El adiós de López Silva: el 'pájaro' vuela

El onubense dice adiós al Córdoba tras cumplir su contrato | El extremo fue de más a menos en sus cinco campañas en El Arcángel, donde brilló especialmente en la 2011-12

No son pocas las jugadas que quedan en el recuerdo. Pero de todas sus acciones una permanece especialmente en la memoria colectiva de la afición. Ésa no es otra que la que culminó con todo un golazo ante el Alcorcón en noviembre de 2011. López Silva comenzaba entonces a ser un ídolo en El Arcángel, donde continuó cuatro temporadas más. Desde el viernes, de manera oficial, cada detalle que dejara forma parte del pasado, ya que el pajarillo, como llamaban cariñosamente al onubense en el vestuario, vuela lejos. El pasado jueves finalizó su contrato y el club decidió no renovarle. De esta forma, el hábil extremo pone punto final a su trayectoria en el Córdoba, que se prolongó durante cinco campañas y en la que vivió lo mejor y lo peor del fútbol: participó del duelo en Las Palmas en el que el conjunto blanquiverde regresó a Primera y un año después asistió, fuera del once, al descenso del equipo a Segunda A. Ahora dice adiós.

José María López de Silva (Huelva, 1983) recaló en el Córdoba en junio de 2011, en el inicio de la era González. Llegó junto con Carlos Caballero -los dos procedían del Cádiz- y Jaime Astrain como uno de los tres primeros fichajes, que hizo de una tacada, del cuadro califal bajo la entonces recién estrenada propiedad del empresario tinerfeño. La afición acogió la noticia de su incorporación con cierta desconfianza, la cual se esfumó a golpe de actuaciones brillantes un curso en el que el Córdoba volvió a soñar con el salto a Primera. Casi cuatro décadas después. El extremo fue una de las piezas clave del esquema de Paco Jémez y disputó más de cuarenta encuentros entre Liga, Copa y play off. Se ganó el derecho a ser un peso pesado en el vestuario. Un rol que mantuvo las dos campañas siguientes. Aunque con un juego un tanto más irregular, fue un hombre importante en la 2012-13 como en el siguiente curso, que concluyó como miembro del once con el que el equipo entonces dirigido por Ferrer buscó y consiguió el retorno a la elite en el Insular de Las Palmas.

Entre la afición, continuó como uno de los futbolistas más queridos. Fuera del terreno de juego, tuvo alguna que otra acción deslucida, como cuando aprovechó la fiesta del ascenso en Las Tendillas para lanzar una dura crítica a los medios. Meses después, todas sus luces dentro del campo empezaron a tornarse en sombras. López Silva debutó en Primera en el Santiago Bernábeu, ya que Ferrer le otorgó la titularidad al inicio de la campaña en la máxima categoría. Sólo dos partidos después, en la tercera jornada, perdió su lugar y apenas consiguió disputar ocho duelos de Liga y uno de Copa el resto de la temporada. Sus comparecencias fueron más grises de lo que antes había acostumbrado. La dinámica descendente siguió el pasado curso, en el que Oltra apenas le concedió minutos en diez choque de Liga y uno de play off. Y eso que de nuevo arrancó el campeonato como integrante del once blanquiverde. Poco a poco, pasó de ser protagonista a actor secundario. Sea como fuere, ahora que se marcha, el recuerdo que permanecerá será, principalmente, el de su brillante primera campaña. El ‘pájaro’ vuela.