Las caras de barro reaparecen y se apoderan de las fuentes de la glorieta de la Fuensantilla

En una zona plagada de viviendas y ante una gran avenida, el autor o autores de las famosas caras de barros -cuya primera intervención fue en 2019- las han colocado de nuevo en un punto de la ciudad. En esta ocasión, la quinta ya, los rostros han sido pegados en las fuentes ubicadas en la glorieta de la Fuensantilla.

En total, hay cuatro caras con rostros diferentes, pero similares a las del resto de intervenciones, salvo a las que aparecieron el pasado mes de abril, que tenían forma de huevo frito en una clara metáfora al cambio climático. Las que han aparecido en estas fuentes están colocadas por encima de las boquillas y están hechas en un material análogo a la piedra.

Hace cinco años que en Córdoba se producen estas intervenciones cuya autoría es el principal misterio. Las primeras aparecieron en 2019 en la Puerta de Almodóvar y en 2020 fueron pegadas en la escalera que une una pequeña plaza de la calle Doctor Fleming con la entrada al Alcázar de los Reyes Cristianos, y eran mucho menos llamativas que las que se ubicaron en la Puerta de Almodóvar, que no sufrió daños dado que no fueron talladas, sino pegadas.

La tercera acción fue en enero de 2022, cuando un ejército de rostros se colocaron en la zona de La Ribera, ocultas entre los huecos que hay en un muro de piedra de los que ejercen de defensa ante la crecida del Guadalquivir. La cuarta intervención se produjo un año después, en enero de 2023, en la calle Caldereros, justo en la esquina con Horno de Porras. En una cuarta ocasión, el autor o los autores las pegaron sobre el cartel ubicado en La Ribera y cercana a la estatua del hombre-río.