Elisabeth Leonskaja: “Sviatoslav Richter me mostró el camino de la vida”
El Festival de Piano Rafael Orozco de Córdoba vivirá el próximo miércoles en el Teatro Góngora (20:00) uno de los grandes momentos en sus dos décadas de historia de la mano de una figura indiscutible del pianismo internacional, Elisabeth Leonskaja, que cerrará la programación de esta vigésima edición con un programa integrado por la Sonata n.º 18 en re mayor K. 576 de Mozart, la Sonata n.º 32 en do menor, op. 111 de Beethoven y la Sonata n.º 21 en si bemol mayor D. 960 de Schubert. Se trata en los tres casos de las últimas sonatas para piano que compusieron.
Un programa que la intérprete define como “atractivo, compuesto por tres últimas sonatas de tres genios, las tres muy diferentes, las de Mozart y Schubert imperdonablemente cortas: una peregrinación interesante para un artista”.
Leonskaja considera que “un artista siempre está en movimiento”. A pesar de su larga trayectoria, ella sigue “siempre buscando, encontrando, dudando”. “No me gusta la palabra carrera”, afirma. Ella prefiere hablar en otros términos: “Realízate, encuéntrate, sé fiel a la música, sé honesto”.
Uno de los aspectos clave en su trayectoria artística ha sido su relación con Sviatoslav Richter, uno de los grandes pianistas del siglo XX: “Fue extremadamente importante para mí; percibir qué gran artista, qué gran persona era este artista…, fue colosal para mí. Me mostró el camino de la vida”. Para la presente temporada, explica, tiene previsto “grabar conciertos de Schumann y Grieg con orquesta y obras de Schoenberg, Berg y Webern”.
“Me encanta España, me siento cómoda en todas las regiones e incluso tengo un apartamento en San Sebastián”, afirma Leonskaja, que coincidió “un par de veces” con Rafael Orozco, el pianista cordobés que da nombre a este festival. “Pero ha pasado mucho tiempo…”.
Una pianista a la que interesan mucho los nuevos talentos. “¡Tengo respeto por la generación joven!”, exclama, antes de dedicarles unas palabras: “Mi consejo: ama la música más que a ti mismo, respeta al compositor y a tus colegas. Y nunca pienses que eres el mejor”.
Leonskaja es una de las pianistas más célebres de nuestro tiempo. La artista se ha mantenido fiel a sí misma y a su música, siguiendo los pasos de grandes músicos rusos de la era soviética como David Oistrakh, Sviatoslav Richter y Emil Gilels, quienes nunca vacilaron en su enfoque centrado en la quintaesencia de la música a pesar de trabajar en un entorno político muy difícil. Su modestia casi legendaria todavía la hace algo tímida ante los medios. Sin embargo, tan pronto como sale al escenario el público puede sentir la fuerza detrás del hecho de que la música es y siempre ha sido el trabajo de su vida.
Nacida en 1945 en Tbilisi (Georgia), en el seno de una familia rusa, Leonskaja dio sus primeros conciertos a los 11 años. Su talento excepcional pronto la llevó a estudiar en el Conservatorio de Moscú. En esa época ganó premios en los prestigiosos concursos internacionales de piano Enescu, Marguerite Long y Queen Elizabeth. El desarrollo musical de Leonskaja fue moldeado o influido en un grado decisivo por su colaboración con Sviatoslav Richter. El maestro reconoció su talento excepcional y fomentó su desarrollo no solo a través de la enseñanza y el asesoramiento musical, sino también invitándola a tocar con él en numerosos dúos. La sociedad musical y la amistad personal entre los dos perduraron hasta la muerte del gran maestro en 1997. En 1978, Leonskaja dejó la Unión Soviética y estableció su nuevo hogar en Viena. En su país de adopción ha recibido numerosos reconocimientos.
Además de sus numerosos compromisos en solitario, la música de cámara sigue siendo una parte importante de su trabajo. Ha actuado muchas veces con cuartetos de cuerda como Belcea, Borodin Artemis y Jerusalem. También tuvo una larga amistad musical con el Alban Berg Quartet, y sus grabaciones para quintetos de piano son legendarias.
Numerosas grabaciones dan testimonio de la destacada labor artística de esta pianista, que ha sido galardonada con premios como el Caecilia por sus sonatas para piano de Brahms o el Diapason d´Or por sus grabaciones de obras de Liszt. Otras grabaciones importantes incluyen los conciertos para piano de Chaikovski con la Orquesta Filarmónica de Nueva York bajo la dirección de Kurt Masur, los conciertos para piano de Chopin con la Orquesta Filarmónica Checa bajo la dirección de Vladimir Ashkenazy y los de Shostakovich con la Orquesta de Cámara de Saint Paul.
Algunas de las grabaciones en CD más recientes de Leonskaja han aparecido en el sello eaSonus, con sede en Berlín (www.easonus.com). Paris, con obras de Ravel, Enescu y Debussy, fue nombrada grabación solista del año 2014 por el jurado ICMA. Saudade, un homenaje a la cultura rusa con obras de Chaikovski, Shostakovich y Rachmaninoff, fue lanzado en noviembre de 2017. Una grabación completa de las sonatas para piano de Franz Schubert en dos volúmenes de cuatro CD cada uno está disponible desde abril de 2016 y mayo de 2019 respectivamente. Un CD doble con variaciones y sonatas de Robert Schumann siguió en enero de 2020. Sus últimos álbumes, que han visto la luz este año en Warner Classics, recogen las sonatas completas de Mozart y Schubert.
En Georgia, Leonskaja fue nombrada Sacerdotisa del Arte en 2016, el mayor honor artístico de este país. En 2020 recibió el Premio a la Trayectoria de Música Clásica Internacional (ICMA).
Organizado por la Delegación de Cultura y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Córdoba, el Festival de Piano Rafael Orozco arrancó el pasado 7 de noviembre con Grigory Sokolov y finalizará el próximo miércoles, 30 de noviembre, tras haber celebrado 11 conciertos.
Más información: https://cultura.cordoba.es/festivaldepiano.
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