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'La última cena' de Verónica Ruth Frías abre marzo en Córdoba

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Marta Jiménez

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https://vimeo. com/214827712

Trece mujeres vestidas de rojo. En el centro la artista cordobesa Verónica Ruth Frías. Sentadas con ella a la mesa doce “apóstolas-gestoras-comisarias de arte” de la ciudad. La perfomance se llama La última cena y se pondrá en acción por primera vez en Córdoba el viernes 2 de marzo, a partir de las 18, en el salón de actos de la Diputación de Córdoba. La cita está organizada por la Fundación Rafael Botí.

La iconografía de La última cena de Leonardo Da Vinci, eso sí, sustituyendo las figuras masculinas por femeninas, es la excusa para una acción “de visibilización, de sororidad, de encontrarnos y reunirnos con alguna excusa, de sentarnos a la mesa y actuar con naturalidad”, explica la artista y creadora de una performance en la que los hijos y las hijas de las participantes están también invitados a sentarse a la mesa.

Ellas son mujeres “a las que he seguido y admiro”: las artistas Marisa Vadillo, Hisae Yanase, Rita Rutkowski, Mari Flor Ortega, Mariló Fernández, María Morilla y Nieves Galiot; la empresaria Esther Casado; la actriz Irene Lázaro; las gestoras y comisarias Noelia Centeno y Lola Molina; la galerista Carmen del Campo y la hermana de la artista, Patricia Frías. Ellas serán las participantes cordobesas de una perfomance que anteriormente se ha realizado en Málaga, en el Ateneo y en la galería Isabel Hurley, además de en el ICAS de Sevilla. “Me hace mucha ilusión hacerla en Córdoba”, confiesa la artista, “y encontrarme con mujeres que admiro, poder mirarlas a los ojos y hablar con ellas”.

La performance comienza con una escena estática, que mimetiza las poses de la obra de Leonardo y donde todas las performers permanecen inmóviles, impasibles y expectantes. Esta quietud reflexiva da paso, en un momento dado, al movimiento y desorden provocado por la entrada de las hijas de aquellas participantes que son madres, rompiendo el silencio y la paz que reinaba hasta ese momento.

“En esta obra se reflexiona sobre la situación de la mujer en el mundo actual, empoderándola, al tiempo que ofrece una versión de la obra de Leonardo más cotidiana y próxima”, explica la galerista Isabel Hurley en el texto que escribió para la primera representación de esta perfomance en su galería malagueña. “La obra de Verónica enfatiza en el inaplazable reconocimiento del trabajo de las artistas mujeres y del lugar que les corresponde junto a sus colegas varones”, añade.

La violencia de género -física y psicológica- ejercida contra las mujeres en todos los ámbitos donde está presente, y también contra sus hijos en el familiar, está simbolizada en esta obra con el color rojo en los vestidos de las performers que “evoca la violencia y la sangre derramada por miles de mujeres, muy a menudo en presencia de los hijos”.

La perfomance La última cena, de unos quince minutos de duración, concluirá con la proyección de un video “que complemente la obra”. Antes, una conferencia de Ruth Frías sobre arte y género calentará los motores de esta acción. De este modo, la Fundación Botí inaugura artísticamente el proclamado “Mes Internacional de la Mujer” por organismos internacionales dependientes de la ONU, apostando por superar los prejuicios arraigados, apoyando la participación y el activismo y promoviendo la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer.

Verónica Ruth Frías (Córdoba, 1978) cursó estudios artísticos en la Escuela de Artes Aplicadas Mateo Inurria de Córdoba y es licenciada en Bellas Artes por la Facultad de Santa Isabel de Hungría de Sevilla. Su obra habla desde el disfraz, el maquillaje y el camuflaje; desde la videocreación, la fotografía, la performance, el dibujo y hasta la cerámica, para transmitirnos sus inquietudes y revoluciones. Una artista multidisciplinar que se atreve con todo como ha demostrado en la última edición de ARCO desde el espacio de la Fundación Botí.

Su intervención I am a woman consistió en una acción participativa, encabezada por la propia artista y en la que tomaron parte más de treinta mujeres cuya carrera profesional está vinculada al mundo del arte. Todas portaban un lema de creación propia en carteles, estéticamente idénticos, a los que conformaban la obra Pink Power, que se exhibió en el espacio de la Fundación en ARCO.

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