El Supremo ratifica la condena a una mujer que vendió a una niña y permitió que la casaran y la violaran

En julio de 2023, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba condenó a 17 años y medio de cárcel a tres personas por un delito de agresión sexual y otro de trata de seres humanos después de vender a una menor de 12 años, casarla y permitir que otro joven la agrediera sexualmente para saldar una deuda de 4.000 euros. Este caso volvió a poner sobre la mesa la realidad que, aún hoy, de los matrimonios forzados entre menores. En febrero de 2024, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) confirmó la sentencia y el Supremo acaba de emitir su fallo tras el recurso de una de las condenadas, la madre del menor que violó a la niña.
El Alto Tribunal ha ratificado íntegramente la sentencia de la Audiencia en lo que respecta a esta mujer, quien habría sido la única en recurrir el fallo. La Audiencia también condenó a otras seis personas por estos delitos, entre los que se encontraban la madre de la niña, la pareja de aquella, la tía de la menor y tres familiares del joven de 17 años con el que fue casada. La suma total de los años de prisión de estos seis procesados se eleva a 47 años y medio de prisión. En el acto del juicio oral, los acusados reconocieron los hechos.
Precisamente, uno de los argumentos esgrimidos por la defensa de la condenada que ha recurrido ante el Supremo fue que la sentencia “se basó en una conformidad viciada, ya que desconocía el idioma” y no habría tenido toda la información necesaria para defenderse. Además, negó su participación en los hechos y que desconocía la edad de la niña. El Alto Tribunal ha desestimado sus argumentos, considerando que existió un reconocimiento de los hechos por parte de la recurrente, corroborado por las declaraciones de la menor, el informe pericial psicológico y el hallazgo de la menor en A Coruña conviviendo con los acusados.

Los hechos
En el mes de marzo de 2021, la menor de 12 años residía en un asentamiento en Córdoba, donde vivía con su madre, sus dos hermanos más pequeños y el novio de su progenitora. En estas fechas, la pareja tenía contraída una deuda con otro matrimonio por un importe de 4.000 euros.
Dado que este le reclamaba con insistencia el pago de dicha deuda y como la madre de la niña y su pareja no disponían del dinero, puestos de común acuerdo, decidieron que la menor fuera casada por su rito con otro menor, sobrino de la mujer que reclamaba el dinero. A su vez, la madre del joven aceptó el acuerdo, de modo que le pagó a la madre de la niña y a su pareja la cantidad adeudada que le entregó a sus acreedores. A cambio, una vez celebrado el matrimonio, la menor se desplazó con ellos a La Coruña para vivir juntos, imponiéndole de este modo un matrimonio forzado.
La menor, que apenas conocía al otro joven, carecía de toda capacidad de decisión por su corta edad, lo que motivó que le impusieran la boda y pactaran que la celebración tendría lugar el tercer fin de semana de de marzo de 2021.
Para ello, el 19 de ese mes, la tía del menor se desplazó a Córdoba junto con él y un hermano de este. Trajeron consigo el dinero y se encontraron con sus familiares en el asentamiento en el que residían. El día 20 de marzo, día previo al enlace, el novio de la madre de la niña comunicó a la menor que se casaría, manifestando ella su negativa en todo momento, si bien tuvo que ceder a sus exigencias. Después la trasladaron hasta la vivienda de dos de los acusados, en otro asentamiento, obligándola a permanecer allí esa noche, convenciéndola del matrimonio, “para así dejar de ser una carga para su familia”.
Fue agredida sexualmente para “comprobar su virginidad”
En la mañana del 21 de marzo se celebró el casamiento aunque, previo a ello, tuvo lugar otro ritual que, según sus costumbres, consistía en “comprobar la virginidad de la futura contrayente”.
Para ello, la tía y la madre del menor, con el consentimiento de esta última, presente en el acto, llevaron a la niña a una habitación en la que la desnudaron y le pusieron una falda blanca. El menor, guiado por el ánimo de satisfacer sus deseos sexuales, se acercó a la niña y comenzó a tocarla por todo el cuerpo, a pesar de que ella le rechazaba diciéndole “no me toques más”.
Sin embargo, el menor no se detuvo y, tras desnudarse, se echó sobre ella en una cama y trató de penetrarla vaginalmente, pese a la oposición de la niña. Tras varios intentos infructuosos, la tía del menor puso una manta en el suelo para facilitarle a su sobrino la penetración, quien volvió a intentarlo. Dado que la menor se resistía con piernas y brazos, se acercó de nuevo la tía del menor, esta vez acompañada de la madre del joven, y ambas inmovilizaron a la niña, pese a sus gritos. Así, el menor la agredió sexualmente y la niña sangró.
Entonces, las procesadas quitaron a la menor la falda blanca manchada de sangre y la mostraron ante los presentes en prueba de su virginidad. A continuación, se inició la celebración del enlace, entregando la madre de la niña y su pareja a los tíos del menor el dinero pactado que habían recibido de la madre del joven.

La menor fue traslada a La Coruña con la familia de su marido
Seguidamente, y cumpliendo con lo acordado, la niña fue trasladada a La Coruña para vivir con su marido en el domicilio de su nueva familia. Durante el tiempo en que la menor permaneció en esa casa, convivió con el joven como un matrimonio, si bien ella nunca prestó su consentimiento a mantener relaciones sexuales con él.
Sin embargo, fue sometida a los deseos de su marido y de su suegra, quien le retiró toda la documentación, obligándola a permanecer en el domicilio del cual no podía salir, a fin de garantizar el pacto económico al que llegaron con los otros acusados, evitando así que se pudiera escapar.
Por dicha razón, la menor estuvo vigilada en todo momento por su suegra, a la vez que le retuvo su pasaporte y su certificado de nacimiento. Finalmente, el 14 de abril 2021, agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Córdoba rescataron a la niña tras entrar en la casa. La Junta de Andalucía se ha hecho cargo de la menor.
Condenas
Por el delito de agresión sexual a una menor de 16 años, la madre de la niña, la tía y la progenitora del otro menor fueron condenadas, cada una, a 12 años y seis meses de prisión. La Audiencia Provincial también les impuso la prohibición de acercarse a menos de 300 metros de la niña, el domicilio o el lugar donde se hallare, no pudiéndose comunicar con ella por ningún medio, durante ocho años.
Asimismo, el magistrado les impuso la pena de libertad vigilada consistente en la misma prohibición anterior y por el mismo tiempo, tras el cumplimiento de la pena de prisión, inhabilitación especial para el ejercicio de los derechos de la patria potestad, tutela, curatela o acogimiento por tiempo de cuatro años e inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio o actividades, sean o no retribuidas, que conlleve contacto regular y directo con personas menores de edad por tiempo de 17 años y seis meses.
Por el delito de trata de seres humanos fueron condenados la madre de la niña y su pareja, los tíos del menor y la madre del menor a una pena de cinco años de prisión. A la madre de la niña le fue retirada su patria potestad. Como cómplice de este delito, la Audiencia condenó a dos años y seis meses de prisión al hermano del menor que se casó con la niña.
Por último, la Audiencia estableció que todos los acusados debían abonar conjuntamente a la víctima la suma de 12.000 euros por los daños morales sufridos, así como el pago de las costas, incluidas las de la acusación particular. En otro procedimiento, el joven de 17 años fue condenado por un delito contra la libertad sexual.
0