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Tratamientos de 1.600 euros pagados y sin hacer por el cierre sorpresa de un centro de depilación

El centro estético con cajas y material en el suelo cuando estaba siendo desmantelado.

Carmen Reina

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Jose Ángel compró el año pasado un bono de diez sesiones, por 1.600 euros, para un tratamiento de depilación láser en el centro de medicina estética Único ubicado en el centro comercial El Arcángel de Córdoba. Hasta ahora se había dado cuatro sesiones y este lunes 17 de junio llamó a la clínica para pedir una nueva cita. Nadie le cogió el teléfono. Buscó en internet la página web de la compañía y se encontró con el siguiente mensaje: “Cerrado permanentemente”. Y así se enteró de que el centro había cerrado por sorpresa, sin previo aviso, echando a la calle a sus ocho trabajadoras y dejando colgados a numerosos clientes que han pagado sus tratamientos pero no los han recibido.

Todavía sin comprender cómo han podido echar el cierre de esta manera, Jose Ángel habla con Cordópolis para explicar su situación, que es la de otras muchas personas. “Yo había pagado totalmente el tratamiento, sin financiación”, se lamenta. Y añade que al buscar información de la compañía de centros de depilación “he visto que han hecho lo mismo en otras provincias, cerrar de un día para otro, dejando a todas las personas colgadas”.

Sin ir más lejos, otra de esas personas afectadas por el desmantelamiento y cierre del local en Córdoba es su mujer, Mari Carmen. Ella, a la vez que su marido, también contrató un tratamiento de una docena de sesiones de depilación láser, por unos 1.000 euros. También se había dado hasta ahora cuatro de esas sesiones. El resto, no las recibirá, pese a haberlas abonado.

Se enteró del cierre del centro estético por su marido, porque también estaba pendiente de pedir una nueva cita, relata a este periódico. Pero ella es pesimista sobre que puedan recuperar el dinero abonado. “Yo creo que no se va a poder hacer nada, no es la primera vez que ha pasado una cosa así”, dice en referencia al cierre de otros centros similares en los que los clientes se han quedado sin servicio pese a haberlo pagado.

Seguir pagando un préstamo para un tratamiento que no va a recibir

El caso de Magdalena es otra de las situaciones que se están dando entre los clientes afectados por el cierre del centro Único en El Arcángel. Ella cuenta a este periódico que contrató un tratamiento de 15 sesiones de depilación láser para su hija, por más de 1.000 euros. Para hacer frente al pago, tuvo que financiarlo mediante un préstamo. Y, ahora, con el centro cerrado a cal y canto de un día para otro, sigue pagando las cuotas de 77 euros del préstamo por un servicio que no va a recibir.

Magdalena recuerda que compró el tratamiento por la Navidad pasada con algún tipo de 'descuento-regalo' y que su hija “solo se ha dado dos sesiones” de las 15 que ha pagado. “La próxima le tocaba en septiembre”.

Cuenta que se ha enterado del cierre del establecimiento por una trabajadora del mismo con la que tenía confianza y aún se pregunta “¿Qué hago? ¿Cómo han tenido la santa cara de hacer esto?”. “Somos personas trabajadoras, que echamos muchas horas para poder pagarnos todo. Y hacer esto es de tener muy poca vergüenza”.

Plataforma de afectados en Facebook

Como ella, decenas de personas afectadas se están organizando, indignadas con lo ocurrido, en una plataforma a través de Facebook. “Plataforma Estafados Centros Único Córdoba” reza el nombre del grupo creado este martes y que ya cuenta con más de 200 miembros a la hora de escribir esta información.

Los testimonios de decenas de personas exponiendo sus casos, con tratamientos pagados y a medias, se suman en este grupo que, según sus promotores, nace con la idea de “denunciar las prácticas de Centros Único en Córdoba y a su dueña”.

“Somos un grupo de clientes afectados por el cierre repentino de esta empresa en Córdoba, tanto en el CC La Sierra como el CC El Arcángel. Entendemos que las trabajadoras de este centro no han sido responsables de este cierre y que ellas también están afectadas al haber leído en la prensa, llevan sin cobrar tres meses”, explican.

“Nuestra misión es unirnos para exigir respuestas a la dueña, recuperar nuestro dinero y evitar que más personas sean víctimas de esta situación” dicen sobre su objetivo y animan a las personas afectadas por el cierre del establecimiento a unirse y compartir su experiencia: “Ayudémonos mutuamente a hacer valer nuestros derechos”. Ya han contactado con abogados para mantener una reunión próximamente de cara a abordar qué acciones pueden emprender para recuperar su dinero.

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