El Ángel Ximénez revalida su condición de campeón andaluz
El conjunto pontano logra su tercera Copa de Andalucía tras superar al Pozoblanco (29-32), mientras que el Adesal aplasta en la localidad portuguesa al Tavira por 15-42
El Ángel Ximénez ya tiene en propiedad el trofeo de la Copa de Andalucía, toda vez que esta tarde se hizo con el título por tercer año consecutivo. No fue sencillo para los pontanos revalidar su condición de mejor equipo de la comunidad autónoma, pues el Balonmano Pozoblanco opuso una fuerte resistencia en un encuentro que fue un auténtico espectáculo para los muchos espectadores que se dieron cita en el Juan Sepúlveda de la localidad vallesana. De hecho, los de Miguel Ángel Moriana llegaron a vencer de cinco en la segunda parte. Sin embargo, la diferencia de categoría y el fondo de armario del conjunto que dirige Antonio Ortiz se dejaron notar al final para que el resultado cayera de su lado.
El encuentro, disputado de poder a poder, comenzó con ventaja pontana, que fue rota por el Balonmano Pozoblanco a los cuatro minutos. Los blanquillos lograron entonces voltear el resultado y lograr su primera renta favorable (3-2). El equipo de Moriana tuvo en Antonio Carreño, que sumó hasta 12 intervenciones bajo palos, y en Julián Portero a sus figuras más importantes. Supieron leer los vallesanos el choque y contestaron con acierto en ataque a la línea defensiva de 6-0 planteada por un Ángel Ximénez que recuperó el dominio en el marcador antes de llegar al segundo parcial. La diferencia máxima que hubo fue de cuatro goles (6-10) para los pontanos. En ese momento, el técnico del conjunto pozoalbense pidió un tiempo muerto que reactivó a los suyos, hasta el punto de establecer un parcial de 4-0 con que igualaron el tanteador.
La intensidad fue tan grande que se llegó a producir una pequeña tangana, la cual terminó con la exclusión de Nacho Moya y Ángel Povedano, un jugador por equipo. Superados los 20 minutos de juego, el Balonmano Pozoblanco volvió a tomar la iniciativa en el partido y en el marcador. Los de Moriana presentaron varias opciones en defensa y dificultaron en exceso al Ángel Ximénez que pudieran percutir la meta defendida por un cada vez mejor Antonio Carreño. Así las cosas, el cuadro blanquillo fue capaz de poner tierra de por medio y alcanzar una renta de tres tantos, que quedó en dos al final de la primera media hora (18-16). En el inicio del segundo acto, los vallesanos salieron enchufados, con un Julián Portero muy acertado que se echó al equipo a sus espaldas.
En ese instante ya se encontraba en la portería pontana Paco Chirosa, decisión que tomó Antonio Ortiz debido al desacierto del joven Arguillas. Los pozoalbenses lograron llevar la diferencia a cinco tantos (21-16), máxima de todo el encuentro, y que fue posible porque el Ángel Ximénez tardó cuatro minutos en anotar. Poco después, la tensión volvió a la cancha y en esta ocasión acabó con la roja descalificativa al pontano Guille de la Sierra, que estuvo precedida por una exclusión a Nacho Moya. La doble superioridad fue aprovechada por los de Moriana para mantener su renta, que posteriormente se diluyó poco a poco. Superado el cuarto de hora de la segunda parte el Ximénez ya había logrado llevar la igualdad al electrónico (25-25), después de que Demovic sufriera su tercera exclusión y fuera por ello descalificado.
El conjunto pontano tiró entonces de galones y aprovechó su mayor fondo de armario para tomar el control de un partido en que el Balonmano Pozoblanco no dejó de estar en ningún momento. La mejoría en labores defensivas, el acierto bajo palos de Paco Chirosa y la precisión en sus ataques fueron las bases para que el Ángel Ximénez tuviera desde ese momento la iniciativa en el marcador, aunque hubo de trabajar para lograr una ventaja más allá del gol de diferencia. Fue Mario Porras, ya dentro del último minuto, el que cerró el triunfo del equipo de Antonio Ortiz, que se hizo con su tercer título andaluz consecutivo.
Por otro lado, el Adesal Córdoba arrasó en su segundo encuentro de preparación en la localidad portuguesa de Tavira. El conjunto que dirige Rafa Moreno completó un partido redondo y pasó por encima del Clube de Vela, que apenas aguantó 20 minutos el torrente de las fuensantinas. Con unas acertadas Alba Sánchez, Bea Puertas e Inés Hernández a la cabeza, el cuadro cordobés no dio opción a su rival, que ya caía al descanso por un claro 7-16. La renta en el marcador se amplió de forma considerable, hasta el punto de que el resultado final dejó una ventaja de casi 30 goles para el Adesal (15-42).
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