Arroyo Ceballos: “El arte ahora mismo está de bajón”

Arroyo Ceballos siempre suele andar enfrascado en “lo siguiente”, esa próxima exposición que tiene en la cabeza mientras trabaja en su estudio de Córdoba, ubicado en el barrio de Santa Rosa. Hasta allí nos desplazamos para visitar al pintor, escultor y escritor, creador en última instancia, con motivo de “lo presente”: la inauguración el próximo viernes de una muestra en el Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid.

Ambientes se llama una muestra que recoge obras de pequeño y gran formato, entre esculturas, pinturas y, según explica, su última técnica: una serie de esculturas esféricas que el artista crea usando una técnica mixta a partir de un estilo “abstracto y simbólico”, pero siempre minimalista. “Es mi obsesión”, reconoce.

La entrevista, como la muestra, le llega en un buen momento profesional, y discurre en un ambiente pacífico, pero no exento de crítica y reflexión.

P. Si tuvieras que pintar el ambiente que se respira hoy, ¿cómo lo harías?

R. Bueno, la serie Ambientes sí que es muy colorista. Aún dentro del minimalismo, que es mi obsesión. Yo, ahora mismo, acudiría a algo más escueto, más monocromático, como un poco el reflejo social que hay ahora. O incluso un poquito pesimista. Por eso he querido hacer esta exposición, porque, a la vez que el ambiente está como está, aquí hay mucho color, muchas tonalidades y mucha obra llamativa. Es un poco para darle felicidad al ambiente que vivimos ahora mismo.

P. ¿El artista cómo tiene que posicionarse en estos momentos? Si es que tiene que hacerlo.

R. Pues pienso que debe posicionarse de esa manera. El arte ahora mismo está de bajón. Y el reflejo social es pesimista, por lo que el arte debería ser lo contrario, intentar animar la situación. El arte debería provocar educabilidad. No solo el arte, la cultura en general. El arte tendría ahora que reflejar positivismo. Ésa sería la misión. Animar el contexto social.

P. ¿Y cómo ves a Córdoba en este punto?

R. Pues la verdad es que la veo muy parada. No hay galerías privadas. No veo que se fomente como en otras ciudades. Y es una pena porque aquí hay buenos y grandes artistas, reconocidos nacional e internacionalmente. Entonces, la potenciación de lo nuestro, comparado con otras ciudades tipo Málaga... Creo que falta incluso un poco de concienciación. Hay que valorar lo que tenemos aquí. En Sevilla o Málaga se valora mucho lo autóctono y aquí no se valora tanto.

P. Es curioso porque, usted que ha viajado por el mundo lo sabe bien, cuando se menciona Córdoba fuera la reacción es muy distinta.

R. Exacto. Cuando dices que eres de Córdoba, yo qué sé, yo que me muevo mucho en Argentina, Chile, México, Colombia... Pues como que les da mucha alegría. Dicen “mira qué grande, qué ciudad”. Ese interés es mayor del que se muestra aquí, incluso a nivel institucional. Por ejemplo, a mí me apoyan muchísimas instituciones fuera y aquí en mi propia ciudad... Por eso digo que el arte plástico está muy parado aquí.

P. ¿Y qué estás haciendo ahora? ¿Qué vendrá después de Ambientes?

R. Pues tengo proyectada una cosa importante que no puedo comentar, porque no se ha cerrado la fecha. Y tengo también exposiciones, a través de ayuntamientos, en Benalmádena. Eso aquí en España. Aunque reconozco que mi máximo interés ahora mismo está en el extranjero. Tengo prevista una exposición en Nueva York, que está medio organizada, y tengo también previstas varias en Brasil. Allí voy a hacer una especie de gira, un evento en varias ciudades de Brasil.

P. Estás en una etapa de tu carrera muy fructífera por lo que se ve.

R. Sí. Es un no parar. Yo siempre había querido llegar a este punto. Ahora es cuando me llaman y no tengo que llamar yo. Éste es el punto al que todo artista quiere llegar. Hace poco me llamaron y me dijeron “oye Francis, que he pasado por el Museo de Arte Contemporáneo de Santiago de Chile y he visto una pared enorme con una obra tuya en medio”. He llegado a ese punto que es alegría tras alegría.