Ni el teletrabajo ni el estado de alarma mejoraron el reparto de tareas en los hogares cordobeses
Un estudio del Ayuntamiento de Córdoba sobre la corresponsabilidad en los hogares cordobeses y cómo ha afectado la pandemia en el reparto de las tareas del hogar evidencia que ni el teletrabajo ni el estado de alarma han servido para mejorar el equilibrio en el trabajo doméstico entre hombres y mujeres.
El estudio, presentado este jueves por la concejala delegada de Igualdad del Ayuntamiento, Isabel Albás, ha sido realizado a una muestra de 390 personas, entre el 9 y el 24 de febrero de este año, aunque centrando el cuestionario en los meses de confinamiento estricto del estado de alarma. Es decir, entre marzo y junio de 2020.
La mayoría de los encuestados, el 54%, han sido mujeres, y, del total de la muestra, el 78% no tenía estudios universitarios. Las edades de las personas encuestadas van de los 18 a los 70 años, en situaciones sociolaborales distintas, desde empleados por cuenta ajena a autónomos, parados o trabajadores en ERTE.
De hecho, una de las principales sorpresas de este estudio está en que, de todos los que están empleados, solo 2 de cada 10 pudo desempeñar sus labores con teletrabajo durante el estado de alarma. El 80% no teletrabajó entre marzo y junio.
Nulos o muy pequeños cambios en el reparto
A nivel general, según ha detallado Albás, considera que el estado de alarma y el confinamiento llevó a “nulos o muy pequeños cambios” en el reparto de tareas habitual, con una percepción baja entre las personas con estudios universitarios y especialmente baja entre las mujeres empleadas cuyo marido también trabaja.
Porque, según el estudio, donde los dos miembros de la pareja trabaja, se suele compartir la limpieza, la compra y la cocina, con la particularidad de que los hombres hacen más la cena y las mujeres el almuerzo. También se repartió el ocio y el cuidado de los niños pequeños, así como la ayuda a las tareas escolares.
Sin embargo ha actividades que tienen sesgo de género, según este estudio: por ejemplo, tirar la basura y los arreglos domésticos son tareas masculinas para la mayoría de los encuestados, mientras que lavar y planchar, así como comprar la ropa para los niños, son tareas con nombre de mujer, según este estudio.
Un estudio que también muestra que, en la mayoría de los hogares, fue la mujer, eminentemente, la que aprovechó el estado de alarma para realizar limpieza en profundidad, cambiar armarios y ordenar el hogar.
A nivel general, por tanto, el estudio muestra exiguos cambios de la corresponsabilidad en el reparto de las tareas en los hogares de Córdoba capital, mientras que el escaso número de encuestados que pudieron teletrabajar no han permitido observar si dicha situación ha llevado o puede conllevar en el futuro cambios suficientes en el reparto de las tareas del hogar.
Para paliar esta situación, Albás cree “fundamental” que los niños desde pequeños estén educados en igualdad y corresponsabilidad en las tareas del hogar, y “que vean perfectamente normal que un hombre planche y que una mujer arregle las cosas que se rompen en la casa”.
El Ayuntamiento, ha dicho, se compromete a llevar a cabo políticas que mejoren estos datos y a realizar un nuevo estudio en un par de años que determine si estas políticas han dado resultado.
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