'Bretón, la mirada del diablo': la serie documental se presenta en South Series Festival de Cádiz

Inmerso en el proceso de separación de su esposa Ruth Ortiz, José Bretón mató a sus hijos, Ruth, de seis años y José, de dos el 8 de octubre de 2011. Lo hizo en una pequeña finca de su familia, en Las Quemadillas, a las afueras de Córdoba, donde una hoguera alimentada por litros de gasoil quemó los cuerpos de los pequeños con la idea de hacerlos desaparecer para siempre.

Fue el escalofriante caso del parricidio más mediático de los últimos tiempos. Unos hechos que mantuvieron en vilo a todo el país durante casi dos años.

Este domingo por la tarde la mini serie documental Bretón, la mirada del diablo se presenta en el South Series Festival en Cádiz. Producida por Cibeles en coproducción con RTVA, la serie supone la vuelta tras la cámara del director cordobés José Ángel Bohollo, quien también firma el guión.

Con el formato de true crime y durante tres capítulos de unos 50 minutos de duración, el documental mostrará con actores la recreación de numerosos momentos clave del doble crimen.

Una interpretación que aporta dramatización y que llega a su cénit cuando se convierten en imágenes las escenas que nadie desea imaginar. Los dos primeros episodios de Bretón, la mirada del diablo se emitirán en Canal Sur TV el lunes 9, y el tercero y último el lunes 16 de octubre.

Para sus creadores, abordar después del tiempo transcurrido este brutal crimen “era un trabajo necesario para ser conscientes de los cambios que provocó tal suceso, inaudito hasta entonces”. Diferentes miradas analizan el caso en la serie, entre las que se encuentra la del director de Cordópolis, Alfonso Alba, y recuerdan detalles desconocidos, además de reflexionar sobre el impacto de un suceso que causó cambios tanto en la legislación nacional, como en los procedimientos policiales.

El primer capítulo se centra en el periodo previo al doble asesinato. Ruth Ortiz y José Bretón se conocieron en un pub cordobés y acabarían casándose en Huelva. La madre ha accedido a ser entrevistada en el documental en la pequeña localidad serrana donde ahora vive intentando ser olvidada.

Bretón, tal y como cuentan quienes lo conocieron o investigaron sobre él, es alguien que vivió una educación estricta. Un estudiante que dejó Derecho sin terminar primero y se alistó en el Ejército, siendo destinado a Bosnia. Un joven que intentó suicidarse cuando su primera novia lo dejó. Un esposo que siempre consideró el trabajo de veterinaria de Ruth como algo anormal, pues el hombre era él. Y que le hizo la vida imposible.

Una persona maniática al extremo, que se ponía tapones en los oídos para no oír masticar al resto, limpiaba las barras del bus antes de agarrarlas. Un hombre que, cuando le dice su mujer que quiere el divorcio, ve desmoronarse su ordenada vida. Así que, decide unirla a él para el resto de la vida con el método más pérfido: matar a los hijos y hacerlos desaparecer, así siempre estarán juntos en una presunta búsqueda de ambos.

El documental, riguroso y sobrio, entrevista a mandos policiales a cargo de la investigación que entran en todos los detalles sobre cómo se abordó una tarea que los absorbió durante diez meses, incluso usando videntes.

También profundiza en hasta qué punto la presión social y mediática extrema se unió a la que sufrían, viendo cómo el presunto asesino se reía de ellos. Asimismo, varios psiquiatras desvelan aspectos de los trastornos mentales del criminal -aunque la sentencia no reconoció a Bretón esta característica- y consideran que tiene claros rasgos de psicópata.

Bretón, la mirada del asesino se rodó en Huelva y Córdoba, los dos ejes del suceso. La documentación manejada ha sido exhaustiva a través de reportajes publicados, archivos fotográficos con miles de imágenes y los miles de folios del sumario en su integridad, que van desvelando los entresijos tanto de la búsqueda como del proceso judicial.

El documental relata las consecuencias del crimen en otros dos aspectos: Originó el concepto de violencia vicaria, que se incluiría luego en las leyes contra los crímenes machistas. También que, partir de este caso, hay un análisis forense doble para evitar errores tan brutales como el que llevó a la única forense a decir que los huesos de los niños encontrados en la hoguera eran de animales, prorrogando nueve meses el caso.