Córdoba CF - Racing de Santander
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(1-2)
Un buen Córdoba CF se queda sin premio ante la letalidad del Racing de Santander
El fútbol, por desgracia, no es siempre cuestión de justicia, y el partido entre el Córdoba CF y el Racing de Santander así lo demostró. Los de Iván Ania, con una gran imagen, demostraron sus credenciales en El Arcángel ante uno de los claros aspirantes al ascenso, pero el acierto de cara a puerta fue lo que acabó decidiendo el partido. Tanto es así que el partido acabó con 17 tiros a favor del Córdoba CF y tan solo 5 para los de José Alberto. Pero el marcador, pese a todo, acabaría siendo favorable a los santanderinos.
Con una vibrante batalla de cánticos y un ambiente de élite, El Arcángel dio la bienvenida a los suyos tras la victoria heroica en Castellón. El conjunto blanquiverde no tardaría en devolverle el aliento. Tras unos primeros instantes de tanteo, Théo Zidane celebró su vuelta a la titularidad con una gran acción que acabó en el 1-0. El '7' robó en presión alta y filtró un exuberante pase para la carrera Adilson, que con su control burló a Ezkieta y logró mandar el balón al fondo de las mallas, aunque eso sí, con la ayuda de un Saúl que tocó el esférico con la puntera para intentar despejar y lo mandó hacia su propia portería.
El gol sentó muy bien al Córdoba CF, que se apoyó en la eléctrica dupla Théo-Adilson para generar la mayor parte de su peligro. De hecho, fruto de esa asociación llegó la segunda ocasión blanquiverde, con un nuevo robo del centrocampista que acabó con el balón en los pies del portugués, aunque en esta ocasión su tiro salió repelido por la defensa. Eso sí, El Arcángel se entregó a los suyos, y cuando entraba en ebullición, llegó el jarro de agua fría. Tras un saque de puerta defectuoso, Arana con una gran volea puso primero a prueba a Carlos Marín, que detuvo como pudo, pero Íñigo Vicente cazó el rechace y, con un gran centro, asistió Pablo Rodrígue, que entró como una locomotora con un remate de cabeza inapelable para anotar el 1-1.
Eso sí, el empate no aletargó al Córdoba CF. No tardó ni 2 minutos en responder, con otra diablura de Adilson tras pase de Carlos Isaac, que acabó en el fondo de la portería pero el colegiado decretó fuera de juego previo. Sala, Isma Ruiz y Théo también buscarían el gol desde la frontal, pero sin suerte, encontrándose varias veces con un Ezkieta inspirado. Y cuando no era el guardameta, era la portería, ya que en la última jugada del primer tiempo, Casas tuvo en su cabeza el 2-1 tras un buen centro de Carlos Isaac, aunque su remate se estrellaría con el lateral de la red. Aún así, gran imagen del conjunto califa, pero sin suerte de cara a puerta.
Tras el paso por vestuarios, el asedio cordobesista no cesaría, y Théo Zidane volvería a protagonizar el peligro blanquiverde, encabezando un pase filtrado y buscando el remate, aunque un defensa desbarataría la oportunidad en última instancia. El Racing de Santander no parecía encontrar su sitio en el verde de El Arcángel, mientras que el Córdoba CF se sentía cada vez más cómodo. Así, justo antes de la hora de juego, Xavi Sintes volvería a inquietar con un remate flojo a balón paraado, y Théo lo intentaría de nuevo desde la frontal, con un disparo muy desviado.
Pero, contra todo pronóstico, a pesar del domonio blanquiverde, el que golpearía sería el Racing de Santander, demostrando su gran pegada y demostrando también que en el fútbol no mandan los merecimientos. No era ni una ocasión de peligro, pero sí fue un tran pase filtrado para Karrikaburu, que se encontró sin oposición y con un compañero al lado, Andrés Martín, al que cedió el gol con el pase de la muerte para culminar la remontada. El exblanquiverde no celebró el gol y pidió perdón a la grada, que se lo devolvería con aplausos en su posterior sustitución.
Este 1-2 sí que dañó al Córdoba CF, a costa de un Racing de Santander que buscó una y otra vez la espalda de la defensa y consiguió acercase con peligro por medio de sus balas en banda, lideradas por un Karrikaburu muy incisivo. Ania daría entrada a Ander Yoldi, Magunazelaia, Obolskii y Kuki Zalazar en busca del empate, pero el cerrojo que echó el Racing de Santander en defensa fue impenetrable para el Córdoba CF. Tanto es así que pese a que lo intentó de todas las maneras posibles, el peligro que había creado con anterioridad se esfumó en los últimos minutos, con excepción de una embarullada jugada que, finalmente, acabó en nada.
Así, el pitido final desencadenaría un gran resoplido de alivio en la hinchada visitante, que saltó y animó sobre el graderío de El Arcángel, conocedores de la dificultad de la victoria. Eso sí, el coliseo blanquiverde también demostraría que, pese a la derrota, la imagen que mostraron los suyos fue buena, sin paliativos, con un buen aplauso a los suyos. Y es que el fútbol no siempre es justo. Y cuando no lo es, tan solo queda aceptarlo y aplaudir, puesto que este juego lo define quién marca más goles, y en ese intercambio, el Racing de Santander se mostró muy superior al Córdoba CF.
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