Comienza la exhumación de la fosa de Hinojosa para recuperar los restos de fusilados tras la Guerra Civil
Este miércoles 1 de junio arrancan los trabajos para la exhumación de los restos de las personas que fueron fusiladas y enterradas en una fosa común del cementerio de Hinojosa del Duque tras la Guerra Civil. La tarea que se desarrollará durante los dos próximos meses tratará de recuperar los restos de los fusilados que fueron amontonados en estrechas zanjas y, en ocasiones, quemados, como se comprobó en los sondeos previos realizados en septiembre de 2021 en la que se sospecha es una de las mayores fosas de la provincia con ajusticiados tras la Guerra Civil.
Un equipo de la empresa Aranzadi conformado por una historiadora, un arqueólogo, una antropóloga y cuatro auxiliares de arqueología llevarán a cabo la exhumación de los restos que ya fueron localizados en los sondeos -correspondientes a 25 personas- y tratarán de ampliar la actuación para delimitar la extensión real de la fosa, según ha podido conocer Cordópolis. Contarán con un presupuesto que ronda los 50.000 euros, provenientes de fondos de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), la Diputación de Córdoba y el propio Ayuntamiento de Hinojosa del Duque.
Los trabajos de localización y sondeo de esta fosa en el cementerio de Hinojosa del Duque que se realizaron el año pasado sacaron a la luz la memoria de lo que ocurrió en 1939 en esta localidad y otros pueblos de alrededor en el norte de la provincia cordobesa, donde no hubo frente de batalla y se produjo el fusilamiento con carácter ejemplarizante de decenas y decenas de personas ligadas a la izquierda y la República. Todo ello quedó documentado, además, sentencia a sentencia, nombre a nombre, y fue la principal base de estudio para poder localizar entonces la fosa y para la labor de exhumación e identificación que ahora se pueda realizar.
Se calcula que en la fosa completa pueden hallarse los restos de hasta 150 personas que fueron ejecutadas y enterradas de 1939 a 1940. La estimación toma como ejemplo que en la cata inicial realizada de apenas 2,70 x 4 metros se hallaron los restos de 25 personas y supieron que bajo ellas había muchas más.
Mujeres y hombres con nombres y apellidos
Los nombres y apellidos de los ejecutados figuran en los fondos del Archivo Militar de Sevilla. Incluso aparecen con algunos datos físicos, que ha ayudado a los expertos a realizar el perfil antropológico de las víctimas. La mayoría eran de Hinojosa del Duque, pero también de otros pueblos cercanos como Belmez, Fuente La Lancha o El Viso. Tras la Guerra Civil, fueron condenados en las plazas de sus pueblos. Así lo cuentan las sentencias de cada uno de ellos. Eran trasladados a la cárcel de Hinojosa y ejecutados al alba por un pelotón de fusilamiento en el cementerio.
Con esa documentación, las diligencias de enterramientos y los testimonios orales que recogieron los expertos, se sabe -por ejemplo-, que las dos mujeres halladas en la fosa son Carmen Aranda Caballero, ejecutada cuando tenía cinco hijos y se sospecha que embarazada del sexto, y Leonor Expósito Palomo, condenada a muerte a la vez que su madre y una hermana lo fueron a 30 años de cárcel. O se conoce también la historia de uno de los varones hallados, que no fue fusilado: murió en la cárcel, a la edad de 69 años, esperando su ‘juicio’. Y, sin sentencia, también fue amontonado en la fosa común. El Ayuntamiento de Hinojosa del Duque ha difundido en este tiempo la búsqueda de familiares para poder tomar muestras de ADN y, ahora con la exhumación de los restos de la fosa, poder identificar a los represaliados.
Ensañamiento con los cuerpos
Allí mismo, a pocos metros del muro original del camposanto que aún se conserva, cavaron unas zanjas de apenas 30 centímetros de anchura y las personas represaliadas fueron amontonadas, sin atisbo de un mínimo respeto final por el descanso del cuerpo de un fallecido, sino todo lo contrario. Los especialistas han comprobado que unos cuerpos estaban encima de otros, simplemente rellenando la zanja hecha. Y si no cabían, se hacía de todo hasta que cupieran, incluso rompiendo los huesos. Además, muchos cadáveres de represaliados fueron quemados con un líquido acelerante, quedando de ello una huella negra en la tierra.
Estas pruebas y la munición hallada en el sondeo prueban los evidentes signos de la violencia que se utilizó contra estas personas. Se sabe que en esas estrechas zanjas volcaban sacas enteras de personas fusiladas. El sondeo certificó que había más zanjas y su longitud era mayor de lo excavado en esa cata, por lo que se cree que en total podría haber 150 personas enterradas.
Al equipo que trabajará en la exhumación de la fosa del cementerio de Hinojosa del Duque le preocupa la conservación de los restos, que se encontraban en muy mal estado por la combustión a la que fueron sometidos y por el ácido de esas tierras que deteriora los huesos. Ahora comienza un trabajo, de nuevo meticuloso pero a la vez contra el tiempo, para poder recuperar por fin los restos de los ajusticiados tras la Guerra Civil y encarar el camino que lleve a su identificación para poder darles una sepultura digna más de 83 años después de su ejecución.
9