Condenado a un año de cárcel por agredir a dos guardias civiles, amenazarles y escupir a uno de ellos
Un hombre ha sido condenado a un año de prisión como autor de un delito de atentado y dos leves de lesiones tras agredir a dos guardias civiles, amenazarles y escupir a uno de ellos.. El fallo lo ha dado a conocer la Asociación Unificada de Guardias Civiles en Córdoba y ha sido formulado por el Juzgado de lo Penal número 3 de Córdoba.
Los hechos tuvieron lugar el pasado 19 de marzo cuando los guardias civiles fueron requeridos por el propietario de un bar de Baena porque un individuo se encontraba en estado agresivo y amenazando a otras personas. Según se relata en la sentencia, “cuando los agentes de la Guardia Civil se personaron en el bar, el acusado se violentó y se dirigió hacia ellos con intención de agredirles, forcejeando con los agentes que procedieron a su detención hasta hacerlos caer al suelo. Durante el traslado a las dependencias policiales, el acusado les profirió, con ánimo de amedrentarlos, las siguientes expresiones: ”Sé donde vivís, os tengo que matar a vosotros y a vuestras mujeres, hijos de puta“. Y dentro del calabozo escupió a uno de los agentes y le dijo con tono amenazante: ”Cabrón, hijo de puta, me cago en tu puta madre, te tengo que hacer daño, te vas a enterar cuando salga de aquí y te coja“.
El abogado Álvaro Moreno ha declarado que “a pesar de que el acusado es reincidente en el delito de atentado porque ya había sido condenado en 2017 y 2021 por hechos similares en juzgados de Córdoba y Manresa, los agentes agredidos han mostrado su cooperación para la suspensión de la condena al objeto de que pueda rehabilitarse de su adicción mediante el ingreso en centro especializado. Lamentablemente, las agresiones a guardias civiles son demasiado habituales en nuestra provincia, y Baena es una de las localidades en las que más casos de este tipo se producen”.
La asociaión insiste una vez más en que deben agravarse las penas por agresiones a guardias civiles y reforzarse la protección jurídica, pero además debe dotarse a los agentes del suficiente material de defensa y protección, como son los chalecos balísticos ergonómicos y de uso individualizado, así como las pistolas táser. “La situación en la calle evoluciona continuamente a peor y los agentes se convierten en blanco de los delincuentes, que saben lo barato que les sale agredirles, con penas irrisorias e indemnizaciones que en la mayoría de los casos no se pagan al declararse insolventes los agresores”, concluye la asociación.
0