El TSJA devuelve a Arenal 2000 un suelo expropiado por el Consistorio

La Gerencia de Urbanismo ocupó una parcela en la Palomera Alta propiedad de Rafael Gómez al entender que era una zona verde

La sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) le ha dado la razón a Arenal 2000, la empresa del líder de la oposición por UCOR Rafael Gómez Sandokán, en un largo litigio que mantenía con el Ayuntamiento. El alto tribunal andaluz ha condenado al Ayuntamiento de Córdoba a devolver un suelo expropiado en el año 2006 a Arenal 2000, según consta en la sentencia de la que hoy tomará conocimiento la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento. Se da la casualidad de que se trata de la misma sala que está decidiendo en estos días si la multa que el Ayuntamiento de Córdoba le impuso a Arenal 2000 por la construcción de las naves de Colecor está bien puesta o no.

En esta sentencia, el Ayuntamiento es condenado a devolver una parcela que ocupó en la zona conocida como La Palomera Alta, entre Mirabueno y la Carrera del Caballo, que era propiedad de Arenal 2000. Entonces, la Gerencia Municipal de Urbanismo entendió que tenía que hacer cumplir las normas urbanísticas y que la finca expropiada le correspondía al Consistorio en concepto de aprovechamiento como zona verde y viales. Sin embargo, Rafael Gómez nunca estuvo de acuerdo y solicitó una compensación económica al Ayuntamiento por la ocupación de la finca, algo que siempre negó el Consistorio. Finalmente, decidió acudir a los tribunales y el TSJA ha acabado dándole la razón.

El proyecto del Ayuntamiento en la Palomera sigue estando en el aire, aunque es muy ambicioso. De hecho, la Gerencia Municipal de Urbanismo lo incluyó en el Plan de la Sierra, que todavía no ha llegado a aprobarse. En concreto, se trata de la construcción de un gran parque periurbano más cercano a la ciudad y que sea complementario a Los Villares.

Según trascendió en su día, el Plan de la Sierra, que no está en vigor pues aún no ha sido aprobado definitivamente, propone sacar del mercado urbanístico la zona de La Palomera (en realidad, 100 de las 400 hectáreas), pretendida por las constructoras. La propuesta es establecer un parque periurbano que sirva de alternativa a Los Villares (que tiene 250 hectáreas, de las que una mínima parte se dedica al disfrute ciudadano). Costaría 3,5 millones y tendría zona de merendero, senderos para pasear y un hotel.