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Esplendor Cinemas baraja una apertura “simbólica” del cine Fuenseca en julio

Estado de la torre de la Fuenseca tras los derrumbes de la pasada primavera | MADERO CUBERO

Marta Jiménez

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Es la pregunta del millón ahora mismo entre la ciudadanía cordobesa: ¿Cuándo abrirán los cines de verano?. “Somos la empresa con más interés en abrir los locales y lo hemos demostrado durante los últimos 34 años, ya que no ha habido verano en los que no se hayan abierto”. Son palabras de Martín Cañuelo, el hombre de los cines de verano del casco histórico desde hace más de tres décadas y gerente de la empresa que los gestiona, Esplendor Cinemas. Aunque por el momento todos son dudas para esta temporada.

La situación económica que ha generado la crisis sanitaria, la normativa y la actitud de las distribuidoras con los próximos estrenos plantea una serie de piedras en el camino para esta extensión cordobesa de la cultura popular, casi la única existente en la ciudad durante la época estival.

Parecía que la solución llegaría al conocer el plan de desescalada y el fin del estado de alarma, pero en materia sensible como la cultura, la cuestión es espinosa. Y es que una cosa es cuándo pueden abrir legalmente los cines y otra muy distinta es cuándo lo puedan hacer realmente. Se presenta una compleja situación para los cines de verano del casco histórico cordobés en el camino hacia su ansiada reapertura.

A pesar de todo ello, en Esplendor Cinemas trabajan para no dejar sin cines históricos este verano, pero será en una versión reducida. Entre los planes de Cañuelo está abrir un solo local, el cine Fuenseca, a principios de julio y si la cosa va bien, hacer lo mismo de forma escalonada con otras salas veraniegas.

El principal problema que se plantea es el aforo, muy mermado al aplicar la distancia social de 1'5 metros de separación entre filas de sillones y personas que no sean de la misma familia. “Hay que dejar dos sillones vacíos o tres”, se lamenta Cañuelo. El aforo máximo que quedará en el Fuenseca será de 200 ó 250 butacas frente a los 600 espectadores que acoge este local, el más grande los cines del casco.

Esta merma de los ingresos no llevará aparejada una reducción de los gastos: de apertura del local, del porcentaje de las distribuidoras, del personal, de los impuestos, o del mantenimiento, “que  son prácticamente los mismos de la temporada anterior con un aforo algo inferior a la mitad del año pasado”. Esto da al traste con la viabilidad de esta empresa cultural que teme que abrir “conduzca a pérdidas diarias”.

Este verano, además, se podrá ofrecer una sola sesión por día, ya que hay que desinfectar el local tras cada proyección. Tampoco podrá funcionar plenamente el ambigú, que verá reducida su carta de bocadillos y ofrecerá más comida envasada. Eso sin contar con la digitalización del negocio si finalmente deciden vender butacas pre-asignadas y todos los gastos que conlleve la adaptación a la “nueva normalidad”.

En Esplendor Cinemas adjetivan la apertura del Fuenseca como “simbólica”, ya que generará “pérdidas importantes”, pero creen que ha de realizarse para “garantizar la continuidad de los cines de verano en años venideros”. Aunque algunos cines al aire libre de otras provincias han decido no abrir sus puertas este verano, otras muchas empresas han tomado la decisión de realizar una temporada más corta y con aperturas simbólicas.

“Desde nuestra empresa agradecemos las muestras de apoyo del público de Córdoba”, declara Cañuelo, “somos los primeros interesados en abrir, pero en estas condiciones especiales es muy difícil. Aparte del peligro sanitario que sigue existiendo porque si hay un rebrote hay que cerrar de inmediato, esta el peligro económico, añadir nuevas perdidas a una empresa privada que ha mantenido los cines durante 35 años”.

Para asegurar su viabilidad, esta empresa comenzará a buscar “el apoyo y colaboración recíproca con entidades públicas, privadas y de empresas comerciales”, para poder costear con solvencia la temporada de 100 días en cuatro locales (El Coliseo, el Fuenseca, el Delicias y el Olimpia) que son únicos en España por su antigüedad y que representan la cultura popular de barrio y de proximidad de las décadas pasadas en el casco antiguo de la ciudad.

Aunque algunos cines ya abrieron en España la pasada semana, este viernes (26 de junio) reabren la mayoría de las salas cerradas con los primeros estrenos, aforo reducido y nuevas medidas de seguridad por el coronavirus. Córdoba sigue siendo duda en sus salas de invierno porque ni el Tablero ni el Guadalquivir han confirmado si abren este viernes. La estimación de pérdida de las salas de cine en nuestro país en este periodo de crisis es de 100 millones de euros, según la federación de exhibidores FECE.

Por tanto, el próximo examen de la ciudad será comprobar si sus ciudadanos tienen ganas de cine y de sostener, con su presencia, nuestros particulares cinemas paradiso.

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