Liga Nexus Energía Asobal

— Puente Genil - Ademar León

El Cajasol Ángel Ximénez se desploma tras el descanso y sucumbe ante Ademar León

El Cajasol Ángel Ximénez de Puente Genil aterrizó de golpe. Tras dos victorias que habían disparado la ilusión, el conjunto pontanés se topó de frente con la versión más implacable del ABANCA Ademar León, sucumbiendo con una claridad (26-33) que tuvo su origen en una segunda mitad para el olvido. El equipo de Paco Bustos compitió durante treinta minutos, pero se desplomó de forma inexplicable con una gran desconexión tras el descanso, entregando un partido que deja un regusto amargo y frena en seco la buena dinámica de las últimas semanas.

Nada hacía presagiar tal desenlace durante el arranque. Con el apoyo del Alcalde Miguel Salas, el Ximénez firmó una puesta en escena enérgica, logrando un parcial de 3-0 que prometía una gran noche de balonmano. Sin embargo, Ademar no tardó en demostrar por qué es un histórico de la liga. Con los hermanos Pérez Arce asumiendo galones, el cuadro visitante no solo calmó la embestida inicial, sino que fue encontrando fisuras en la defensa local hasta igualar el choque y, finalmente, marcharse al descanso con una mínima pero significativa ventaja (11-13).

Tras el paso por vestuarios llegó la debacle. El Ángel Ximénez sufrió un cortocircuito total, una desconexión que le costó el partido en apenas diez minutos. Atascado en ataque y superado en defensa, el equipo encajó un parcial demoledor de 0-9 que transformó un marcador apretado (14-16) en una losa insalvable (14-25). Durante esa fase, la portería leonesa, defendida por un inspirado Saeid Barkhordari, se convirtió en una pesadilla para los lanzadores pontanos, que veían cómo cada error se convertía en un gol al contraataque.

Con el partido completamente roto, el Ademar León jugó a placer. La escuadra visitante gestionó su amplia renta con oficio, llegando a dominar por una máxima de once goles y evidenciando una superioridad incontestable. Pese a los tiempos muertos solicitados por Paco Bustos y los intentos individuales de jugadores como Daniel Ramos, el Ximénez ya era un quiero y no puedo, superado anímica y tácticamente por un rival que no levantó el pie del acelerador.

Finalmente, el intercambio de goles en la recta final solo sirvió para maquillar un resultado que refleja la superioridad leonesa. Así, con esta derrota, el Ángel Ximénez encaja un duro correctivo, no tanto por el resultado en sí, sino por la forma en que se produjo el colapso. Un doloroso recordatorio de que en la Liga Nexus Energía ASOBAL, cualquier bajón de intensidad se paga con una derrota contundente.