso, fue protagonista Miguel De las Cuevas. El alicantino marcó un gol agónico en la victoria en El Arcángel (1-0) y también fue el encargado de anotar el tanto que adelantó momentáneamente a los de Raúl Agné, que no pasaban por un buen momento e incluso donde el viento adquirió la condición de huracanado. Precisamente ahora el Córdoba no tiene el viento de cara, pero querrá perfilarse de tal manera que puedan salirle mejor las cosas. A poco peor podrían ir.

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