Un festival casi cuarentón para un equipo de gobierno nuevo
El Teatro Góngora ha sido el escenario escogido este jueves para la presentación oficial del 39 Festival de la Guitarra de Córdoba, un evento casi cuarentón que esta tarde ha conocido a un nuevo equipo de Gobierno y a los miembros de una nueva corporación. También a quiénes lo han conocido en profundidad, como la exalcaldesa, Isabel Ambrosio, que ha cedido el testigo al nuevo regidor José María Bellido como portavoz de una cita que ha conocido 40 años de legislaturas y las ha sobrevivido todas.
Entre los ausentes, el nuevo concejal de Cultura, Juan Miguel Moreno Calderón, que no ha podido acudir por enfermedad pero que, desde luego, no es ajeno a las corrientes internas del Festival de Córdoba -sobrenombre que le puso su impulsor, el guitarrista Paco Peña-. Así, tras un paréntesis de cuatro años, Moreno Calderón volverá a ser el coordinador máximo de la vida cultural en la ciudad y del Instituto Municipal de Artes Escénicas (IMAE), el organismo que, año tras año, se encarga de la puesta en marcha del festival.
Tiene trabajo, puesto que, si hay una cita que los cordobeses consideran suya, es este evento, siempre a caballo entre lo comercial y la pureza del espíritu que se presupone a un festival en el que, teóricamente, debe predominar la pureza del sonido de las seis cuerdas.
Quién sí ha debutado sobre el escenario en la puesta de largo ha sido el alcalde, José María Bellido, quien ha destacado que el Festival de la Guitarra es una de las citas imprescindibles de la vida cultural de Córdoba y un motivo de orgullo entre los cordobeses.
“Muy pocas citas culturales logran permanecer casi cuatro décadas y eso es responsabilidad de todos”, ha remarcado el alcalde, que ha tenido palabras de cariño para su antecesora en el cargo, Isabel Ambrosio, a la que se atribuirá la organización de esta edición. El regidor ha pedido que se mire al futuro “con la ambición necesaria para hacer aún más grande esta cita musical que nos sitúa en el mapa de la cultura”.
Tras las palabras y los brindis, la espera. Queda una semana exacta para que se celebre la 39 edición de esta cita, que cuenta con todo un veterano Miguel Ríos como cabeza de cartel, y que se adentra en sonidos más rockeros (Marea y Saxon), indies (Rozalén e Iván Ferreiro), flamencos (José Mercé, Tomatito, Niño de Pura o Gerardo Núñez), negros (Lucky Peterson, Stanley Clarke o Ida Nielsen), latinoamericanos (Lila Downs) y los sempiternos clásicos (David Russell y Manuel Barrueco).
Un plantel de artistas ecléctico que se repartirá por distintos escenarios de la ciudad, algunos de ellos como novedad -la ciudad palatina de Medina Azahara-, otros tradicionales, como el Teatro de la Axerquía, el Teatro Góngora y el remozado Gran Teatro, que vuelve a estar entre los espacios concertísticos después de que en 2018 se mantuviera cerrado por las obras de adaptación.
También vuelven los cursos y las clases magistrales del festival, acaso el apartado que, todavía hoy casi 40 años después de su creación, distingue a esta cita musical de la mayoría de festivales que se celebran en España.
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