La continua búsqueda de un once tipo
La tranquilidad. La tranquilidad es lo que más se busca...aunque luego no se encuentre. Uno va a algunos equipos y no hay más que idas y venidas en los onces. Pues precisamente esa es la situación que ha vivido el Córdoba durante la temporada. Ya abocado a salvar los muebles y obtener su plaza el año que viene en la Primera RFEF, uno de los talones de Aquiles de los blanquiverdes ha sido precisamente la pérdida de un once tipo. Aunque, más que perder, es nunca encontrarlo. Con 23 futbolistas que, al menos, han empezado un partido oficial en este curso, jamás se encontró un once definido y que se pueda recitar de memoria, más allá de cuatro o cinco nombres que se van repitiendo a lo largo de las semanas.
Juan Sabas comenzó la temporada en casa ante el Lorca Deportiva con Edu Frías en el marco; Farrando, Bernardo, Djetei y Berto Espeso en la zaga; Sidoel y Mario Ortiz sujetando el centro del campo; en la línea de mediapuntas, De las Cuevas, Javi Flores y Moutinho; todo ello, culminado con la presencia de Piovaccari en punta. El ya ex técnico cordobesista, entre bajas por lesión, salidas de enfermería y cambio de sistema para jugar ante el Yeclano, introdujo cuatro cambios respecto al primer once, con las novedades de Del Moral, Samu Delgado, Alain Oyarzun y Willy Ledesma. En aquella altura de temporada, no se atisbaba una línea de cambios profunda y que ello supusiera una estrategia en sí, sino que era fruto de adaptarse al rival o de recuperar piezas indispensables.
De hecho, en el segundo partido en casa de la temporada, ante el UCAM Murcia (1-1), Juan Sabas sólo hizo una permuta en comparación sobre el once en liza en Yecla, con la entrada de Javi Flores en la mediapunta para dejar a Willy en el banquillo. Poco antes de comenzar el partido fuera de casa ante el Recreativo Granada, se dio una rara avis viendo en perspectiva todos los onces de la temporada: fue la única vez en la que el Córdoba repitió alineación. Edu Frías siguió siendo el portero de confianza de Sabas y la línea de Farrando, Bernardo, Djetei y Berto Espeso era insustituible. Del Moral y Mario Ortiz formaban el doble pivote, Oyarzun y Samu Delgado eran los inquilinos de los costados. Para el último pase y la definición estaban Javi Flores y Piovaccari respectivamente. El empate postrero ante el filial nazarí fue el punto de inicio de la cuesta abajo y sin frenos que terminó con el entrenador madrileño siendo destituido de su cargo. El fracaso ante el Linares Deportivo fue la puntilla, aunque Sabas lo intentó hasta el final: fue el encuentro en el que más cambios realizó de un once para otro: hubo intercambio de puesto en la portería y una permuta en cada línea, con la entrada de Álex Robles en el lateral derecho, Xavi Molina en el pivote y Moutinho en el lado izquierdo.
La llegada de Pablo Alfaro, el culmen de la inestabilidad en el once
En la rueda de prensa de presentación del entrenador maño como nuevo capitán de la nave blanquiverde, aseguró que uno de sus objetivos con una plantilla alicaída era la de recuperar al máximo número de jugadores posibles y, por ende, tener al máximo de futbolistas disponibles para asaltar una vacante en el once en cuanto fuera posible. El aragonés llegó entre semana a la ciudad califa y, en su primer choque, metió cuatro novedades, con la inclusión de Jesús Álvaro en el posición de 3, Del Moral en el pivote, Oyarzun más Valverde en los costados y Willy Ledesma en la punta de ataque. Precisamente el ariete extremeño fue el encargado de inaugurar con triunfo el primer encuentro de Alfaro en la banqueta cordobesista ante el Real Murcia (0-1).
Álex Robles, Moutinho y Piovaccari fueron de la partida en el once inicial en la goleada ante el CD El Ejido 2012 (4-0), con el italiano anotando un doblete. Fruto de las rotaciones habituales en Copa del Rey, Pablo Alfaro innovó en hasta siete posiciones del campo. Edu Frías, Farrando, Xavi Molina, Berto Espeso, Djak Traoré, Samu Delgado y Oyarzun salieron de titulares en el pase a la segunda ronda del torneo copero ante el Albacete (1-0). En la siguiente ronda ante el Getafe (1-0), hubo permuta en la portería, aunque sólo Jesús Álvaro, Moutinho y Willy Ledesma fueron introducidos como novedad en el once inicial.
Sería tedioso recopilar todos los cambios de un once respecto a otro, ya que Pablo Alfaro no ha repetido ni un sólo once desde que se sienta en el banquillo de local en El Arcángel. De hecho, el entrenador zaragozano, de sus quince onces, hasta en siete ha hecho cuatro cambios o más respecto al anterior y en cinco ha realizado media decena. De esta manera, la inestabilidad en cuanto a la formación inicial es continua y, así, se difumina la línea que marca el listón de exigencia dentro de la plantilla. Unos van y otros vienen; las gallinas que entran por las que van saliendo, que diría aquel. No existe certeza alguna de que no hacer cambios asegure el éxito, pero los vaivenes no hacen más que zarandear la moral y la permanencia en el once de jugadores llamados a dar un mayor rendimiento.
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