El Peñarroya resurge y conquista Cádiz

Las buenas sensaciones siguen sucediéndose para el Climanavas Agrometal Peñarroya desde la llegada de Ángel Tripiana, y el cuadro minero viajaba este sábado hasta la cancha del Gymnástica Portuense, último clasificado del Grupo D-B de la Liga EBA, con la intención de seguir tratando de escalar peldaños clasificatorios. La dosis de rebeldía está siendo absoluta en las últimas semanas, en las que el nuevo técnico ha conseguido, pese a las bajas importantes, un rendimiento muy sólido de su plantel, en el que cada vez tienen mayor importancia un número más amplio de jugadores. 

El choque arrancó con tanteo para ambos conjuntos, donde primó la igualdad en todo momento. Se mantuvo más compacto el Peñarroya en la circulación de balón, lo que propició que pudiesen anotar un grupo más amplio de jugadores, aunque del rebote sacaron mayor partido los gaditanos, que de la mano de José Carbu y José Manuel Fernández conseguían apuntarse el primer parcial por un ajustado 20-19.

El transcurso de los minutos propició un atasco total en clave ofensiva para los cordobeses, donde Blake Terry se encontró por aquel entonces muy solo para sumar. Por su parte, el Portuense sí que mejoró con las rotaciones y jugó sus mejores minutos hasta el momento para marchase camino de vestuarios con la máxima del encuentro (40-34), aunque aún seguía con mucha vida el equipo provincial. 

Y vaya si la tenía, pues los de Tripiana pusieron la directa tras la pausa. Se acabaron las medias tintas. El nivel de intensidad subió en ambos lados de la cancha, lo cual vino propiciado por un tramo de gran inspiración para Luis Rodríguez y Christian Okolie, volteando el resultado gracias a un parcial de 18-27, lo que hacía que el encuentro entrara en los últimos diez minutos con un igualado 58-61. 

Pero la inercia ya era claramente favorable para el Peñarroya, que no bajó ni un ápice su esfuerzo defensivo, y el mencionado tridente continuaba muy enchufado en ataque. Como se suele decir, la flecha estaba muy para arriba en aquel momento para el equipo peñarriblense, con el norteamericano como principal foco de creación. De hecho, el escolta acarició el triple doble al firmar una carta de 24 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias para un total de 29 de valoración. Así, el parcial volvía a ser claramente positivo para los cordobeses, que sellaron el triunfo por 70-82.