UCB y Unicórdoba, dos referentes y dos renuncias obligadas
Córdoba está acostumbrada a ver proyectos de baloncesto que van y vienen. Que llegan a una meta, pero no se consolidan. El actual y el que está acaparando todas las miradas es el Coto Córdoba CB, que logró el pasado curso el ascenso a la Segunda FEB (antigua LEB Plata), con lo que permitía que la provincia regresara a dicha categoría más de una década después. El club blanquiverde parece encamiado no solo a asentarse en el tercer escalón nacional, sino también aspirar lo antes posible a mirar hacia lo alto, y para ello está confeccionando una plantilla, sobre el papel, de garantías. Es el gran proyecto actual de la ciudad y sobre el que andan puestas muchas esperanzas.
Eso sí, ya se han visto fracasos previos, ya sea por temas económicos o deportivos. Quizá el más reciente y significativo es el del extinto Milar Córdoba, que nació de la unión del Maristas y el Adeba y llegó a competir hace dos temporadas en la LF Challenge, segunda categoría femenina nacional, aunque acabó descendiendo y posteriormente desapareciendo. Algo similar le ha ocurrido esta campaña al UCB Camper Eurogaza. Antes de la llegada del Coto a la Liga EBA, el equipo con sede en Valdeolleros era el gran referente cordobés en categoría masculina.
Es más, este pasado año, con Rafa Gomáriz en el banquillo, dicho club se erigió igualmente como el gran protagonista en esa rivalidad capitalina, ya que los verdinegros se llevaron el título del Grupo D-B, algo que no ocurría en Córdoba desde hacía muchos años. Sin embargo, afrontó la fase de ascenso lastrado por las lesiones, principalmente la del base argentino Valentín Burgos, aunque finalmente se quedó a una victoria del ascenso. Y de ese agridulce colofón, se pasó al precipicio total, ya que fueron muchas las dudas que se precipitaron sobre el UCB desde entonces. La entidad no daba noticias de su futuro, a diferencia de otros, y eso se acabó confirmando hace algunas semanas, cuando el propio club notificó que renunciaba a su plaza en EBA.
Pero es que el problema era mayor, ya que no solo suponía la pérdida de un cordobés en la cuarta categoría, sino la desaparición total de un equipo sénior, puesto que el UCB no competirá este año en ninguna división sénior masculina, al tiempo que en la femenina seguirá en N1.
Un referente que cae por viabilidad económica entre los chicos, mientras que otro lo hace por retos deportivos entre las féminas. Es el caso del Unicórdoba, club que nació en 2020 con la idea de convertirse en referente de cantera, y lo cierto es que lo ha logrado, pudiendo aunar a algunas de las mejores jugadoras de la provincia. Dicha entidad dio el paso a competir en N1 femenina junto a Maristas y el pasado año, con un plantel en su mayoría en edad júnior, acabó como el mejor cordobés alcanzando los cuartos de final de ascenso.
No obstante, tampoco este equipo ha querido renovar su plaza en categoría Nacional y, al igual que el UCB, no saldrá en sénior femenina, en su caso, según ha podido saber Cordópolis, con la idea de centrar todos su esfuerzos en la competición júnior, ya que el pasado año acabaron con un gran lastre al compaginar ambas ligas.
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